25 de mayo de 2017
La
Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb) emitió un comunicado este
jueves 25 de mayo en el que rechazó las declaraciones de la Fiscal
de la República, Luisa Ortega Díaz, en las que afirmó que el
joven Juan Pernalete falleció por el impacto de una bomba
lacrimógena "sin que culminen las investigaciones y el
proceso judicial".
Mediante un comunicado firmado por
el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, el organismo
reafirmó su compromiso con la defensa de la paz y la seguridad del
pueblo, bajo los principios del respeto a los derechos humanos
establecidos en la Constitución, la adecuada capacitación de
aquellos funcionarios castrenses que cumplen labores de orden público
y la preservación de la dignidad y honor militar.
A
continuación, el texto íntegro:
La Fuerza Armada
Nacional Bolivariana posee una rica y hermosa historia republicana,
pues al fragor de las luchas independentistas forjó el nacimiento
mismo de la Patria y ha desempeñado un rol protagónico en la
consolidación de la democracia, como bien supremo de la
venezolanidad. En la compleja coyuntura política, económica y
social que lamentablemente vive el país en la actualidad, ha llevado
a cabo un esfuerzo superlativo para preservar la paz, proteger la
vida como derecho fundamental y la estabilidad institucional.
Sin
embargo, es imperativo precisar lo siguiente:
Resulta
sumamente preocupante, que se haga pública una precalificación de
hechos en el caso de la muerte del estudiante Juan Pernalette, al
indicar que la misma se produjo debido al impacto de una granada
lacrimógena presuntamente disparada por la Guardia Nacional
Bolivariana. Esta hipótesis, no solo afecta el espíritu de cuerpo
de nuestros efectivos, sino que podría además instigar a la
violencia contra ellos y alimentar la matriz negativa que quieren
posicionar grupos de derecha sobre este Componente de la institución
castrense.
Es importante señalar, que a todos los niveles
de comando de la organización militar, se ordenan y se supervisan
las operaciones ejecutadas para restablecer y mantener el orden
interno como parte de las tareas constitucionalmente asignadas, y las
mismas se llevan a cabo en el marco de un absoluto respeto por los
derechos humanos. Conviene resaltar, que en los casos de excesos
detectados en la actuación de unidades de manera colectiva o alguno
de sus integrantes en forma individual, se han aplicado los
procedimientos administrativos disciplinarios o penales
correspondientes, orientados a corregir y/o castigar este tipo de
irregularidades. De ninguna manera se asumen solidaridades
automáticas, muy a pesar del deber que tenemos de velar en todo
momento y circunstancia por el bienestar y estabilidad de los
subordinados.
Al abrigo de la Revolución Bolivariana, la
Fuerza Armada Nacional Bolivariana desechó de su filosofía y
doctrina la naturaleza represiva con que actuaba en el pasado, para
adquirir un carácter eminentemente popular y humanista, pues su fin
ulterior será siempre servir a los más sagrados intereses del
pueblo venezolano. En tal sentido, sus hombres y mujeres reciben el
adiestramiento indicado para participar en el control del orden
público y la efectividad del mismo puede evidenciarse, si se analiza
objetivamente que, ante las múltiples y variadas manifestaciones de
tipo violento, agresiones físicas y verbales, los cientos de actos
vandálicos y asaltos a establecimientos comerciales ocurridos
durante aproximadamente dos meses, siempre se ha asumido una actitud
de contención, evitando la confrontación de grupos antagónicos, el
enfrentamiento cuerpo a cuerpo con los manifestantes e impidiendo la
propagación de la violencia.
La anterior afirmación
cobra mayor relevancia, al considerar que los ataques irracionales
perpetrados contra siete instalaciones sedes de unidades militares,
los cuales incluyeron el uso de armas de fuego, artefactos
incendiarios y objetos contundentes; tuvieron una respuesta tan
profesional de parte de nuestros soldados, que no generaron heridos
ni fallecidos en los atacantes. Vale decir que estos hechos son
invisibilizados por los medios de comunicación y no han sido
debidamente investigados por parte del Ministerio Público, órgano
que ejerce en nombre del Estado, la acción penal pública. También
llama la atención que se desestimen actuaciones policiales de hechos
flagrantes que violan los derechos a la vida, a la propiedad y al
libre tránsito, entre otros.
Por eso lamentamos y
rechazamos categóricamente la ligereza con que se efectúan
declaraciones que intentan soslayar el liderazgo de la institución,
conformada por venezolanos y venezolanas, quienes en el cumplimiento
de sus deberes actúan con un estoicismo tal, que los lleva a
sacrificar incluso sus propias vidas, horas de sueño, su
alimentación, su descanso y la atención de sus propias familias,
para asegurar el pleno disfrute de los derechos de sus conciudadanos
sin distingo de ninguna clase. Siendo así, sorprende que se nos
acuse de inacción o ausencia ante situaciones violentas sucedidas en
ciertas regiones del territorio nacional, pues en el empeño de
preservar la convivencia pacífica no se ha escatimado ningún
esfuerzo.
Por otra parte, vale recordar que el artículo
55 de la Carta Magna asigna a los órganos de seguridad ciudadana del
Estado, la responsabilidad de proteger la vida y la integridad física
de las personas, sean estas manifestantes o no; por lo tanto deben
proteger a la colectividad y sus bienes, asegurando además el normal
funcionamiento de las instituciones públicas y privadas al igual que
los servicios que pudieran verse afectados. Asimismo, es imperioso
aclarar que el Código Orgánico de Justicia Militar en sus artículos
501, 502 y 505, referidos a los delitos militares de "Ultraje al
Centinela y a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana", así como
el artículo 552 referido a delitos contra la seguridad de esta
última, establecen penas para quienes violen tal normativa, sin
exceptuarlos por su condición de militar o no militar.
Sobre
la base de lo expresado anteriormente, la institución castrense
rechaza la impunidad y exige justicia, razón por la cual ve con
beneplácito la extensión del funcionamiento de la Comisión de la
Verdad, Justicia y Paz para atender la violencia política en el
país. De igual modo, reitera su indefectible compromiso con todo el
pueblo venezolano, de garantizar la paz ciudadana necesaria para el
progreso y desarrollo de la Nación, y ratifica su apoyo a la
Asamblea Nacional Constituyente convocada por el ciudadano Nicolás
Maduro Moros, Presidente Constitucional de la República Bolivariana
de Venezuela, nuestro Comandante en Jefe, que representa un espacio
para encontrar soluciones a los problemas que nos aquejan, en el
marco del entendimiento, la armonía y la hermandad que siempre nos
ha caracterizado.
La Fuerza Armada Nacional Bolivariana
continuará realizando sus tareas constitucionalmente asignadas,
preservando su dignidad y honor militar, aferrándose al ideario
bolivariano que nos recuerda lo dicho por el Libertador Simón
Bolívar en su Manifiesto de Carúpano, el 07 de septiembre de 1814:
"... dichosísimo aquel que corriendo por entre los escollos de
la guerra, de la política y de las desgracias púbicas, preserva su
honor intacto...".
¡Chávez
vive... la Patria Sigue!
¡Independencia y Patria
Socialista...
Viviremos y Venceremos!
Vladimir
Padrino López
General en Jefe
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