20 de mayo de 2017
Crédito: TelesurTv
El presidente de los Estados Unidos, Donald J. Trump, llegó este sábado a la capital de Arabia Saudita en su primera gira internacional.
Trump durante su llegada a Arabia Saudita este sábado. | Foto: .24horas.cl/ |
El presidente de los Estados Unidos, Donald J. Trump, llegó este sábado a la capital de Arabia Saudita en su primera gira internacional.
Después
de cuatro meses en el cargo, el Presidente de los Estados Unidos
Donald J. Trump emprende su primer viaje internacional empezando con
el Reino de Arabia Saudita, seguido por Israel y Cisjordania, para
terminar con el Vaticano, Italia y Bélgica, donde asistirá a una
reunión del G7 y a la Cumbre de la OTAN, respectivamente. Luego de
una campaña política con una retorica feroz hacia los musulmanes y
el Islam, ¿por qué el presidente Trump eligió el corazón del
mundo árabe como la nación para hacer su primera visita oficial
como POTUS?
Una
mirada más cercana revela tres objetivos básicos en Arabia Saudita
que podrían estar alineados con la agenda doméstica de Trump.
1.
Avanzar en la lucha contra el terrorismo islámico: El presidente
Trump y sus cuadros cercanos de asesores militares probablemente se
han convencido sobre la importancia de Arabia Saudita como aliado
militar en la lucha contra el Estado Islámico tanto en Irak como en
Siria, así como el rol de la nación árabe contra las amenazas
planteadas por Irán. Mientras que en Arabia Saudita, la coordinación
militar y de defensa para resolver la crisis en Siria y desarrollar
una estrategia para equilibrar la influencia de Irán ocupará un
lugar central en los foros bilaterales y multilaterales, Estados
Unidos espera ayudar a los sauditas a desarrollar capacidades de
defensa. El Presidente Trump pronunciará un discurso sobre el Islam,
una oportunidad idónea para reparar la situación con los musulmanes
de todo el mundo e inaugurar un centro de lucha contra el terrorismo.
Sin embargo, este discurso viene con riesgos significativos de
ofender a su país anfitrión. Este discurso que puede ser inspirador
y esperanzador o quizás un desastre, ya preocupa a algunos analistas
debido a que el redactor de discursos es el arquitecto de la famosa
"prohibición musulmana" aprobada al inicio del gobierno de
Trump.
Sin
duda, este viaje constituye el debut de Trump en la arena
internacional de la diplomacia, ya que en este campo es considerado
un inexperto. Sin embargo, ha estrenado su carrera diplomática con
el viaje al epicentro de la geopolítica global y una de las regiones
más devastadas por los efectos de la guerra y con unos procesos
políticos, culturales y religiosos muy complejos. Generalmente los
presidentes estadounidenses arrancan con misiones de menor
complejidad, como visitar a los vecinos de México y Canadá. La
historia reciente registra el caso de Jimmy Carter quien inició
tanto con Arabia Saudita como con el Irán del Shah Mohammad Reza
Pahlavi y producto de una política exterior errática la región se
convirtió en el tormento de Carter desencadenando la crisis de los
rehenes y posteriormente costándole la reelección a la Casa Blanca
al antiguo gobernador de Georgia. En el caso de Trump, el presidente
debe saber mover sus fichas y de manera estratégica hacer sus
jugadas diplomáticas con mucho tacto para evitar hacer el ridículo,
así como herir sensibilidades.
2.
Triunfar donde el Presidente Obama fracasó. El ex presidente Barack
Obama había tensado las relaciones con Arabia Saudita, y con otros
líderes árabes, que lo consideraban como fuera de contacto con la
región y persiguiendo un peligroso acuerdo con Irán. Por lo tanto,
la participación con los líderes de Oriente Medio ha sido la zona
de confort definitiva del Presidente Trump durante sus primeros 100
días en el cargo. En este período de tiempo, el presidente Trump ha
recibido a más de cuatro líderes árabes en la Casa Blanca, y ha
declarado un reajuste efectivo de las relaciones entre Estados Unidos
y Arabia Saudita, la nación más influyente de la región. Arabia
Saudita también puede desempeñar un papel crítico en la
negociación de la paz entre el mundo árabe e Israel, una hazaña
difícil de alcanzar para cada Presidente de los Estados Unidos desde
la formación del Estado de Israel. Si Trump logra avances, aún
modestos, en el desarrollo del proceso de paz, sería una victoria
histórica.
Por
otra lado, la parte positiva de esta gira para Trump es que llega en
el momento en que su gobierno vive su peor crisis política y como
una válvula de escape le permitirá evadir el escrutinio político
norteamericano y el foco de la prensa, ya que el desarrollo de la
agenda de viaje atraerá un poco de la atención que hoy mantiene el
tema del FBI y las alegaciones sobre la presunta información
clasificada compartida con Rusia. No obstante, su equipo de trabajo
es joven y carece de experiencia por lo cual tendrán que esforzarse
en emplear sus habilidades de manejo de crisis a control remoto ya
que estarán en una localidad lejana y bajo zona horaria muy distinta
a la de la Casa Blanca. Trump no puede permitirse una nueva polémica
en los Estados Unidos mientras se encontrará lejos por 9 días,
mucho menos que la controversia surja en los países anfitriones de
la gira, pues en esta coyuntura de desconfianza global sobre las
nuevas políticas de EE.UU., el resultado del viaje será de todo o
nada, de éxito o fracaso, no de términos medios ya que él debe
convencer a estas naciones de que sus políticas no afectarán a
estos países o a sus relaciones bilaterales.
3.
Crear empleos en los Estados Unidos y arreglar la infraestructura
estadounidense - El Presidente Trump mostrará sus habilidades de
negociación con su yerno Jared Kushner y subraya que la alianza con
Arabia Saudita y otras naciones del Golfo ofrece oportunidades de
negocios atractivas para compañías estadounidenses, poniendo su
atención en las naciones árabes como empresarios serios. El
presidente utilizará su ya famosa firma (ha firmado más de 40
órdenes ejecutivas) para firmar nuevos acuerdos entre Estados Unidos
y Arabia Saudita: uno por 110.000 millones de dólares en equipos de
defensa y capacitación que los sauditas comprarán a empresas
estadounidenses, así como otros 40.000 millones de dólares que
Arabia Saudita invertirá en infraestructura estadounidense. Se
espera que estos acuerdos sean formalizados durante la visita del
Presidente Trump. Tanto la defensa como la infraestructura son un eje
fundamental para la agenda económica de Trump. Para los sauditas, la
visita les ofrece la oportunidad de mostrar las reformas que el país
está haciendo en el marco de su Plan Visión 2030 para diversificar
la economía más allá del petróleo. Además, se espera que se
anuncien varios acuerdos de empresas estadounidenses que van a
invertir en Arabia Saudita.
Este
viaje puede servir como un verdadero respaldo de confianza para el
Presidente Trump mientras los escándalos continúan intensificándose
en Washington. El Presidente Trump buscará aprovechar la oportunidad
para regresar a la Casa Blanca con victorias políticas, militares y
empresariales para ayudar a silenciar a sus críticos, o al menos
hacer que hablen de otra cosa.
Geovanny
Vicente Romero es un analista político, consultor internacional y
profesor establecido en Washington D.C. Es el fundador del Centro de
Políticas Públicas, Desarrollo y Liderazgo RD (CPDL-RD).
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