Con el caso del ex magistrado Eladio Aponte Aponte, se vuelve a poner en evidencia la crisis de la corrupción de la justicia venezolana,
que desde la época de la independencia ha existido. Algunos políticos
irresponsables han señalado “que el caso destapó una de las ollas podridas mas
grande de nuestra historia”. ¡Que hipocresía! Se olvidan de la sentencia
sustentada en la teoría del vacío de poder.
Para hacer la historia corta, señalo la
situación de inestabilidad jurídica, ocurrida en el último gobierno de Carlos
Andrés Pérez, que fue una constante durante los cuarenta años de los gobiernos
de Acción Democrática y Copei. Era
Fiscal General de la República Ramón Escovar Salom, y en su tercer año de gestión
1991, presentó su informe con el siguiente título: “En Venezuela el ciudadano
es un desvalido”.
Sus críticas: “Sin un Poder Judicial autónomo y
vigoroso las instituciones democráticas de Venezuela continuarán siendo débiles
e inseguras. El combate contra la delincuencia supone la movilización de la
sociedad. Las actuaciones de la policía y del Estado deben atenerse a la ley y
al respeto que los derechos humanos y de las garantías de los ciudadanos. Es
urgente en Venezuela la formulación de un orden público democrático”
Diario El Universal 27/01/91, en página central
completa, titulaba: Carta del Fiscal General de la República al Presidente de
la República, señalaba: Venezuela carece de política criminal. Es urgente e indispensable
reconocer que la seguridad personal es el primer problema nacional. Es necesario combatir el delito con eficacia.
Es creciente la participación de los menores en la ejecución de innumerables
hechos irregulares como drogas, pornografía y prostitución. Venezuela está en
situación de emergencia ante la delincuencia.
Debemos recordar también, el Manifiesto de los Notables
lideralizado por el Dr. Arturo Uslar Pietri quien envió una carta a la
Presidente Carlos Andrés Pérez; en esa misiva, entre otras cosas, aseguraban
que se hacía necesario el cambio del sistema político venezolano, sustentado en
el Pacto de Punto Fijo. Luego, en otra carta, insta a los magistrados de la
Corte Suprema de Justicia a renunciar. Éstos renuncian. Por último, solicitan
la destitución del Presidente Carlos Andrés Pérez. Y, en efecto, la Corte
Suprema de Justicia ordena a aquél que se separe del cargo.
Por todas estas crisis institucionales vividas
por el país, es que el Presidente Hugo Chávez insurge el 4/2 /94 y se inicia un
Proceso Constituyente que no ha finalizado. Debemos resaltar que la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela aprobada el 20/12/99, en
su Exposición de Motivos denuncia la crisis del Poder Judicial, cuando señala:
“ Como una de las implicaciones del Estado democrático y social de Derecho y de
Justicia en que se constituye a Venezuela por obra de la Constitución, y con el
fin de erradicar uno de los principales problemas de la Nación venezolana, en
virtud del cual el Poder Judicial se caracterizó por su corrupción, lentitud e
ineficacia y, especialmente, por restringir el acceso de la población de escasos
recursos a la justicia(…)”.
En ese proceso de cambio nos encontramos
actualmente, pero como dijo: Albert Einstein (1870-1955) "¡Triste época la nuestra! Es más fácil
desintegrar un átomo que un prejuicio." Continuamos buscando jueces
idóneos que cumplan con las "Cuatro
características de un juez: Escuchar cortésmente, responder sabiamente,
ponderar prudentemente y decidir imparcialmente."Sócrates (469-399 a . de C.), filósofo
griego. Los apátridas como Aponte Aponte son la excepción.
Germán Saltrón Negretti.
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