Transcribo
partes de las conclusiones del Encuentro de la Sociedad Civil, organizado por la UCAB , del 10 al 15 de mayo de
1993, bajo el patrocinio de la Conferencia Episcopal Venezolana, el P Luis
Ugalde indicaba lo siguiente: “El Episcopado venezolano en los últimos años ha
abordado sistemáticamente aspectos centrales de la situación nacional que
venían deteriorándose gravemente. Los trágicos acontecimientos del 27 de
febrero de 1989, del 4 de febrero y del 27 de noviembre de 1992, en buena parte
reflejan el agotamiento de la manera actual de hacer política, economía y de
todo aquello que tiene que ver con una convivencia digna y justa para todos los
venezolanos (...) Introducción de
Luís Ugalde, S.J. “A continuación presentamos los consensos y disensos:
(...)
“La sociedad civil venezolana sabe lo que no quiere. No hay que explicar más,
pues lo sufre cada día. La Sociedad Civil sabe lo que necesita, pues del
padecimiento cotidiano en esta sociedad de miseria en la opulencia, surge con
claridad el necesario y deseado horizonte de bienestar compartido”. Los obispos
venezolanos somos cuidadosos en no
asumir posiciones partidistas, ni arrogarnos competencias técnicas que están
fuera de nuestra específica misión. Por eso siempre exhortamos a todos los
venezolanos que aporten sus específicas competencias y preparación técnica para
producir soluciones”
“El
país exige un nuevo sentido de lo público que permita recuperar esta dimensión
de la vida venezolana, de ese inmenso saqueo al que ha sido sometido por lo
menos, en los últimos veinte años. Los venezolanos no queremos la liquidación
de lo público, ni su entrega en subasta al mejor postor. Queremos, sí, que se
devuelva a lo público su carácter de expresión de voluntad común de construir
una sociedad digna y justa para todos”.
“LA SOCIEDAD CIVIL entiende en la actual
coyuntura venezolana la urgente necesidad de restablecer los equilibrios
macroeconómicos, controlando factores como la inflación empobrecedora, el
déficit fiscal, el déficit en la balanza de pagos o la insostenible inflación
de la actividad financiera que ahoga irremediablemente la economía real
productora de los bienes y servicios que el país más necesita”.
EN
EL AREA SOCIAL “Todas ellas partieron del diagnostico evidente según el cual la
calidad de vida del venezolano, ha descendido en los últimos 12 años a niveles
alarmantes, los cuales se expresan en un aumento de la pobreza en el país en
poco menos del doble entre 1978 y 1989. Situación ésta que requiere de un
replanteamiento de lo que ha sido la política social, la disminución del
ingreso y los roles públicos y privados en la prestación de servicios sociales
y públicos”.
“La
atención de los problemas sociales por parte de la sociedad civil es reconocida
como un ámbito para la participación comunitaria y la autogestión. Existe consenso en relación al estímulo a la
participación democrática que se desprende de los intentos de las comunidades
en resolver sus problemas locales. En este sentido, es percibida favorablemente
la transferencia de recursos desde el Estado hacia organizaciones locales,
regionales y nacionales que ejecutan programas de servicio social en áreas de promoción,
educación, formación, recreación, salud, etc”
“Finalmente,
la SOCIEDAD CIVIL
sabe que nada de esto es posible sin una verdadera revolución educativa que
lleve a esta sociedad anestesiada por la renta petrolera, cómplice de
corrupciones y despilfarros a otra más organizada, con mayor capacidad
productiva, con mayor espíritu de contribución y de vigilancia pública”.
Entonces,
por qué la iglesia católica critica tanto
al presidente Chávez, si
reconocían para el año 1992, “el agotamiento de la manera actual de hacer
política económica de los gobiernos de la cuarta república que tenían sumido al
pueblo venezolano en la miseria.
Germán Saltrón Negretti.
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