Los socialistas debemos comenzar por comprender como funciona el Capitalismo,
porque sólo entendiendo como funciona este sistema deshumanizado podemos
construir el socialismo. En este sistema económico el capital predomina sobre
el trabajo, como elemento productor y creador de riqueza. Lo anterior no es cierto, lo que produce
riqueza no es el capital, es el trabajo del hombre (el obrero, el campesino y
profesional) de la cual se apropia el
capitalista recompensándolo con un
salario.
La
regla de oro del capitalismo es producir más con el mínimo costo, para tener el máximo de utilidad. De esta forma,
todo lo que el sistema toca lo transforma en mercancía, incluso el ser humano. No
importa que para ello, sea necesario pagar a los trabajadores salarios de
hambre, o trabajar más números de horas, o reemplazarlo por una máquina o robot
que haga el trabajo, y tener que despedir a millones de trabajadores.
Los
capitalistas a través de los medios de comunicación y de la educación convierten
a los seres humanos en unos robots poseídos de un deseo insaciable de riqueza,
que amenaza con la destrucción del medio ambiente. El ser humano imbuido por la
avaricia se convierte en una máquina de hacer dinero, no importándole la forma
de obtenerlo y la renuncia a principios morales para lograrlo.
Es
el egoísmo el rasgo dominante en el sistema capitalista. Los intereses
individuales predominan sobre los intereses colectivos. Una sociedad que
funcione bajo este sistema, en el cual el lucro está por encima de cualquier
otro valor, y la apropiación individual de la riqueza social es aceptada por la
ética, es una sociedad enferma que va labrando su propia destrucción.
A
los estudiantes les inculcan en los planteles que cuando se gradúen, van a lograr en poco tiempo comprarse un
carro y una casa, y cuando la realidad los defrauda, la mayoría se
desmoralizan, se sienten frustrados abandonando su familia y su país. Cuando
salen al exterior se dan cuenta que la situación económica es peor y caen en la
droga y en la prostitución.
El
sistema capitalista es perverso, les
niega el trabajo a las personas, único ingreso para la mayoría de la población
mundial, establece que quien no tiene dinero, no tiene derecho a la
alimentación, salud, vivienda, y a vivir como un ser humano. La injusticia
mundial impera, el 20% de las personas disfrutan del 80% de las riquezas
planetarias. Es un sistema que
sacrifica la naturaleza y la sociedad al interés de unos pocos, y de continuar
su carrera desenfrenada, inmolará al planeta y a todos sus habitantes. Razones
suficiente para continuar construyendo el socialismo para salvar al planeta.
Germán Saltrón Negretti.
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