25 de mayo de 2017
Crédito: RT
El
encuentro del G7 terminó con una clara división sobre la cuestión
climática. Contrariando la tradición de diluir diferencias internas
en el lenguaje diplomático, esta vez el comunicado
oficial deja explícita la oposición entre Estados Unidos -
que aún no decidieron si continuarán o no en el acuerdo de París -
y los demás integrantes del grupo. A la luz de la dura política del
G7, observadores sugieren que este es un resultado positivo, ya que
el surgimiento de un "G6" climático, liderado por Europa,
es una clara demostración del profundo compromiso con el Acuerdo de
París. "El fuerte apoyo a la acción climática y al Acuerdo de
París por parte de los otros líderes del G7 ante la indecisión de
los Estados Unidos señala que los costos de retroceso en el clima
son mayores que los costos de enfrentar la agenda obstruccionista del
Presidente Trump, sintetiza Heather Coleman, Directora de Clima y
Energía de Oxfam América.
Los observadores también
destacaron cómo el liderazgo no es sólo proveniente de gobiernos,
sino de un amplio espectro de actores - que va del Papa, que
aprovechó la visita del presidente norteamericano para entregarle la
encíclica Laudato Si, que, entre otros puntos, alerta para los
riesgos del cambio climático, a presidentes de grandes grupos
empresariales. El resultado del G7 demuestra también que el
Presidente Trump está cada vez más aislado en su indecisión sobre
la necesidad urgente de combatir el calentamiento global.
"El
resultado hoy en el G7 muestra que Trump está solo como un
presidente que niega el clima. Ante los llamados de los mayores
aliados de Estados Unidos, del Papa, de miles de voces corporativas,
CEOs e inversores que representan más de 17 billones de dólares en
activos, el presidente aún no ha podido apartarse del dominio de la
industria de combustibles fósiles ", evalúaHeather.
Stephanie
Pfeifer, CEO del Grupo de Inversores Institucionales sobre Cambio
Climático (IIGCC), representando a 135 inversores con más de 18
billones de euros en activos, evalúa que "El presidente Trump
está equivocado en su reticencia a apoyar el Acuerdo de París. Este
pacto fue una conquista importante y su objetivo de mantener el
calentamiento global a menos de 1,5 C es crucial. De aquí en
adelante es fundamental que Estados Unidos mantenga su ambición y
sus esfuerzos para reducir sus emisiones y reconozcan que alejarse de
la dependencia de los combustibles fósiles es inevitable e
irreversible. Ante la ciencia y los crecientes riesgos derivados de
los impactos del cambio climático, los inversores de todo el mundo
quieren que todos los gobiernos busquen una acción climática
inequívoca lo suficiente para proporcionar el ritmo y la escala de
inversión necesarios para conducir la adaptación y permitir una
transición rápida y suave hacia una economía sostenible y de bajo
carbono”, alerta.
Para Iain Keith, Director de
Campañas de Avaaz, "Hoy, los líderes del G6 colocan a nuestro
planeta en primer lugar, mostrando que ni siquiera el presidente de
los Estados Unidos puede parar la inevitable revolución de la
energía limpia. Los intentos de Trump de sacar de los carriles la
acción global sobre el clima no harán que América se haga grande -
sólo la dejarán atrasada en relación al resto del mundo”. Sherri
Goodman, ex Subsecretaria de Defensa de Estados Unidos y Senior
Fellow del Wilson Center, también hizo una evaluación positiva del
resultado del encuentro: "La implementación del Acuerdo de
París es un pilar fundamental de la seguridad global. Ya estamos
enfrentando los impactos desestabilizadores del cambio del clima. Es
por eso que la fuerte señal del G6 hoy para permanecer comprometida
con la colaboración internacional en acciones y soluciones
climáticas es tan importante”. El próximo gran encuentro de
líderes globales será el G20, que este año está presidido por
Alemania. En opinión de expertos, la tendencia es que otros jefes de
gobierno se unirán a la posición de la Unión Europea y China en la
defensa, aplicación y avance del Acuerdo de París.
"Europa,
Canadá y Japón marcaron su posición, exponiendo una vez más que
Trump está aislado del resto del mundo sobre el cambio climático",
destaca Jennifer Morgan, Directora Ejecutiva de Greenpeace
Internacional. "El resultado del G7 confirma que la migración a
fuentes limpias de energía no puede ser detenida y es apoyada no
sólo por los gobiernos, sino por la sociedad en general. Los líderes
deben ahora mantener la resolución y garantizar que el G20 señale
aún más ambición climática. El presidente Trump debe ahora volver
a Washington y tomar la decisión cierta, tomando en serio los
cambios climáticos y actuando con el resto del mundo”, completa.
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