La
crisis moral en Colombia es tan grave,
que a diario las instituciones del Estado se enfrentan entre sí
envueltas en escándalos de corrupción, vinculados con el narcotráfico y violación de
Derechos Humanos. El Estado controlado
por las mafias narcotraficantes no
acepta ningún tipo de oposición, que afecte los intereses de la clase
política y la élite oligárquica. La
Corte Suprema de Justicia sigue amenazada, como en los tiempos del Cartel de
Pablo Escobar, por investigar y judicializar a más de cien parlamentarios, casi
todos pertenecientes al partido de gobierno, además de a otros tantos
funcionarios públicos vinculados con el narcotráfico y por investigar las
dádivas concedidas a varios
parlamentarios, a cambio del voto para la reelección del Presidente Uribe.
Pero
esta política del Estado mafioso, se constituyó desde que la oligarquía
colombiana arrebató el poder al pueblo y asesinó a José Eliecer Gaitán, en
1948, y optó por apoderarse de la tierra
de los campesinos, a través de amenazarlos con los paramilitares y obligarlos a
emigrar a las ciudades, de allí que Colombia tenga más de cuatro millones de
desplazados internamente. Víctimas de esa oligarquía intolerante han caídos también abatidos miles de los militantes del partido Unión
Patriótica, los candidatos
presidenciales Jaime Pardo Leal,
Bernardo Jaramillo, Carlos Pizarro Leongómez y
Luis Carlos Galán Sarmiento, éste último candidato del partido liberal
por denunciar las mafias del narcotráfico que desde los años 70, venían
corrompiendo todas las instituciones del Estado y la sociedad colombiana. Crímenes del Estado terrorista que reposan en
la impunidad.
El
Departamento de Estado de los Estados
Unidos, en voz de Robert Word, a propósito de la instalación de las siete Bases
gringas en Colombia, afirmó: "Hemos dicho claramente que no estamos, en
primer lugar, creando o estableciendo ninguna base militar en Colombia. Estamos
trabajando con nuestro socio colombiano para afrontar un problema en la región,
el tráfico de drogas". Afirmó también, para mayor cinismo: “que el
gobierno de EEUU quiere ver una región más democrática, más próspera y con más
paz".
¿Qué
ha significado para el pueblo colombiano el mal llamado Plan Colombia, diseñado
en EEUU y aplicado en nombre de la paz?
Casi once años de la más brutal escalada guerrerista, en medio de la cual el
pueblo colombiano ha llevado a cabo un gran número de protestas, donde se han
producido los más altos niveles de desplazamiento y donde los más atroces
crímenes contra gentes del pueblo, cometidos por las fuerzas militares y narco
paramilitares, se mantienen en la más absoluta impunidad.
El
discurso imperial no convence a nadie,
esperamos de los países de UNASUR, el más serio proceso integrador en la
historia de Sudamérica y que en su reunión en
Bariloche se pronuncien enérgicamente en
contra de las bases gringas en Colombia que atentan contra las soberanías de
los países de América Latina.
Germán Saltrón Negretti.
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