El
gobierno de Álvaro Uribe desde el año 2002 junto con el alto comisionado para
la paz Luis Carlos Restrepo (2002 al 2009) simularon un proceso jurídico para
que los grupos armados como: paramilitares y guerrilleros entregaran las armas
y se reintegraran a la sociedad civil en lo que se conoce como la
desmovilización.
Entre
2005 y 2006 el país adopta un marco legislativo que permite la persecución y
sentencia de miembros de grupos armados ilegales que se hubiesen acogido a los
procesos de desmovilización. Dicha regulación es conocida como la Ley 975 de
2005 o la Ley de Justicia y Paz. El movimiento internacional de los derechos
humanos se traslado a Colombia y demostró que esa ley violaba las normas
internacionales en materia de sanción de crimines internacionales.
Algunos
de los comandantes de los paramilitares el 13 de mayo de 2008, fueron
extraditados por Uribe a los Estados Unidos para responder en tribunales de ese
país por cargos de narcotráfico. La decisión del gobierno de permitir su
extradición se basaba en el argumento de que estos seguían delinquiendo desde
las cárceles.
Una
jueza penal de Bogotá Susana Rodríguez acogió los argumentos de la Fiscalía y ordenó
la detención preventiva de ex comisionado
de paz en Colombia Luis Carlos Restrepo el 12 de febrero del 2012 por su responsabilidad en la falsa
desmovilización de unos rebeldes de la FARC. Desde el año pasado la Fiscalía lo
investigaba por el supuesto montaje en la desmovilización de una columna de la
guerrilla comunista Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc)
identificada como ‘Cacica Gaitana”. Según testimonios de ex guerrilleros, los
combatientes que entonces entregaron sus armas no eran tales, sino que eran
habitantes humildes de una barriada de Bogotá a los que se les pagó para que
posaran en el acto.
Cuando
será que la oligarquía colombiana y la jerarquía eclesiástica se
convencerán de que los conflicto social en el hermano país no se combate con
represión contra los pobres, sino con justicia social para todas y todos los
obreros y campesinos. Hagamos realidad la doctrina católica, “si queremos la
paz debemos luchar por la justicia social”
Germán Saltrón Negretti.
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