21 de abril de 2017
Crédito: Sputniknews
La
ONU advierte sobre el aumento del riesgo de una guerra nuclear, que
podría comenzar por error debido a la falsa activación de los
sistemas automáticos de detección temprana de misiles balísticos u
otros sistemas de vigilancia militar.
Numerosos
estados del mundo disponen de una gran cantidad de componentes de
alta tecnología que se pueden utilizar con fines militares. Son
satélites, aeronaves no tripuladas y varios sistemas de radar que se
comunican entre sí a través de las redes informatizadas.
Así,
como resultado de un fallo de uno de estos sistemas, algún país
puede confundirlo con un verdadero ataque de misiles y contraatacar.
Estos errores pueden desencadenar una guerra nuclear real y eliminar
la vida en nuestro planeta.
El
Instituto de las Naciones Unidas de Investigación sobre el
Desarme —UNIDIR— publicó un informe que
destaca que los riesgos de una guerra nuclear 'equivocada' crecen a
medida que aumenta el número de sistemas automáticos complejos en
los arsegún el informe, "una mayor dependencia de sistemas
automatizados puede conducir a la confianza errónea, además de
introducir nuevos puntos de vulnerabilidad".
El
documento afirma que en la actualidad muchos países pequeños se
están convirtiendo en potencias nucleares sin disponer de sistemas
de control adecuados. De esta manera, los nuevos poseedores de las
armas de destrucción masiva no serían capaces de defenderlas ante
la amenaza terrorista.
Según
el informe, "una mayor dependencia de sistemas automatizados
puede conducir a la confianza errónea, además de introducir nuevos
puntos de vulnerabilidad".
El
documento afirma que en la actualidad muchos países pequeños se
están convirtiendo en potencias nucleares sin disponer de sistemas
de control adecuados. De esta manera, los nuevos poseedores de las
armas de destrucción masiva no serían capaces de defenderlas ante
la amenaza terrorista.
No
obstante, incluso los países más grandes pueden sufrir fallos en
sus sistemas militares. Así, el informe recuerda el incidente del
Equinoccio de Otoño del 26 de septiembre de 1983, que pudo ser el
último día de vida en nuestro planeta.
El
hombre que salvó al mundo del 'Juicio Final'
En
aquel día otoñal, el sistema de detección de misiles de la URSS
registró una amenaza en forma de cinco misiles nucleares
supuestamente lanzados desde el territorio de EEUU en dirección a la
capital rusa. Según el protocolo, si se detectaba un lanzamiento, el
país soviético tenía que responder con sus propios misiles.
El
teniente coronel Stanislav Petrov, responsable de monitorear el
sistema en aquel momento en el búnker Sérpujov-15 de Moscú, pensó
que había algo muy raro. Le pareció que si Washington tenía
planeado lanzar un ataque global, no tenía mucho sentido hacerlo con
tan solo unos misiles. Y él ignoró la amenaza en vez de alertar al
mando, esperando hasta que los radares confirmaran la amenaza.
Finalmente,
el radar confirmó que no se había producido ningún lanzamiento. La
investigación posterior reveló que había un error en el sistema de
detección de misiles. Así el teniente coronel Petrov salvó a la
Tierra de una guerra nuclear. El incidente se dio a conocer solo en
1998 y no fue hasta 2004 que le concedieron el Premio al Ciudadano
del Mundo (World Citizen Award).
No
obstante, es muy probable que este tipo de incidentes vuelvan a
ocurrir en el mundo moderno, en condiciones de una tensión
geopolítica entre Rusia y los países occidentales o entre EEUU
y Corea del Norte.
Amenaza
de hackeos
Las
conexiones digitales entre las armas nucleares y otros sistemas,
generan un riesgo adicional de que se desencadene un conflicto
nuclear accidental.
"El
mito de que las instalaciones nucleares están físicamente
aisladas —en otras palabras, no conectadas a la red— va
desapareciendo", dice el informe
De
esta manera, para emprender ataques contra instalaciones nucleares,
los hackers pueden utilizar las redes virtuales privadas —VPN—,
que les permitirán aprovechar las vulnerabilidades de los sistemas
informáticos.
Además,
existe el riesgo de que hackeen las redes internas de WI-FI de las
bases militares o arreglen entregas de hardware y software con virus
incorporados.
Los
submarinos nucleares también están conectados a la red y reciben
datos de la temperatura o la salinidad del agua por medio de señales
electromagnéticas. Estas hacen que los sumergibles se vuelvan
vulnerables a las interferencias externas.
Así,
un hacker potencial puede hacer que un submarino nuclear reciba una
señal de ataque errónea, lo que, por su parte, provocará que la
tripulación tome medidas recíprocas.
De
esta manera, los autores del documento concluyen que todos los
sistemas militares, incluidos los sistemas de comunicación entre el
mando y las plataformas de lanzamiento, se encuentran bajo la amenaza
de desatar una guerra nuclear por error.
Tanto
las anomalías naturales, como terroristas y hackers pueden provocar
una falsa alarma de los sistemas automatizados.
peligro inminente
ResponderEliminarhay que eliminar estas armas o ellas nos eliminaran
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