29 de abril de 2017
Misión Verdad
En
su último análisis sobre el conflicto político venezolano, el
dueño de la empresa de inteligencia de mercado y toma de decisiones
Datanálisis, Luis Vicente León, se refirió a los escenarios que en
su opinión se van dibujando a medida que avanzan los acontecimientos
y la confrontación estimulada por la dirigencia de la oposición
venezolana.
Con
el título de "¿Qué
puede pasar ahora?", el
dueño de la empresa encuestadora comenta que la convulsión política
se agudizará y que la comunidad internacional (entiéndase el
Departamento de Estado de EEUU y sus aliados regionales) "estará
atenta y activa sobre lo que pasa en Venezuela, lo que aumenta el
costo de la represión, con los riesgos de sanciones actuales o
potenciales".
León
a su vez afirma que un gobierno alternativo "estaría
en graves problemas de estabilidad económica y política" producto
de la confrontación generada para forzar ese cambio político,
dejando entrever que no sería por la vía política y
constitucional.
Asimismo
la oposición venezolana, según el analista, carece de un poder de
negociación lo suficientemente fuerte para hacer retroceder al
chavismo y de un interlocutor válido a lo interno que asuma los
costos políticos de sentarse con el Gobierno nacional para buscar
alternativas al conflicto político actual.
En tal sentido, Luis Vicente León alerta sobre un peligroso escenario, una vía alterna que podría buscar la MUD para continuar con su ruta de conflictividad interna y de asedio contra la institucionalidad venezolana. Según León, de no lograr un cambio político en lo inmediato (acusando al mantenimiento del orden público por parte del Estado de su imposibilidad) podría llevar al país a la "conformación de grupos paramilitares y guerrilleros que pasan a formar parte de la vida cotidiana del país, pero con el gobierno manteniendo el poder".
Francotiradores son captados por una cámara anónima durante las violentas guarimbas en la ciudad de Mérida en 2014; elementos encapuchados provistos de un arma larga disparan su arma en contra de la policía regional, tres funcionarios son heridos de bala. Los elementos accionan su arma de fuego a intervalos de tiempo, y se esconden para evitar ser descubiertos; desde la azotea de las Residencias Los Apamates, avenida Cardenal Quintero de la ciudad andina. (Archivo: RCM / Aporrea.org)
Diversas
técnicas de subversión armada se han venido probando desde el año
2014 en la ciudad de Mérida, entidad cercana a la zona fronteriza
colombo-venezolano.
Probablemente
vincularían la agenda del golpe político al uso de un aparato
paramilitar en ciernes
En
este sentido Luis Vicente León advierte que el antichavismo podría
aplicar esa vía ante la incapacidad de forzar un cambio de gobierno
por la vía rápida.
Sin
embargo, este escenario hipotético también va marcando sus propios
antecedentes y rasgos de realidad.
Los
hechos vandálicos en El Valle la semana pasada (parte de los
involucrados según las autoridades estaban solicitados por delitos
de homicidio y robo), las guarimbas en San Martín hace par de días
y los asesinatos de funcionarios de la gobernación de Mérida, un
trabajador de Cantv en Barinitas y un joven en El Tocuyo (el ministro
Reverol informó sobre
la incautación de armamento pesado y personas vinculadas con hechos
irregulares en la entidad merideña), podrían estar revelando el
nexo entre células paramilitares en proceso de activación
(camufladas como "hampa común"), sobre todo en zonas
próximas con Colombia y algunos corredores periféricos de la zona
norte del país, y las manifestaciones convocadas por la MUD.
A
lo que se suma la
delación de "El Jeferson" (escolta de Richard
Blanco), quien reveló que el plan para la marcha del 19 de abril
consistía en contratar grupos paramilitares, hacerlos pasar por
"colectivos chavistas", y luego de generar violencia y
muertes en la manifestación responsabilizar al Gobierno venezolano
(como sucedió con el lamentable asesinato de Paola Ramírez, a manos
de un militante del partido opositor Vente Venezuela), en el marco de
una agresiva campaña internacional (capitaneada por el Departamento
de Estado de EEUU) para vincular al Estado con delitos de lesa
humanidad y prácticas de terrorismo de Estado.
Expediente
similar que por cierto en el pasado reciente le ha funcionado muy
bien para adelantar sus intervenciones directas e indirectas contra
países soberanos como Libia y Siria.
Elementos
que de la mano con el escenario que proyecta Luis Vicente León,
probablemente vincularían la agenda del golpe político al uso de un
aparato paramilitar en ciernes, con el propósito de elevar la
confrontación política contra las fuerzas de seguridad del Estado y
el chavismo a un grado de mayor violencia y caos.
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