El
hambre y la desnutrición matan a 12 millones de niños anualmente. En un reciente
cable divulgado por Olivier De Schutter, relator especial de la Organización de
las Naciones Unidas (ONU), en el tema del derecho a la alimentación, informó
que cada seis segundos mueren dos niños por hambre en cualquier parte del
mundo. Esos niños, a la luz de la información de los grandes medios de
comunicación no tienen rostro, porque no lo publican porque son pobres.
También
precisó que existen unas 2.000 millones de personas hambrientas en el planeta
que sobreviven con menos de dos dólares diarios, la mayoría de ellas mujeres y niños. La dimensión de la crisis alimentaria global
lejos de haber disminuido, se incrementa considerablemente. Han sido y serán
los pobres y desposeídos los más afectados por la crisis que elevan los precios, hasta niveles insospechados, que
incluso los profesionales de clase
media, les cuesta trabajo mantener la
alimentación de sus familias de forma estable y balanceada.
Se
necesitan acciones conjuntas de los gobiernos más ricos y voluntad política de
los demás, para eliminar las causas del hambre mundial, como la falta de tierra
para cultivar alimentos con rendimientos aceptables y de empleos decentes.
También se deberá luchar en el plano internacional por alcanzar un sistema de
comercio internacional más justo, con el propósito de impulsar el crecimiento
económico y poder alimentar a las poblaciones más vulnerables.
Germán Saltrón Negretti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario