El
petróleo es la clave que permite descifrar los enigmas de la política
venezolana de los últimos cien años. La historia contemporánea de Venezuela es
la historia de las pugnas entre los intereses petroleros y las fuerzas
progresistas venezolanas; de los regímenes dictatoriales impuestos a la nación
por los imperios extranjeros, que explotan nuestros recursos petroleros. De la entrega incondicional a los ambiciosos
conquistadores del oro negro, por los proxenetas políticos de la indignidad
nacional.
Ningún
presidente venezolano había ejercido su soberanía nacional en forma plena, en
lo económico, social, cultural y militar como este gobierno bolivariano y
revolucionario, conducido por el presidente Chávez y apoyado por la mayoría del
pueblo. El patriotismo, valentía y solidaridad demostrado por el presidente,
desde 1999, ha
ocasionado que éste gobierno sea el más acechado, amenazado y agredido por el
gobierno de Estados Unidos y sus lacayos venezolanos.
Si
realizamos un análisis de algunos golpes
de Estados en la historia contemporánea
del país, propiciados por los gobiernos estadounidenses contra Cipriano Castro,
Isaías Medina Angarita, la Junta de Gobierno presidida Rómulo Gallegos y por supuesto contra el presidente Hugo Chávez,
se deben a las políticas petroleras tomadas por estos gobernantes para imponer
mas control de la industria petrolera o el aumento del impuesto a las empresas
petroleras.
No
debemos olvidar el golpe de estado del 11 de abril de 2002, el paro empresarial
y petrolero, así como los planes estadounidenses de operaciones militares
conjuntas, con la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN),
denominada Operación “Balboa”, preparados antes del golpe, con la intención de
invadir a Venezuela. Tenían identificados los objetivos militares concretos
para sus bombardeos. Tenían submarinos y helicópteros gringos en las playas del
estado Falcón y el aeropuerto de Maiquetía. Estos planes estaban preparados
para ser ejecutados, en caso de
producirse resistencias de las Fuerzas Armadas leales al presidente
Chávez. Afortunamente, el presidente fue
restituido en cuarenta y ocho horas por la acción decidida de la mayoría de las
Fuerzas Armadas y del pueblo venezolano.
El golpe
de estado y el paro petrolero, permitieron al presidente Chávez fortalecer las Fuerza Armada Nacional,
excluyendo a los oficiales antipatriotas, así como la destitución de la directiva vende patria de PDVSA. La
amenaza contra Venezuela continuará, ahora con más razón y fuerza que estamos
reconocidos como el pais en el mundo con más reservas petroleras. No debemos
descuidar la seguridad y defensa de nuestra soberanía, en la cual estamos
obligados todos (as) a defender o de lo contrario ser juzgado como traidores a
la patria. Vigilar a PDVSA y su lucha
solapada en el interior de la misma, donde sectores de la derecha
contrarrevolucionaria, aunque vestidos con franelas rojas han venido retomando
espacios de control en la industria.
Germán Saltrón Negretti.
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