viernes, 5 de octubre de 2012

IGLESIA JOVEN: PUEBLO DE DIOS EN MARCHA



Organizando mi biblioteca encontré unos “Apuntes del Centro de Publicaciones Paulo Freire. Cuaderno No 1, de1967. Como acaba de concluir en Caracas el importante “Encuentro Internacional sobre la Espiritualidad Liberadora a la luz de la Teoría de la Liberación”. Pienso que estos apuntes, puede servir para la discusión de tan importante teoría liberadora, que continua vigente ahora con más razones porque las injusticias del capitalismo han aumentado.   

“Prologo. Al utilizar el nombre “Iglesia Joven: Pueblo de Dios en Marcha” para denominar la presente serie de publicaciones, nos ubicamos en la línea de los que, respaldados por las conclusiones del Concilio Vaticano II y, posteriormente, por las del Congreso del CELAM (Conferencia Episcopal Latinoamericana)  se han abocado a orientar la acción de la Iglesia hacia una praxis acorde con los signos de los tiempos.

En la totalidad de los países de América se han gestado movimientos de protesta de grupos cristianos que no pueden permanecer ajenos a una realidad donde el acaparamiento de los medios de producción por parte de una minoría ha conducido a desigualdades e injusticias inaceptables, ante las cuales la Iglesia no puede permanecer pasiva. 

Y los signos de los tiempos son la marginalidad, el subdesarrollo, la dependencia, todos ellos fruto del culto al capital y a la propiedad privada. No son la existencia de creyentes y no creyentes, sino la permanencia, muchas veces con el silencio de la Iglesia, de condiciones que permiten la explotación de hombre por el hombre.

Tal situación, con lo dicho, solo queremos enunciarla, porque en los textos que reproducimos a continuación la analizan con mayor detenimiento y más autoridad los autores que hemos escogido para presentar la serie. El primero de ellos, que está acompañado de una introducción elaborada por Sabino Eizaguirre (sacerdote jesuita que trabaja a nivel popular con una actitud de compromiso inobjetable) establece los lineamientos generales sobre el papel de la Iglesia ante las condiciones estructurales de Latinoamérica, fundamentándolo teológicamente.

En segundo, el Luis Ugalde esboza su opinión sobre las tesis que defienden la violencia como método sin tener en cuenta factores como  el nivel de conciencia y el grado de agudización de las contradicciones objetivas. En ambos escritos se trasluce una preocupación de fondo: la necesidad de que el cristiano se incorpore efectivamente a la lucha por la transformación de una sociedad opresora.

Pretendemos aportar elementos y creemos que los incluidos tienen significado en la discusión abierta desde que en la Iglesia se comenzó  a plantear la importancia del diálogo. Centro de Publicaciones Paulo Freire. Este movimiento liberador cristiano comenzó con la Encíclica “Populorum Progressio” del Papa Paulo VI. Publicada en el Vaticano, en la fiesta de Pascua, 26 de marzo de 1967.

“Cuando los cristianos practique nuestras enseñanzas tendremos un mundo mejor”  “No existe un derecho incondicional de propiedad ante las exigencias del bien común” afirmo Paulo VI, en su Encíclica “Populorum Progressio”  

Compilador: Germán Saltrón Negretti

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