26 de junio de 2017
Crédito: Aporrea.org
El
sacerdote Bruno Renaud, quien ha estado al servicio de los más
pobres en Petare por más de 50 años, ve con preocupación cómo los
curas se han inmiscuido en el ámbito político, pues teme que su
incidencia llegue al punto de favorecer una guerra civil en
Venezuela, como ocurrió en Ruanda.
“La Iglesia en
Ruanda, entre los años 1990 y 1994, favoreció esta masacre
provocada por la hostilidad política de un bando a otro. En este
caso la Iglesia intervino activamente y numerosos sacerdotes
perdieron la vida en ese hecho”, recordó.
Dijo que
aunque la Iglesia debía ser un organismo puro, lo que pasó fue
exactamente lo contrario.
“Cuando veo a los sacerdotes
meterse en estas situaciones políticas, observo con temor y
preocupación que se pueda repetir el drama con la misma
responsabilidad para la Iglesia (…) Aún en Ruanda las
consecuencias están al rojo vivo, pues fue un desastre ese millón
de muertes. Fue una guerra de hermanos contra hermanos”, lamentó
el padre.
Cuestionó la falta de práctica para favorecer
el diálogo. “A pesar de que rezamos el rosario, celebramos la
misa, no hemos digerido el mandato del señor: ‘Mi reino no es de
este mundo’, pues no tenemos que pelear por el reino de este mundo,
sino por la justicia, la fraternidad y la paz”, apuntó.
Sobre
las denuncias de los feligreses que han rechazado el discurso
político en las iglesias, Renaud lamentó esta situación.
Aseguró
que hay motivos para inquietarse, y manifestó su profundo desacuerdo
con ciertas postura de los padres: “Cuando el sacerdote se coloca
en la cocina política no puede sino decir tonterías. Si acaso
dijera cosas inteligentes, no les toca a él decirlas”,
afirmó.
Señaló que la iglesia no es un espacio para
este tipo de declaraciones, “en tal caso se podría justificar si
fuera en un ambiente pedagógicamente preparado para hablar de ese
tema”. “Opinan donde nadie los está llamando. El sacerdote es el
guardián de la palabra de Dios y su oficio es presentar esa palabra,
de comentarla, y conquistar y fascinar. No tienen por qué meterse
públicamente en estos asuntos políticos”, aseveró.
Condenó
que usen los símbolos de la fe en situaciones que no sean para
promover la paz y la justicia.
Agregó que en este momento
lo más urgente es restablecer la paz y sobre todo en los corazones
del pueblo venezolano.
CEV debe seguir la palabra de
dios
“Hay que reconocer que la Conferencia Episcopal
Venezolana (CEV) ha dado un mal ejemplo (…) La Iglesia ha estado
más a menudo comprometida con mandatarios de tipo dictatorial que
democráticos, es algo que lamentablemente tampoco es nuevo”,
dijo.
Exhortó a la CEV a seguir la palabra de Dios. En
este sentido, mencionó dos citas bíblicas, entre ellas la Primera
Carta de Pedro 3:15: “Estén siempre preparados a responder a todo
el que les pida razón de la esperanza que ustedes tienen”, pero
aun así dice: “Háganlo con sencillez y humildad”.
Asimismo,
el religioso les recordó que en Romanos 13:1-6 se indica: “Sométase
toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad
sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido
establecidas”.
El padre destacó que Iglesia católica
es un organismo social muy especial por su centralización y por ello
ha sido usada en el ámbito político. “Es normal que usen esta
instancia pero no pueden abusar ni intervenir a tiempo y a destiempo,
y menos si se va a herir la fraternidad”, expresó.
Renaud
manifestó que los sacerdotes están destinados a llevar la pedagogía
y la educación, no solo a la fe católica, sino a todos los lugares.
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