19 de mayo de 2017
Crédito: Correo del Orinoco
La
República Bolivariana de Venezuela rechaza categóricamente las
declaraciones injerencistas del presidente de los Estados Unidos,
Donald Trump, contra la Patria de Bolívar.
El
ministro del Poder Popular para la Comunicación e Información,
Ernesto Villegas, leyó un comunicado de la Cancillería venezolana
donde se repudia tal acción que solo alienta el deseo de
intervención en el país.
“En
tan sólo cuatro meses de gobierno se ha reunido con tres Presidentes
de la Región, y ha llamado al menos a otros cuatro, para alentar el
injerencismo grosero de esos gobiernos a través de la OEA, y de su
abyecto Secretario General, a fin de desestabilizar el país, alterar
la paz e intervenir y tutelar a Venezuela”, indica el comunicado.
El
presidente Trump, durante una rueda de prensa realizada este jueves
18 de mayo en la Casa Blanca, Washington, luego de sostener una
reunión con su homólogo colombiano, Juan Manuel Santos, manifestó
que la situación en Venezuela es muy grave y por tal razón
trabajará con algunos países de la región para solucionarlo.
A
continuación el texto íntegro:
REPÚBLICA
BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO
DEL PODER POPULAR
PARA
RELACIONES EXTERIORES
COMUNICADO
La
República Bolivariana de Venezuela rechaza categóricamente las
declaraciones del Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica
(EEUU), Donald Trump, el día 18 de mayo de 2017, en el marco de su
encuentro bilateral con el Presidente de la República de Colombia,
Juan Manuel Santos, en la ciudad de Washington, D.C.
Las
agresiones del presidente Trump contra el pueblo venezolano, su
gobierno y sus instituciones han sobrepasado todos los límites. En
tan sólo cuatro meses de gobierno se ha reunido con tres Presidentes
de la Región, y ha llamado al menos a otros cuatro, para alentar el
injerencismo grosero de esos gobiernos a través de la OEA, y de su
abyecto Secretario General, a fin de desestabilizar el país, alterar
la paz e intervenir y tutelar a Venezuela.
Son
un absurdo de antología las expresiones proferidas por el presidente
de los Estados Unidos de Norteamérica, siendo que en su país se
violan en forma horrible, sistemática y masiva los derechos humanos;
su modelo de expansión financiera especulativa ha originado la mayor
desigualdad en el mundo; su complejo industrial militar y mediático
ha sido el causante de violencia letal contra la humanidad; la
promulgación de medidas coercitivas unilaterales con implicaciones
extraterritoriales han obstaculizado el pleno desarrollo social y
económico de los pueblos; ostenta el récord de haber lanzado el
único ataque nuclear en la historia del mundo; y ha protagonizado
más de un centenar de invasiones a naciones soberanas, en descarado
desconocimiento del Derecho Internacional y el sagrado principio de
la igualdad entre las naciones.
Las
posiciones extremas de un gobierno que recién comienza no hacen sino
confirmar la naturaleza discriminatoria, racista, xenofóbica y
genocida que ha caracterizado a las élites del gobierno
estadounidense en contra de la humanidad y en contra de su propio
pueblo, maximizadas ahora por la nueva Administración que reivindica
la supremacía blanca anglosajona por sobre el resto de los pueblos y
culturas del planeta.
Es
realmente una desgracia que se practique la supremacía blanca a
través de “la articulación de una filosofía que ayuda y consuela
a los racistas”, en palabras de Martin Luther King, con la que se
desconocen no sólo los derechos del pueblo estadounidense sino
también las luchas por los derechos civiles en ese país.
Resulta
sorprendente que el presidente Trump se dice preocupado por Venezuela
al lado del presidente del país que es el principal productor de
drogas del mundo, que ostenta las mayores fosas comunes del
continente, que cuenta con nueve mil quinientos presos políticos y
sesenta mil seiscientas treinta personas desparecidas en los últimos
45 años; donde según el Fondo de las Naciones Unidas para la
Infancia (UNICEF), uno de cada tres niños vive en condiciones de
pobreza multidimensional, donde el 80% de los niños no tienen acceso
a la educación inicial, donde la mitad de los trabajadores están en
el sector informal, donde el 42% de hogares rurales vive en
condiciones de inseguridad alimentaria, donde los paramilitares y el
narcotráfico controlan la vida política, económica y social del
país, y donde además, Estados Unidos tiene siete bases militares
que amenazan la paz regional.
Para
Venezuela es desconcertante, además, el lamentable y humillante tono
utilizado por el presidente Trump contra el presidente Santos en
varios momentos de la entrevista.
Como
si fuera poco, es pasmoso que el presidente Trump pretenda atender la
situación en Venezuela recurriendo a los gobiernos de países como
Brasil, sumido en la más bárbara crisis moral e institucional del
planeta, Argentina cuyo presidente aparece en la lista de los
primeros líderes mundiales por corrupción, Perú cuya crisis social
y de derechos humanos es vergonzante, y México, devenido en un
Estado Fallido a merced de la violencia, la desigualdad y el
narcotráfico.
Lamenta
la República Bolivariana de Venezuela que el presidente Trump se
haya dejado imponer la política injerencista y agresiva que han
sostenido sus subalternos del Departamento de Estado hacia Venezuela,
que ha costado muchos sufrimientos al pueblo venezolano.
Es
lamentable, asimismo, que el presidente Trump en su declaración haya
confesado que sus opiniones se basan en los contenidos que contra
Venezuela difunden las mismas corporaciones mediáticas cuyas
campañas de noticias falsas ha sufrido él en carne propia.
Exige
el Gobierno Bolivariano que el gobierno de EEUU cese de inmediato el
financiamiento ilegal a través de sus agencias a factores
extremistas de la oposición venezolana, que han abandonado el camino
de la política para adoptar la violencia, que incluyen formas de
terrorismo, como vía de presión para derrocar a un Gobierno
legítimamente electo, por mecanismos ajenos a los previstos en la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Ninguno
de los actos ilegales causados por estos factores proestadounidenses
en Venezuela serían tolerados dentro del territorio de EEUU, donde
con certeza serían juzgados férreamente con su legislación
antiterrorista.
La
República Bolivariana de Venezuela, en defensa de su soberanía,
obedeciendo los mandatos de su pueblo y la tradición de sus
Libertadores, repudia las declaraciones del presidente Trump, y
lamenta que el mandatario haya tomado la senda ya fracasada de la era
Bush y Obama, éste último quien firmó y ratificó la insólita
Orden Ejecutiva que califica a Venezuela como una amenaza, sirviendo
la mesa al extremismo estadounidense para agredir a nuestra Patria.
Parece
cumplirse profecía de Bolívar: “Los EEUU parecen destinados por
la Providencia a plagar la América de hambre y miserias en nombre de
la Libertad”.
Pero
Venezuela resiste ¡y vencerá!
Caracas,
19 de mayo de 2017
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