14 de mayo de 2017
German Saltrón Negretti
El
precio del petróleo impulsa la posibilidad de explotar los recursos
de hidrocarburos del Ártico. La humanidad se enfrenta aun desafío:
el deshielo producido por el cambio climático acrecienta la
posibilidad de que se pueda acceder aun petróleo antes remoto, pero
esa actividad agravará los efectos del calentamiento global. Las
guerras provocadas por los EE.UU y sus aliados en Medio Oriente y en
Asia han ocasionado inestabilidad geopolítica, cuyas consecuencias
repercuten el precio del barril de petróleo. Al inicio de la crisis
de Irak y Libia, el precio del Brent subió un 15% y llego $120 en
2016. EE.UU y sus aliados buscan las reservas de petróleo, el Ártico
es la fuente de hidrocarburos sin explotar del planeta. El Servicio
Geológico de EE.UU. estima que alrededor del 13% del petróleo aún
no descubierto del mundo está en la zona norte del Círculo Polar
Ártico. Aun cuando esa cifra pareciera significar una gran cantidad,
a nuestro actual ritmo de consumo de petróleo, abastecería tan
sólo cinco años de demanda del mundo.
“Durante
las tres últimas décadas de exploración de petróleo en el Ártico
se han encontrado más de 200.000 millones de barriles de petróleo.
Se estima que hay 114.000 millones de barriles de petróleo no
descubiertos y 56 billones de metros cúbicos de gas natural”, ha
explicado Alaistair J. Fraser, presidente del Instituto de Energía y
Geociencia de Petróleo en el Imperial College de Londres (Reino
Unido). Según el experto que trabajó durante 30 años en la
petrolera BP, “si estas estimaciones son correctas, las reservas de
petróleo del Ártico equivaldrían a una quinta parte de todo el
petróleo no descubierto en el mundo”.
El
interés en los hidrocarburos no deja de señalar la llamada paradoja
del Ártico, los recursos que fueron inaccesibles, ahora son más
fáciles de adquirir debido al cambio climático. Sin embargo, si se
empiezan la explotación, el cambio climático se acelerará en la
región. El Ártico es uno de los tesoros del planeta con una
importancia medioambiental clara. “Tenemos el desafío técnico de
explotar y producir hidrocarbono en un área dónde el hielo está
presente durante la mitad del año, además de la amenaza de dañar
un medioambiente primitivo como el Ártico”, explica Fraser.
La
zona se calienta a una velocidad tres veces mayor a la del resto del
mundo, lo que implica que los ecosistemas de la región encontrarán,
puntos de no retorno. Por la aceleración de la pérdida de hielo que
se ha registrado, se producirán cambios abruptos en muchos de sus
ecosistemas. En febrero de 2012 se registró bajos históricos en la
capa de hielo. Cada verano la capa se deshiela para volver a
congelarse en invierno. Este fenómeno produce otro muy grave, que
los niveles de los mares aumentan inundando las costas, se calcula
que en 2050, Nueva York estará inundada.
La
industria petrolera mundial no está preparada para manejar los
riesgos, y consecuencias de las perforaciones en el Ártico. Un
directivo de una empresa canadiense declaró que “no hay solución
o método al día de hoy que pueda recuperar un derrame de petróleo
en el Ártico”. La industria del petróleo no puede garantizar la
seguridad de las perforaciones en el Ártico y está poniendo sus
ganancias por delante del medioambiente de manera totalmente
irresponsable, ha denunciado Greenpeace
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