miércoles, 31 de octubre de 2018

NADIE ENTRARÁ A EE.UU ASEGURA TRUMP EN REFERENCIA A LA "CARAVANA" DE MIGRANTES PROCEDENTES DE CENTROAMÉRICA. YOUTUBE.


LA HOJILLA CON MARÍA ALEJANDRA DIAZ Y ALVARO RIVAS Y LA GUERRA ECONÓMICA.


Miguel Díaz-Canel, presidente de Cuba

Mandatario cubano visita Rusia: ¿Qué busca Díaz-Canel en Moscú?

© AFP 2018 / Philippe Huguen
POLÍTICA
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MOSCÚ (Sputnik) — El presidente del Consejo de Estado y del Consejo de Ministros de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, aprovechará su primera visita a Rusia para reafirmar el diálogo estratégico entre Moscú y La Habana, considera Dmitri Burij, experto del Instituto Ruso de Estudios Estratégicos.
Díaz-Canel llegará a Moscú el 1 de noviembre y al día siguiente se reunirá con el presidente ruso, Vladímir Putin.
"En el plano político, se reafirmará el diálogo estratégico entre nuestros países y, por supuesto, (…) se plantearán los principios clave por los que se guiará Cuba en un futuro cercano, incluyendo las relaciones con Estados Unidos", dijo el analista a esta agencia.
Según Burij, uno de los temas centrales de las negociaciones será la cooperación económica y comercial, que actualmente va en aumento.
"Toda una serie de nuestras empresas realizan proyectos en la economía cubana, de la petrolera Rosneft a Ferrocarriles de Rusia (RZD) en materia de infraestructura", indicó el experto.
Agregó que los líderes ruso y cubano debatirán también la cooperación técnico-militar, aunque señaló que este tema no será prioritario.
Burij constató además que en los últimos 20 años Cuba ha logrado diversificar sus relaciones económicas exteriores y ya no depende tanto de Rusia.
A modo de ejemplo, mencionó que La Habana ha venido desarrollando sus lazos con China, los países de Europa y América Latina. 
Soldados rusos (imagen referencial)

Base militar rusa en Venezuela, ¿el último obstáculo de EEUU para invadir el país?

© Sputnik / Vasily Batanov
REPORTAJES
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Denis Lukyanov
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Venezuela sigue estando en el centro de atención de los países a los que no les conviene la existencia de un Estado verdaderamente soberano en su 'patio trasero'. A Caracas le suelen amenazar hasta con una intervención militar solo porque el Gobierno del país se niega a actuar en función de los intereses extranjeros.
En esta lucha por su independencia, Venezuela se ha convertido en la víctima de una dura guerra económica. Mientras el Gobierno trata de minimizar los daños, los enemigos del país tratan de apretar aún más la soga e introducen cada vez más sanciones.
Al ver que las medidas indirectas no consiguen los resultados deseados, algunos políticos pierden sus nervios y optan por amenazas directas. El Gobierno venezolano, por su parte, percibe bien el riesgo que corre, por eso baraja diferentes opciones para protegerse de una posible invasión.
En el pasado ya sonaron voces a favor del despliegue de una base militar extranjera en suelo venezolano como una medida disuasiva. En particular, se discutía la posibilidad de emplazar un contingente militar ruso.
El embajador venezolano en Rusia, Carlos Rafael Faría Tortosa, en una reciente entrevista a Sputnik declaró que la cuestión del despliegue de una base rusa en Venezuela "hasta ahora no se ha planteado".
Pero ¿podría teóricamente tal paso hacerle pensar dos veces a cualquier invasor antes de pisar el terreno del país? Sputnik conversó con un experto venezolano y un experto ruso para conocer sus opiniones en cuanto a si esta propuesta es factible o no.

Tiempos turbulentos

"En el siglo XXI, cuando predomina la multipolaridad, cualquier acción disuasiva que frene los esfuerzos unilaterales por parte del Gobierno de Estados Unidos y promueva el respeto a la autodeterminación y la soberanía de las naciones puede ser bienvenido o incluso bien visto", dijo a Sputnik el politólogo venezolano Walter Ortiz.
Caracas ha rechazado en reiteradas ocasiones la posibilidad de algún tipo de acción bélica en contra de Venezuela por las consecuencias que esta puede tener para el país y para sus vecinos.
"Cualquier acción constructiva que garantice la soberanía, la paz y la integridad de la República Bolivariana de Venezuela podría estar sobre la mesa", declaró Ortiz, si bien no precisó cuál sería la medida más adecuada para afrontar una posible invasión.
No es ningún secreto que Venezuela tiene una estrecha relación con la Federación de Rusia, incluso en el ámbito militar. En este sentido, sería lógico que la posibilidad de emplazar una base militar rusa en Venezuela esté sobre la mesa del Gobierno del país, continuó.
Los dos países profundizan la cooperación a medida que otros actores pretenden generar un clima de desestabilización regional.
Los esfuerzos que Rusia está haciendo en estos momentos son evidentes. Actualmente, la cooperación entre Moscú y Caracas puede ser descrita como una relación ganar-ganar: es decir, ambos pueblos y Gobiernos fortalecen posiciones, subrayó el entrevistado.

Desde otro ángulo

Existe un gran número de otras acciones preventivas que Venezuela pudiera tomar para impedir la agresión. A juicio de Ortiz, Caracas podría recurrir a medidas económicas, como, por ejemplo, abrirse a nuevos actores, que no necesariamente son los que actualmente mantienen una posición agresiva respecto a Venezuela.
Una opción sería reducir la beligerancia entre Venezuela y algunos de los países de Europa y Estados Unidos, pero por ahora esto no parece ser una opción real, de acuerdo con el entrevistado.
"De todos modos la tarea es mantener el orden interno y preservar la integridad del Estado-nación venezolano", declaró.
Entretanto, sería para el bien de todos que los vecinos de Venezuela percibieran el incremento de las relaciones con Rusia como una manera de fomentar el desarrollo de todos los pueblos latinoamericanos.
"El tiempo actual impone que debemos actualizarnos a los nuevos procesos. Tener relaciones más estrechas con Rusia favorece el desarrollo no solo de Venezuela, sino también del resto de los pueblos de América Latina", detalló.
Al juzgar por las declaraciones de la clase dirigente de Estados Unidos, a Washington no le gusta esta idea. En realidad, su retórica se asemeja a la de los tiempos de la Doctrina Monroe. Esto supone que los países de América Latina solo pueden estar bajo la influencia de Estados Unidos.
"Algunos vecinos de Venezuela tienen una relación estratégica con Estados Unidos. Sin duda alguna, estas relaciones tienen un contrapeso en las relaciones que tiene Caracas con otros actores", concluyó Ortiz.

Efectos colaterales

La cuestión del emplazamiento de una base militar rusa en Venezuela es un asunto bastante controvertido porque actualmente Moscú tiene dos problemas pendientes: el problema ucraniano y la guerra civil en Siria, explicó en su comentario a Sputnik el vicedirector del Instituto de América Latina de la Academia de Ciencia de Rusia, Borís Martínov.
"Es poco probable que Estados Unidos lance una intervención a gran escala contra Venezuela. Sin embargo, si esto pasara, esto podría provocar un verdadero incendio en América del Sur y sería muy difícil apagarlo", planteó.
En particular, esto provocaría graves problemas en sus vecinos, entre ellos, Colombia, que se encuentra actualmente en un proceso de pacificación después de años de una cruenta guerra intestina.
Una invasión podría hacer que todo este trabajo haya sido para nada. Si Estados Unidos osa lanzar esta operación, cometería un error enorme, destacó el experto ruso.
Por el otro lado, si Rusia y Venezuela acordaran el emplazamiento de una base militar en el territorio del país caribeño, esto provocaría un fuerte repudio por parte de Estados Unidos, dijo Martínov.
"Washington acusaría a Moscú de injerir en los asuntos ajenos, si bien el mismísimo Estados Unidos se entromete en los asuntos de otros países constantemente. Sería un escenario de fuertes tensiones", agregó.
Si el suelo venezolano se convirtiera en una zona de combate, el conflicto no tendría un rápido desenlace.
De todas maneras, cualquier ayuda de Rusia a Venezuela no podría considerarse como una intervención, ya que el Gobierno de Nicolás Maduro es el Gobierno legítimo del país.
Al mismo tiempo, hoy es difícil prever cómo se desarrollaría la situación en este caso. También hay que entender que el despliegue de la base rusa sería ventajoso sobre todo para Venezuela y no para Rusia, manifestó.

El peor de los escenarios

Si excluimos la posibilidad del despliegue de una base militar rusa, Venezuela tendría varias opciones para resistir a una posible invasión. En el peor de los casos, vaticinó el experto ruso, Caracas recurriría a la movilización total de la población y a una guerra de guerrillas. También podría tratar de apelar ante la ONU para atraer la atención mundial.
Rusia podría ayudar al Gobierno de Maduro de manera política. Moscú podría plantear la cuestión en el Consejo de Seguridad y vetar cualquier decisión que sea dirigida en contra de la soberanía de Venezuela.
Pero en este caso es importante entender que Estados Unidos puede sortear las decisiones del Consejo, argumentó Martínov.
"Nadie estaría interesado en que el conflicto tenga un carácter prolongado, ni siquiera Estados Unidos, que siempre apuesta por una guerra rápida. Pero una invasión estadounidense no sería un simple paseo, por eso es poco probable que tome el riesgo de iniciarla", declaró.
"Es difícil predecir qué pasará en Venezuela en los próximos años, porque incluso el pronóstico de tiempo es más preciso. Puede pasar cualquier cosa", añadió.
Rusia por ahora sigue con los suministros de armas a Venezuela, que no se puede equiparar con la creación de una base militar real.
De este modo, Rusia simplemente cumple con sus contratos. Sin embargo, esto de alguna forma puede contribuir a prevenir cualquier agresión contra la tierra venezolana, aseguró el entrevistado
"El Ejército venezolano es una fuerza capaz y fuerte y goza de buen equipamiento en comparación con sus vecinos. Como dijo alguna vez el presidente Vladímir Putin: el Ejército no solo es metal, sino sobre todo las personas que aptas para usarlo", cerró.

¿Volverá Rusia a desplegar sus misiles nucleares en Cuba?

QUÉ PASA
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Víctor Ternovsky
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Rusia tiene que recuperar su presencia militar en Cuba ante el peligro de que EEUU emplace sus misiles nucleares en Europa. Según el experto militar ruso Ígor Korótchenko, esa debería ser la respuesta a la intención norteamericana de salir del tratado INF, firmado con Moscú en 1987, gracias al cual Washington tiene sus manos atadas para hacerlo.
"Tenemos que volver a Cuba, necesitamos allí tres bases militares. Una de inteligencia electrónica para poder controlar y entender qué hace EEUU. Una base para nuestros submarinos nucleares multifuncionales. Y, si EEUU sale del tratado INF, podríamos desplegar allí sistemas de misiles adecuados, lo cual contribuiría a la seguridad cubana y a la lucha antiterrorista internacional. Es necesario un acuerdo entre Cuba y Rusia de cooperación estratégica y de alianza militar", sostuvo Ígor Korótchenko.
El experto no descartó que el respectivo tema se aborde durante la próxima visita a Moscú del presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, donde se reunirá el 2 noviembre con el mandatario ruso, Vladímir Putin.
Moscú y La Habana ofrecen una escasa información sobre las conversaciones que mantendrán los dos líderes. Según la Cancillería cubana, se suscribirá "una Declaración Conjunta entre ambos presidentes sobre los temas de la agenda internacional". La Presidencia rusa, a su vez, se limita a decir que "se tiene previsto abordar el estado y las perspectivas de la cooperación estratégica ruso-cubana en distintas áreas, así como intercambiar opiniones sobre actuales problemas internacionales y regionales".
El que el tema militar esté presente en la entrevista entre Miguel Díaz-Canel y Vladímir Putin lo permite suponer la última Comisión Intergubernamental cubano-rusa para la cooperación económico-comercial y científico-técnica. En la misma, celebrada entre los días 29 y 30 de octubre, se habría acordado un crédito de 50 millones de dólares para la adquisición por la parte cubana de armamentos y equipos militares rusos, según adelantó anteriormente el diario ruso Kommersant.
Tampoco se pierde de vista que el viaje a Moscú del líder cubano tiene como telón de fondo una nueva escalada de tensión entre La Habana y Washington, fruto de los esfuerzos norteamericanos para hacer fracasar en la próxima Asamblea General de la ONU un proyecto de resolución para poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por EEUU contra Cuba.
Algunas declaraciones que se hacen desde la Cámara Alta del Parlamento ruso, que emitió recientemente un comunicado de repudio a las políticas estadounidenses hacia Cuba, también dan lugar a augurar un salto en las relaciones militares entre Moscú y La Habana. Según se desprende de las palabras del senador Vladímir Shamánov, Moscú considera la opción de Cuba ante la postura de EEUU sobre el tratado INF. Insistió, asimismo, que es la parte norteamericana quien empuja al mundo a una reproducción de la Crisis de los Misiles, que en el lejano 1962 podría haber desembocado en una guerra nuclear.
Consultado al respecto por Radio Sputnik, el general mayor ruso Mijaíl Makaruk manifestó que su "larga experiencia en las Fuerzas Armadas y el Estado Mayor" le permite "sacar la conclusión de que es urgente que Rusia aproveche todas las oportunidades, en particular, intensifique la cooperación con sus socios confiables en el plano militar y estratégico, para impedir que sus potenciales adversarios consigan una superioridad militar y den un golpe relámpago que se quede sin respuesta". 
"Las circunstancias que se están creando, es decir, el continuo acercamiento de la OTAN a nuestras fronteras, algo que se va a intensificar debido a las posturas adoptadas por países como Ucrania y Georgia, nos obligan a negociar con las autoridades cubanas, teniendo en cuenta la experiencia que tuvimos en 1962, cuando la Unión Soviética desplegó en la isla sus misiles nucleares. Creo que la parte rusa está estudiando esta opción para persuadir a EEUU de que deje de acercar sus infraestructuras militares a Rusia. No tengo ni la menor duda de que estas cuestiones sean abordadas por Vladímir Putin y Miguel Díaz-Canel", señaló el también vicepresidente de la Sociedad de Amistad Cuba-Rusia.
El gran conocedor de las relaciones ruso-cubanas Arturo López-Levy, profesor de Relaciones Internacionales en el Gustavus Adolphus College en Minnesota (EEUU) y autor del libro 'Raul Castro and the New Cuba', coincidió en que la intención de la Administración Trump de "terminar el tratado INF" es "preocupante".
Las banderas de Cuba y Rusia
© SPUTNIK / PRESS SERVICE OF RUSSIAN MINISTRY OF DEFENCE
"Yo creo que es una medida irresponsable, porque, independientemente de que en la aplicación de un tratado puedan haber diferentes visiones sobre cómo se está cumpliendo, en lo fundamental, el tratado INF habría sido respetado por ambas partes, habría mantenido cierta estabilidad dentro de la carrera armamentista nuclear y yo creo que ayudó mucho a relajar las tensiones de la Guerra Fría y proveyó un ambiente ejemplo que actuó como cierta incitación a emular en la limitación de esa carrera para otras potencias. Yo creo que se ha abierto una lata de gusanos y ojalá una actitud menos irresponsable y más constructiva empiece a retornar a Washington, algo que no se puede garantizar, teniendo en cuenta la retórica del presidente Trump y, sobre todo, la de algunos de sus asesores, como es el caso de John Bolton", apuntó. 
"Con relación a la respuesta rusa", Arturo López-Levy indicó que, aunque La Habana "tiene intereses de seguridad que dictan una cooperación militar con Rusia", es "muy poco probable que Cuba vaya a aceptar ningún cohete, porque no tiene interés en llevar la discusión con EEUU hacia ese nivel".
"Las decisiones cubanas se toman en La Habana, no en Moscú, y que Moscú necesite algo no quiere decir que Cuba se lo vaya a dar automáticamente", subrayó el experto.