05 de febrero de 2017
Compilador: German Saltrón Negretti
La
lucha irregular popular aparece reseñada en la historia de la
humanidad con la Revolución francesa, relatada como la toma de la
Bastilla el 14/07/1789, simbolizó el final del antiguo régimen
monárquico. La población pobre y hambrienta insurgen contra la
monarquía francesa, utilizando estrategias de combates elementales.
Hombres, mujeres y adolescentes solicitando justicia social, arman
barricadas en las calles y aniquilan al ejército. El ataque es por
sorpresa y rápido para que sea exitoso. Esa táctica de combate se
ha utilizado en el campo y la ciudad y es una lucha de desgaste
constante. El termino guerrillero- petite guerre- lo utilizaron los
franceses para designar a una pequeña unidad.
La
guerra de independencia en Venezuela que comenzó en 1811 dejó sin
resolver gran parte de las desigualdades sociales que anidaban en la
sociedad colonial. Consecuencia de ello fueron las luchas sociales
que estallaron durante la década de 1840, y el posterior desarrollo
de la Guerra Federal. La rebelión urbana del pueblo caraqueño
manifestada en las acciones del 9 de febrero de 1844 y del 24 de
enero de 1848, junto a la insurrección campesina desarrollada en
1846-47 en la zona central del país, reflejaron un descontento que
ya estaba implícito en la conspiración de negros y mestizos de
Caracas en 1831.
Cuando
Ezequiel Zamora proclamó la Federación el 20 de febrero de 1859,
volvía a resurgir el ansia igualitaria que el pueblo venezolano
había demostrado a través de gestas heroicas de lucha como la de
los Comuneros de los Andes en 1781, la de José Leonardo Chirinos en
1795, la de Gual y España en 1797, la de Francisco Javier Pirela en
1799 y las insurrecciones de esclavos en 1812-1814. Zamora
significaba el líder, al fin encontrado, para canalizar todo un
deseo de democracia e igualación social que surgió durante el
proceso de descomposición de la sociedad colonial.
El
1/09/1846 estalló la primera sublevación liberal, al alzarse en la
Sierra de Carabobo Francisco Rangel, campesino mestizo y antiguo
soldado de las tropas llaneras del general Zaraza en la Guerra de
Independencia. Antonio Leocadio Guzmán se opuso a la rebelión
armada y buscó entablar negociaciones con Páez. Zamora y otros,
descontentos ante la actitud de Guzmán, deciden incorporarse a la
rebelión campesina. Pero la falta de recursos de Ezequiel Zamora
favoreció su derrota ante las fuerzas militares paecistas,
comandadas por veteranos de la independencia. No obstante, las
guerrillas liberales se mantienen durante varios meses, siendo Zamora
el último liberal en ser derrotado y capturado, en marzo de 1847.
La
insurrección campesina de 1846-47 no contó con el apoyo de los
principales jefes del Partido Liberal, comenzando por el mismo
Guzmán. Tal vez por esta causa se vio reducido su poder de
convocatoria hacia las grandes masas populares que apoyaban a los
liberales. Tampoco fue capaz de extenderse a otras regiones del país
como el Oriente, Barquisimeto, Coro, Zulia y los Andes. Sin embargo,
el espíritu de lucha social se revitalizó. El surgimiento de
líderes como Ezequiel Zamora jugaría un papel destacado en la
década siguiente. Al mismo tiempo, la rebelión liberal campesina
contribuyó a minar las bases en que se sustentaba el poder
conservador de José Antonio Páez, propiciando los acontecimientos
del 24/01/1848, cuando el asalto popular al Congreso significó el
colapso del poder hegemónico paecista. El siguiente período donde
la familia Monagas ejerció el control del poder político, atenuó
momentáneamente las contradicciones sociales gracias al apoyo
inicial que los liberales le dieron a su gobierno.
Como
plantea Armas Chitty, “la Federación completó la guerra de
independencia, pues la misma ansia igualitaria que pregonaban los
soldados de Zamora, los encarbonados de Espinoza y los llaneros
desnudos de Zoilo Medrano puede apreciarse en los mismos llaneros que
llevaba Boves al combate”. Vallenilla Lanz dijo :“Zamora, por su
gran pericia militar, por su desprendimiento, por su heroísmo, por
la dureza de su carácter y por el influjo que tuvo en nuestras masas
populares, a nadie más que a Boves puede comparársele...” (1994:
193).
En
la Guerra Federal coexistieron dos intereses en el bando liberal [15]
unos, que deseaban promover la constitución de un régimen de
libertades formales, democrático burgués, que limitara el poder que
hasta el momento había mantenido la oligarquía heredera de los
mantuanos de la colonia; este sector estaba integrado por personajes
ilustrados y que pertenecían a sectores sociales poseedores (sobre
todo terratenientes), y estaba liderizado por Juan Crisóstomo Falcón
y Antonio Guzmán Blanco. El otro bando, la mayoría de los
campesinos y algunos intelectuales radicalizados, que pregonaban las
reivindicaciones igualitarias que permanecían sin cumplirse desde la
guerra de independencia; esta era la fracción que encabezaba
Ezequiel Zamora.
Los
principios liberales de la federación, compartidos por Zamora,
pueden analizarse en el pronunciamiento de la ciudad de Barinas,
luego que ésta fuera ocupada por las fuerzas militares de Zamora el
18/05/1859 (Castillo, 1996:14). En dicho pronunciamiento se
establecen como “principios del Gobierno Federal” lo siguiente:
“La abolición de la pena de muerte. Libertad absoluta de la
prensa. Libertad de tránsito, de asociación, de representación y
de industria. Prohibición perpetua de la esclavitud. Inviolabilidad
del domicilio, exceptuando los casos de delitos comunes judicialmente
comprobados. Inviolabilidad de la correspondencia y de los escritos
privados. Libertad de cultos... Inmunidad de la discusión oral de
todas especies. Inviolabilidad de la propiedad. Derecho de residencia
a voluntad del ciudadano. Independencia absoluta del Poder Electoral,
que ni antes de su ejercicio ni después de él dependa de ninguno de
los funcionarios de los demás ramos de la administración. Elección
universal, directa y secreta del Presidente de la República, del
Vicepresidente, de todos los legisladores, de todos los magistrados
de orden político, y de todos los jueces. Creación de la milicia
armada nacional. Administración de justicia gratuita en lo secular.
Abolición de la prisión por deuda. Derecho de los venezolanos a la
asistencia pública en los casos de invalidez o escasez general.
Libertad civil y política individual; consciente primero en la
igualdad de todos los ciudadanos ante la ley; y segundo, en la
facultad de hacer sin obstáculo todo lo que la ley no haya
expresamente calificado de falta o delito. Seguridad individual:
prohibición del arresto o prisión sino por causa criminal precedida
evidencia de la comisión de un delito, y los indicios vehementes de
la culpabilidad” (Landaeta, 1961: 321).
Haciendo
que los desposeídos finalmente se incorporarán a la lucha fue que
logramos ganar la Batalla de Carabobo, conquistar la independencia de
Venezuela y derrotar definitivamente al Ejército español en
Bomboná, Pichincha, Junín y Ayacucho, consolidando la liberación
de America Latina. Pero después de esta hazaña, comenzaron las
guerras intestinas y las nuevas Republicas escamotearon al pueblo sus
conquistas.
Rendirle
tributo hoy, en 2017 a la figura histórica de Ezequiel Zamora, es la
forma de rescatar la memoria de todas las luchas populares y de sus
líderes. Ahora que se abre un proceso de cambios en la historia
venezolana, consideramos la experiencia de lucha social que nos dejó
el pasado como una forma de encontrar las raíces de la corriente
histórico-social, democrática y revolucionaria, al mismo tiempo que
nos aseguramos de no repetir los errores que en su momento truncaron
las aspiraciones del pueblo.
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