30 de abril de 2017
Germán Saltrón Negretti
Donald
Trump presentó el 19 de abril 2017, su regalo a los ricos con una
reforma tributaria. Advirtió de nuevo a todos los jueces
estadounidenses que se atrevan a desafiarlo. Anuncio otra estrategia
para criminalizar a los inmigrantes y firmó más órdenes
ejecutivas. Steven Mnuchin Secretario del Tesoro calificó la reforma
como el mayor recorte de impuestos en la historia, incluida una
dramática reducción del impuesto sobre todas las empresas del 35%,
que casi nadie paga, la tasa efectiva calculada esta al alrededor de
20% a 15%. El Congreso tendrá que aprobar esta reforma, pero con el
cabildeo es legal en EE.UU seguro que será aprobado.
La
propuesta reduce también las tasas sobre las personas naturales,
anula el impuesto sobre la renta sobre el patrimonio, para todos los
herederos de fortunas, y medidas para simplificar el código
tributario. No causa ninguna sorpresa estas leyes, porque su gabinete
está integrado por el mayor número de millonarios en toda la
historia de EE.UU. Gary Cohn, asesor económico del presidente
aseguró que esta medida hará crecer la economía y crear más
empleos. Sin embargo, opositores demócratas expresan preocupación
sobre el impacto de estas medidas en el déficit gubernamental. El
Center for Tax Policy calcula que sólo el recorte de la tasa
impositiva sobre empresas costará alrededor $ 2.4 billones en una
década. El ex secretario de Trabajo Robert Reich, denuncia que esto
va a requerir recortes masivos en programas para los pobres, y
mayores impuestos para la clase media.
Esto
es una reducción masiva de impuestos para los ricos, comentó Hunter
Blair, experto del Instituto de Política Económica (EPI, por sus
siglas en inglés). Algunos analistas conservadores insisten, son
ecos de los argumentos de la era de Ronald Reagan. Pero el Servicio
de Investigación del Congreso (CRS) estudió los recortes de
impuestos desde el año 1945 y no evidenció ninguna correspondencia
con el crecimiento económico. Sin duda, Trump insistirá en su
afirmación de que está trabajando sobre un plan populista diseñado
para impulsar la economía.
Trump
está cocinando un regalo fiscal irresponsable para plutócratas,
concluyó John Cassidy, de The New Yorker. Vale recordar que los dos
funcionarios que presentaron el plan, y que están encargados de
elaborarlo, son ex jefes ejecutivos de Goldman Sachs. Otra mala
noticias para los pobres, es que Trump y los republicanos dentro del
Congreso están preparando otro asalto para desmantelar la reforma de
salud de Barack Obama, después del humillante intento anterior. Por
eso Trump amenaza a todos los jueces, como el Juez Federal William
Orrick quien ordenó la suspensión temporal de la orden ejecutiva
firmada por el, ordenando suspender la asistencia federal a toda la
ciudad que se declare santuario para inmigrantes.
El
Departamento de Comercio de EE.UU. publicó este sábado los datos
sobre su crecimiento económico, durante el primer trimestre de 2017,
y PIB creció solo un 0,7 por ciento, siendo este el índice de
consumo y expansión registrado más bajo en los últimos tres años.
Trump es fascismo en su máxima expresión para los Estados Unidos y
el mundo. Puede destruir el planeta con una guerra nuclear.
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