26 de junio de 2017
Crédito: Aporrea.org
Juan Martorano
Juan Martorano
Sin
duda, quedan para el momento en que esto escribo, treinta y tres (33)
días para la celebración de las elecciones de los 545
constituyentistas. Y muchas cosas ocurrirán dentro de ello, antes de
llegar a esa fecha.
Es
obvio que vamos a estas elecciones, en medio de las circunstancias
más duras, complejas y difíciles por las que debe afrontar la
República durante 200 años de independencia. En medio de
circunstancias políticas, económicas, sociales, internacionales
bien desfavorables a la Revolución Bolivariana.
Esto,
a diferencia de 1999, que también había circunstancias bien duras,
complejas y difíciles, pero atenuadas por el liderazgo y el 80% de
popularidad que en ese momento tenía el Comandante Inolvidable, Hugo
Rafael Chávez Frías.
El
ciudadano Presidente de la República Bolivariana de Venezuela,
Nicolás Maduro Moros, en el marco de los 196 años de la
conmemoración de la Batalla de Carabobo, hizo graves denuncias sobre
los planes que se tenían durante esas fechas, donde se preparaba el
zarpazo contra la República, y lo comento con lujo de detalles.
Posteriormente,
en horas de la noche, el comunicador Mario Silva García junto a
María Alejandra Díaz Marín, revelaron ante el país y a la opinión
pública nacional e internacional, un documento donde se involucra al
ex ministro del Poder Popular para las Relaciones Interiores,
Justicia y Paz, M/G (r) Miguel Rodríguez Torres, su traición y sus
vínculos con la Oficina Nacional Antidrogas (DEA) de los Estados
Unidos, en contra del proceso revolucionario.
Todo
esto, en un marco de casi tres meses de actos terroristas, de
agresiones económicas fuertes, y las cuales, autocríticamente
debemos reconocer, hemos sido incapaces de contener, y de estar a un
tris de la posibilidad real de una intervención militar extranjera
en nuestro país.
Sin
duda, sin mezquindad ninguna, hay que reconocerle al Presidente de la
República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, la
valentía y el coraje que ha tenido de convocar a una Asamblea
Nacional Constituyente, sin saber si ese cuerpo colegiado tendrá
mayoría revolucionaria, y con la posibilidad real de que pueda salir
del poder. Una apuesta muy alta, con muchos riesgos y no exenta de
riesgos y amenazas, pero que es la opción más viable, por lo menos
hasta cierto punto, para mantener la paz en el país.
Pero
no es menos cierto también, que vamos a unas elecciones
constituyentistas, de 545 constituyentistas, cuya amenaza principal
ha sido la gestión gubernamental. Ahí esta el diario Ciudad
Caracas, que recomiendo, que durante los últimos días del mes de
marzo de este año, y hasta la fecha, nos ha venido mostrando el
salto hacia arriba de los precios de los rubros de primera necesidad
de los alimentos, donde se confisca el poder adquisitivo de la clase
trabajadora, y no hemos hecho absolutamente nada por contener esto.
¿Donde
esta la comunidad organizada que proteste y exija precios justos a
estos alimentos, bienes y servicios de calidad a las que tiene
derecho? ¿Donde esta la SUNDEE y el señor William Contreras en los
procesos de fiscalización de estos alimentos, bienes y servicios
esenciales para nuestra subsistencia? ¿O solo se trataban de actos
efectistas, de salir un ratico por TV, a través de las cámaras de
Venezolana de Televisión y de medios alternativos como TV Pueblo un
ratico, y después, me olvido del asunto?
Particularmente,
y sin dejar de reconocer que los actos terroristas que hemos vivido
durante tres meses ya; no puede ser la excusa de que por esos actos
la Superintendencia de los Derechos Socioeconómicos (SUNDEE) no haya
hecho su trabajo. Eso, el pueblo de a pie, sea chavista u opositor no
lo va a entender, y antes bien, va a salir a demandar soluciones y
respuestas.
También
hay que destacar, que el Dolar Today ha llevado el precio de su
especulativa y paramilitar acción, a un poco menos de 7 mil
bolívares, lo que también ha encarecido de manera ostensible los
productos de primera necesidad.
Me
parece importante el proceso constituyente, y lo respaldamos. Pero,
una de las cosas que nos está matando, es la falta de seguimiento de
las órdenes que el mismo Presidente Maduro da.
Sin
duda, lo que nos quedó del 1 de mayo de 2017 fue la convocatoria a
la Asamblea Nacional Constituyente. Pero, con mucho respeto, le
preguntaría al Presidente Nicolás Maduro: ¿Que pasó con el
control de precios que prometió y señalo ese mismo 1 de mayo?
¿Habrá que esperar hasta el mes de agosto, una vez se instale la
Asamblea Nacional Constituyente, para entrarle al tema de la
especulación y la inflación? ¿Será que llegamos al 30- J? ¿Será
que nuestro pueblo podrá entender esto?
Para
mí, si bien las revelaciones hechas por el Presidente Maduro, Mario
Silva y María Alejandra Díaz, asestan un duro golpe a los planes
desestabilizadores, golpistas e injerencistas, no los han
neutralizado ni abortado del todo. Se han puesto en evidencia a
algunos y algunas de los traidores y las traidoras, pero no es menos
cierto también que el plan continúa y se adecua a las nuevas
realidades.
Si
esta afirmación que hago no fuese cierta, entonces: ¿Por qué el
ciudadano Presidente de la República Bolivariana de Venezuela,
Nicolás Maduro nos señala que "si a él le llega a pasar algo
en su integridad física, o algún elemento que comprometa la
legalidad de su gobierno, que nos declaremos en rebelión cívico
militar y restituyamos la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela"? ¿Será que esa afirmación es la demostración
de la derrota del Golpe o el plan injerencista?
No
olvidemos que previo al golpe militar del 11 de septiembre de 1973
dirigido por el General Augusto Pinochet en Chile durante el gobierno
socialista de Salvador Allende, se iba a celebrar por esos días un
plebiscito donde se decidiría si el entonces Presidente permanecía
o entregaba el poder. Todas las encuestas de ese entonces indicaban
que el candidato de la Unidad Popular (Allende) sería ratificado por
amplio margen, y por eso se dio el golpe. ¿Sería ese el escenario
en la Venezuela Bolivariana de 2017?
Tampoco
podemos obviar el titular del diario Correo del Orinoco de fecha 19
de junio, el cual es el siguiente: "Opep prevé incremento del
precio del barril (de petróleo) en segundo semestre de 2017".
¿Será por ese que recrudece la conspiración? ¿Será por eso que
aceleran los planes para derrocar al Presidente Nicolás Maduro?
¿Será por eso que los gringos requieren derrocar al hijo de Chávez,
para cuando se incrementen los precios petroleros y empiecen a llegar
los recursos que Venezuela necesita para salir de la crisis, de
adquirir más alimentos, medicinas y los insumos que requiere para su
desarrollo, tener a un o a una "títere" en Miraflores,
para ser robados y saqueados en nuestros recursos y riquezas?
Todas
estas son preguntas que le formulo a la opinión pública, y que
espero podamos responder en colectivo.
Pero,
así como esta este cuadro de cosas, y tenemos a las fuerzas
fascistas de la MUD asediandonos y agrediendonos; no es menos cierto
también que debemos combatir con todas nuestras fuerzas a las
fuerzas reformistas dentro del propio Gobierno Revolucionario, que
pretenden negociar y entregar nuestros logros y conquistas legadas
por Hugo Chávez.
El
principal riesgo que veo dentro de nuestra Revolución, no es que la
MUD derroque a Maduro, esa es una tarea bien difícil para ellos y
ellas. El principal problema de nuestra Revolución son los
burócratas, loa adeco con boina roja y en puestos clave, que desde
dentro conspiran contra nuestro proceso, que creen que entregando
esta Revolución se salvarían de la persecución que les vendría en
un eventual y supuesto gobierno de derecha.
Revisemos
con detenimiento y calma el 11-A, y hagamos memoria de los traidores
y las traidoras que por esa fecha se manifestaron.
Algo
más o menos parecido está ocurriendo en este año 2017. No solo es
Rodríguez Torres o García Plaza, aún faltan muchos y muchas que
seguirán saltando la talanquera, y el proceso se seguirá depurando.
Sin
embargo, y a pesar de estas situaciones, ahí esta el dilema que como
sociedad debemos despejar: O Constituyente, o Guerra. Usted amiga,
usted amigo que me lee, decide, y será el que al final tendrá la
última palabra.
¡Bolívar
y Chávez viven, y sus luchas y la Patria que nos legaron
siguen!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y
Venceremos!
¡Hasta la Victoria Siempre!
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