04 de mayo de 2017
Difiere
del número de miembros (500): "La situación, a mi juicio,
tiene cierta emergencia y no basta con producir un órgano que
ventile soluciones sino que las logre en el tiempo más breve
posible. Un proceso de desgaste y retardos injustificados podría
alargar la crisis política"
Por
segunda vez, en la era de la democracia participativa en Venezuela,
inaugurada por el presidente Hugo Chávez, el país se prepara para
un nuevo proceso constituyente.
No
parece muy lejano el día que los venezolanos y venezolanas
decidimos, aquel 25 de abril de 1999, mediante Referendo
consultivo que queríamos una Constituyente. Estrenando
Carta Magna fuimos a un episodio inédito en nuestro país que sigue
siendo ejemplo de participación en el mundo, tal como entonces lo
dijo Hugo
Chávez.
En
esta oportunidad no son las mismas condiciones de entonces. Venezuela
enfrenta una guerra económica sin precedentes lo cual, sumado al
ataque de poderosos monopolios mediáticos, comporta una situación
de extrema urgencia donde a falta de diálogo y acuerdos entre los
sectores enfrentados, el presidente Nicolás Maduro, amparado en los
artículos 347 y 348 de la CRBV, tomó la decisión de ir a una
Constituyente para, según ha dicho, modificar el sistema económico
y alcanzar "una solución verdadera, democrática, libre y
definitiva".
El
contexto de esta iniciativa presidencial lo ha construido la propia
oposición venezolana al no aceptar diálogo (ni aun mediando el
mismísimo Papa Francisco a quien ya tildan de "castrocomunista"),
ni el llamado a elecciones regionales (vencidas desde diciembre de
2016) hecho por el propio Maduro. Ante esa propuesta dijeron "primero
te vas y después vamos a elecciones". Mientras la situación
política se hace más conflictiva la guerra económica continúa
acechando al pueblo en todos los aspectos y necesidades básicas, y
la violencia de las protestas ha cobrado ya 37 víctimas. "El
juego está trancado", ha dicho Elías Jaua, y hay que habilitar
otra opción.
El
actual embajador de Venezuela en Italia, Isaías Rodríguez, fue
designado como Vicepresidente de la Comisión Presidencial
Constituyente que preside el actual ministro de Educación, Elías
Jaua Milano. Ambos resultaron electos como miembros de la primera
Asamblea Nacional Constituyente (ANC) que, por cierto presidió, Luis
Miquilena, y ahora les tocará abrir trocha para que Venezuela vuelva
a elegir su destino.
Rodríguez,
quien representó al estado Aragua en esa primera ANC y también
fungió como Primer Vicepresidente, aceptó responder un breve
"cuestionario" a la distancia, y a las pocas horas recibió
allá en Roma el llamado oficial para venirse a Venezuela e
incorporarse de lleno en esta nueva fiesta democrática.
El
también ex Fiscal General, trae una posición que seguramente abrirá
un debate importante dentro de la Comisión. Y es que Isaías
Rodríguez opina que "debe convocarse un referéndum".
¿Que
se espera lograr con esta nueva Constituyente?
- La paz del
país, el cauce institucional, el ejercicio legítimo de las
funciones de los poderes públicos. Adicionalmente el debate
constituyente institucionalizaría las Misiones como instrumentos
eficaces de los derechos sociales. Podrá abordar formas de mayor
consistencia a la soberanía del país.
Esta
constituyente que propone el presidente Maduro ¿es para reformar la
Constitución de 1999 o para elaborar una nueva Constitución?
-
No está previsto elaborar una nueva Constitución. Las reformas y
las enmiendas tienen su propio procedimiento. No requieren llamados
al poder constituyente.
¿Qué
tiene de malo la Constitución actual?
-
No tiene nada de malo. Es tan buena que ha resistido una de las
peores crisis históricas que ha tenido el país.
Sectores
de la oposición y también del chavismo prefieren las elecciones de
gobernadores y alcaldes ¿usted qué opina?
-
La Constituyente podría poner en riesgo el proyecto de país que
diseñó Hugo Chávez y ello produce temores que algunos se resisten
a afrontar. Por otra parte el riesgo no es solo para el chavismo
también lo es para los adversarios y eso les lleva a preferir las
elecciones de alcaldes y gobernadores. Creo, sin embargo, que no hay
muchas opciones y esta es la mejor expresión de democracia. Es
urgente resolver entre paz y violencia, entre constituyente y guerra
civil, entre el orden institucional o el desastre.
Elías
Jaua, Presidente de la Comisión Presidencial para la Constituyente,
dijo que la actual Constitución refleja un Estado "débil"
que no tiene los suficientes mecanismos para defenderse de
situaciones como la guerra económica. ¿Es necesario un nuevo
Estado?
-
Ninguna Constitución es una lámpara de Aladino. Ella prevé un
conjunto de mecanismos institucionales de largo alcance. No pienso
que lo que está en juego sea crear un nuevo Estado..
Usted
participó en la Constituyente de 1999, qué diferencia establece
entre los dos procesos, el que le tocó vivir y el de ahora?
-
Son muchas las diferencias. Chávez no está. Aquel país tenía poca
madurez política y ciudadana. Había menos información en tiempo
real. Los venezolanos no tenían la plena consciencia de cuánto es
de importante el petróleo para la paz y para la guerra. Se ha
aprendido a resistir y también que el rol de los Estados Unidos no
es solo un discurso. Aún con las actuales complicaciones el proceso
es menos complejo que el anterior.
¿Qué
recomienda a los venezolanos? Cómo influirá en sus vidas y en la
actual crisis económica este proceso constituyente?
- Si se
pierde Venezuela se pierde un proyecto de solidaridad, de integración
y derechos sociales. Superado el conflicto político podría
dedicarse el país a resolver lo económico y lo social.
La
oposición argumenta (y lo ha denunciado en foros internacionales)
que esta Constituyente es ilegal ¿lo es? Que se requiere un
referéndum para que el pueblo decida y además defienden a la actual
Constitución
-
La Constituyente convocada por el presidente Maduro no es ilegal Los
artículos 347 y 348 son determinantes. Confieren la iniciativa al
Presidente. Todos los pasos dados son legales, legítimos y apegados
a la Constitución. La Constitución del 61 obviaba el poder
constituyente y no establecía mecanismos para convocarlo. Ahora
bien, estoy convencido de que es necesario el referéndum pues las
razones son diferentes a las que hubo para la anterior ANC. Mantengo
esa tesis pero estoy abierto a supuestos diversos que tengan lógica
jurídica. Es mi opinión, no una verdad. El derecho no es
matemáticas y admite criterios interpretativos En cuanto a la
defensa de la Constitución debo decir que la Constituyente no es
para derogarla.
Se
plantea un foro de 500 miembros ¿Es esto viable?
-
Viable es, lo que pudiera es no ser práctico. Un número tan grande
se prestaría a jugadas parlamentarias para retardarla y evitar
conclusiones de manera inmediata. La situación a mi juicio tiene
cierta emergencia y no basta con producir un órgano que ventile
soluciones sino que los logre en el tiempo más breve posible. Un
proceso de desgaste y retardos injustificados podría alargar la
crisis política.
En
todo caso ¿será para este año?
-
No hay razones para que no se convoque y resuelva en cuatro o cinco
meses. Todo depende de la sensatez y madurez de los integrantes de la
ANC y de ella como cuerpo colegiado. La anterior, aún con los
problemas que planteó una Constitución que no la establecía y
hasta la evitaba, permitió que se concluyera en cinco meses.
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