25 de junio de 2017
Crédito: RT
La
Administración de Trump ya ha empezado a revisar normas legislativas
que limitan el desarrollo de la esfera energética y busca eliminar
las barreras administrativas que impiden la extracción de
hidrocarburos.
El
presidente de Estados Unidos, Donald
Trump, declarará la 'Semana de la energía', en
que instará a aumentar las exportaciones de gas y
petróleo para que su país consiga dominar en esa esfera,
informa Bloomberg,
que cita a una fuente anónima de la Casa Blanca.
Según
esa fuente, el mandatario opina que EE.UU.
está listo para convertirse en exportador de petróleo, gas,
carbón y
otros tipos de energía. Asimismo, la semana que viene Trump
intervendrá en el Departamento de Energía con un discurso dedicado
al efecto positivo de las exportaciones estadounidenses de
hidrocarburos en el papel del país en la arena internacional y
las relaciones con sus aliados.
El
autor del artículo opina que la 'Semana de la energía', al igual
que otros eventos de este tipo, busca atraer la atención a la
política interior de la Administración norteamericana y distraerla
de temas incómodos. En particular, la Casa Blanca ya ha
empezado a revisar algunas normas legislativas que limitan el
desarrollo de la esfera energética y busca eliminar barreras
administrativas que impiden la extracción de hidrocarburos en el
país.
Bloomberg
indica que la intención de Trump marca una 'evolución', ya que
antes los políticos y representantes del sector solo hablaban de la
'independencia energética' en relación con los proveedores
extranjeros de petróleo y gas. Sin embargo, las nuevas medidas
de la Administración podrían empeorar la situación en el mercado
de hidrocarburos, que
ya está saturado, cree el autor del artículo.
La
iniciativa de Trump contrasta con la decisión de la Administración
anterior, que bloqueó de
forma indefinida las concesiones de perforaciones en el
mar de Chukotka y en la mayor parte del mar de Beaufort (en el océano
Ártico) y en docenas de cañones submarinos de la costa este (océano
Atlántico) en diciembre de 2016. Esta área fue proclamada
por Barack
Obama como "una zona vedada indefinidamente para
futuros arrendamientos de petróleo y gas".
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