Colombia tiene una guerra civil desde hace cincuenta
años, COMENZÓ CON EL ASESINATO DE JORGE ELIÉCER GAITÁN EL 9 DE ABRIL DE 1948,
DONDE EL CRIMEN HA ALCANZADO DIMENSIONES INCREIBLES, se calcula que han muerto más
de trescientos mil personas, actualmente, es el país más peligroso de América
Latina.
Desde que Álvaro Uribe llegó al poder en 2002 han sido
asesinados mas 500 sindicalistas. En respuesta a la preocupación por los
asesinatos, Uribe descalificó a las víctimas a las que llamó ‘un panda de
criminales vestidos de sindicalistas’. Se están investigando más de 1.000 casos
de asesinatos ilegales por parte de los militares. Existen decenas de casos de
soldados que capturan a hombres inocentes, los asesinan y los visten como
enemigos combatientes. Se cree que cientos de miembros de las fuerzas de
seguridad han participado en estas actividades.
Pero la guerra es igual de sanguinaria contra campesinos,
indígenas y otras organizaciones, al ejército colombiano adiestrado y equipado por Estados Unidos, se
agregan paramilitares que actúan coordinados por militares continúan asesinando colombianos. Se calcula
que a consecuencia de los enfrentamientos hay cuatro millones de desplazados
internos, además de otros cinco millones que han emigrados a otros países.
El año anterior, 1999, el presidente de Colombia
Pastrana, junto con Clinton había concebido un proyecto que denominaron el Plan
Colombia para combatir las drogas y la guerrilla. En esa misma fecha se
iniciaron conversaciones de paz con las FARC, el mayor grupo rebelde, el cual
resultaron abortadas por los militares guerreristas colombianos y estadounidenses.
Después de nueve años, de implementado el Plan Colombia
sigue siendo el principal proveedor de cocaína y heroína a los Estados Unidos.
En abril de 2000, se debeló la farsa
cuando el ex-comandante de las operaciones contra la droga del ejército
estadounidense en Colombia, el coronel James C. Hiett, se declaró culpable de
no haber entregado las pruebas de que su esposa, Laurie, introducía de
contrabando en Estados Unidos cocaína y heroína. En enero su esposa se declaró
culpable de planear introducir de contrabando en Estados Unidos vía el correo
heroína por valor de 700.000 dólares.
Después de los acontecimientos del 11 de septiembre de
2001, los Estados Unidos incluyó a las FARC en la lista de sus objetivos en la
llamada Guerra contra el Terrorismo, sin explicar que papel jugo las FARC en
los ataques a las Torres Gemelas.
Para 2002, la administración Bush había desechado la
mayoría de las razones de la guerra contra la droga, y el Congreso
estadounidense aprobó una ley para permitir que la ayuda militar estadounidense
a Colombia se utilizara en una campaña contra el terrorismo. “Hasta el 2008 el gobierno colombiano había
recibido cerca de 5.000 millones de dólares, y el ejército colombiano es la fuerza
de combate más calificada de América Latina”
Días antes de cesar en su cargo, George W. Bush concedió
la Medalla de la Libertad al presidente colombiano Álvaro Uribe, al que los
rumores habían vinculado con el antiguo cártel de Medellín y cuyo hermano
Santiago está acusado de narcotráfico y de conexiones con los escuadrones de la
muerte.
Quizá anticipando este honor y en correspondencia a la
persona más responsable del Plan Colombia y a las crecientes operaciones
militares tanto en las fronteras de Colombia como dentro del país, Álvaro Uribe
anunció que iba a conceder a Bill Clinton el premio “Colombia es Pasión” “en
una sesión de gala en Nueva York” por “creer en nuestro país y animar a otros a
hacer lo mismo”.
En febrero de 2007 el hermano de la ministra colombiana
de Asuntos Exteriores Maria Consuelo Araujo, el senador Álvaro Araujo, fue
arrestado por su relación con el grupo paramilitar Autodefensas Unidas de
Colombia (AUC).
A Uribe esto no le afectó y afirmó: “Cuando me preguntan
por qué mantengo a la ministra de Exteriores respondo: no está implicada en
actividades criminales que estén siendo investigadas”
El Plan Colombia ha entrado en su décimo año. En los años
transcurridos no han disminuido en lo más mínimo las masacres abiertas y
encubiertas del gobierno y de los paramilitares, algunas demasiado
espeluznantes para contarlas. Son tan graves que la Comisión y la Corte
Interamericana de Derechos Humanos se ha visto en la necesidad de condenar al
gobierno Colombiano por violación al derecho a la vida.
Colombia base gringa en América Latina.
Los planes de la Casa Blanca y el Pentágono de utilizar a
Colombia como fuerza militar regional y base operativa para vigilar América de
Sur han ganado una nueva urgencia para Washington con los gobiernos progresistas
en Venezuela, Bolivia, Ecuador,
Argentina, Paraguay y Brasil.
El 1 de marzo de 2008 Colombia emprendió un ataque dentro
de Ecuador y mató a 24 supuestos miembros de las FARC, incluyendo a la segunda
persona al mando del grupo Raúl Reyes.
Un artículo titulado “Altos cargos colombianos afirman
que la inteligencia estadounidense ayudó en el ataque contra los rebeldes”
informaba de que las fuerzas aéreas de Ecuador descubrieron que Colombia
utilizó bombas de 500 libras similares a las usadas por el ejército
estadounidense en Iraq, que no pueden ser transportadas por aviones
colombianos. Las autoridades ecuatorianas también indicaron que horas antes del
bombardeo aéreo colombiano había despegado de la base estadounidense de Manta,
al sureste de Ecuador, un avión militar HC-130.
El presidente Chávez temiendo que la incursión armada
dentro de Ecuador formara parte de una agresión más amplia, desplegó soldados en su frontera con Colombia. El día
del ataque el presidente venezolano Chávez advirtió a Uribe “ni piense en hacer eso aquí porque sería muy
grave, sería motivo de guerra”
Después del ataque el presidente ecuatoriano Rafael
Correa rompió las relaciones diplomáticas con Colombia y cuando más tarde se
descubrió que el bombardeo había matado a un ciudadano ecuatoriano advirtió de
mayores consecuencias.
El presidente Bush declaró a los periodistas que “Estados
Unidos seguirá estando al lado de Colombia”. Tres semanas después Ecuador
anunció que “instalaría un equipo de vigilancia electrónica y aumentaría su
presencia militar en su frontera con Colombia”. El 12 de julio de 2008 la marina
estadounidense restableció a la Cuarta Flota, que abarca América del Sur y
Central, y el Caribe lo mismo que el Comando Sur del Pentágono, después de que
se retirara en 1950 tras la Segunda Guerra Mundial.
El presidente boliviano Evo Morales declaró hoy [23 de
julio]: “Tengo información de primera mano de que el imperio, por medio del
Comando Sur estadounidense, realizó el golpe de Estado de Honduras”
En octubre de 2008 Ecuador acusó a la CIA de infiltrarse
en su ejército y reconoció el ataque colombiano a su territorio el mes de marzo
anterior. El ministro de Defensa Javier Ponce declaró en los periódicos: “La
CIA conoce perfectamente lo que está pasando en Angostura”
Al mismo tiempo el ministro colombiano de Defensa Santos
amplió la belicosidad de su nación dirigiéndola contra Rusia. Actuando
completamente como la criatura de Washington y de su ejército que es, Santos
afirmó: “Con sus 16.000 bombas nucleares Rusia tienen un enorme deseo de ser un
actor clave en el mundo. Pero su presencia en la región promoverá una vuelta a
la Guerra Fría”.
Santos aludía en particular a los recientes ejercicios navales ruso-venezolanos
en el Caribe y al hecho de que Rusia ha suministrado a Caracas armas avanzadas,
aviones de guerra y submarinos, lo que refleja una tendencia general entre las
naciones de América Latina (incluyendo Bolivia, Ecuador, Argentina y Nicaragua)
a aumentar sus relaciones militares con Rusia como contrapeso a la tradicional
dominación estadounidense de sus fuerzas armadas y para ser capaces de
defenderse contra ataques estadounidenses y por medio de intermediarios. Lo que
Santos y sus patrocinadores estadounidenses temen es la desaparición real de
casi doscientos años de Doctrina Monroe.
En marzo 2009, el presidente Chávez calificó al ministro
colombiano de Defensa Santos de ser “una amenaza para la estabilidad regional”
y “una amenaza para la estabilidad y soberanía de los países de la región” que
“vuelve a demostrar su desprecio por el derecho internacional”, en referencia a
la defensa que hizo Santos del ataque dentro de Ecuador del año pasado.
Santos reiteró su intención de seguir atacando supuestos
emplazamientos rebeldes en los países vecinos, lo que provocó la respuesta de
Chávez pocos días después: “En caso de una provocación de parte de las fuerzas
armadas de Colombia o de violaciones de la soberanía de Venezuela, daré orden
de atacar con el avión Sukhoi y tanques. No permitiré a nadie ofender a Venezuela
y su soberanía”
En los últimos meses el Pentágono ha estado adiestrando a
las fuerzas armadas de Guyana, el vecino del este de Venezuela, tanto dentro de
ese país como en Estados Unidos. Ya hemos examinado el uso de posesiones
francesas y alemanas en el Caribe para propósitos militares. Con la elección de
Ricardo Martinelli como presidente de Panamá el pasado mes de mayo, lo que
supone la vuelta de este país a las filas de Estados Unidos, el lazo en torno a
Venezuela se estrecha.
El presidente Rafael Correa rechaza renovar un acuerdo
con Estados Unidos para el uso de su base militar de Manta, con lo que
Washington debe abandonarla. En agosto de 2009, el presidente Uribe declara que
entregará cinco bases más al Estados Unidos, en total son siete bases, tres
aéreas, dos navales y dos para el ejercito. El presidente Chávez declaró: “una
amenaza contra nosotros y América Latina”
Germán Saltrón Negretti.
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