23 de abril de 2017
Germán Saltrón Negretti
La
providencia ofrendó a nuestra Venezuela, con las reservas petroleras
más grande del mundo, además con minerales estratégicos, con
reservas forestales y acuíferas para beneficio propio y de la
humanidad, pero dentro de un sistema económico voraz y perverso, se
ha convertido en una amenaza constante para los venezolanos que
tenemos ese privilegió. El 9 de diciembre de 1902, el Presidente de
los Estados Unidos de Venezuela General Cipriano Castro anunciaba a
la Nación entera con su enardecida proclama. La Planta insolente del
Extranjero ha profanado el sagrado suelo de la Patria.
Esta
invasión de potencias europeas se producía, por el cese de los
pagos de la llamada deuda diplomática de Venezuela, pero sin previo
aviso, la Gran Bretaña y la Alemania decidieron invadir y bloquearon
nuestros puertos y destruyeron nuestra marina de guerra ,
bombardearon a Puerto Cabello e intentaron de desembarcar en las
costas zulianas. Las potencias europeas y los Estados Unidos
lograron que una arruinada e inerme Venezuela, se responsabilizara en
1903 por la firma de Protocolos de Washington, sin el debido
consentimiento del Presidente Cipriano Castro.
Fueron
conflictos con diez naciones europeas reclamantes de deudas vencidas.
En Venezuela y en los medios diplomáticos del mundo, se creyó que
esta ofensiva europea desataría una respuesta contundente por parte
de los Estados Unidos a fin de hacer cumplir la Doctrina Monroe. Esta
doctrina proclamaba la oposición de los Estados Unidos al
colonialismo y tenía como intención primordial hacer saber a las
potencias europeas que en America no se toleraría ninguna injerencia
o intromisión extranjera. Por supuesto, los EE.UU se hicieron los
desentendidos.
Debo
aclarar que estas deudas, se venían acumulando desde las primeras
tres décadas del siglo XIX, por la Guerra de Independencia, y puede
considerarse la responsable del nacimiento de una Nación con unos
endeudamientos apreciablemente altos. El mayor acreedor de nuestra
deuda pública externa era Londres, que además de ser el mercado
financiero más importante de la época, al mismo tiempo había sido
el mayor contendiente geopolítico de España, lo que garantizó en
su momento, que dichos recursos fluyeran con cierta celeridad, aun
cuando sus costos fueron sumamente altos. Terminada la guerra de
independencia con España, Venezuela se vio envuelta en una Guerra
Federal, lo que asumió al país en un clima permanente de violencia
durante todo el siglo XIX, e imposibilitó un crecimiento económico.
El
Presidente Cipriano Castro se embarca para Europa a fin de someterse
a una cirugía, el 24 de noviembre de 1908, deja encargado al
Vicepresidente su compadre y amigo Juan Vicente Gómez. A los pocos
días de su partida el 13 de diciembre de 1908, la presencia de naves
de guerras holandesas en aguas venezolanas, brinda la oportunidad a
los conspiradores para organizar una manifestación en Caracas para
justificar la asunción al poder de Juan Vicente Gómez, quien
entregó el país a los intereses transnacionales imperialistas,
hasta la llegada del Presidente Hugo Chávez Frías al poder en 1998,
trascurrieron 95 años para recuperar la soberanía petrolera plena.
Por
ejercer la soberanía petrolera autentica, el Presidente Hugo Chávez
Frías y ahora el Presidente Nicolás Maduro Moros, tienen 18 años
siendo objeto de una ofensiva económica, financiera, política y
militar por parte del gobierno estadounidense y sus lacayos internos
y externos con el objeto de derrocar al gobierno bolivariano y
apoderarse de nuevo de las reservas petroleras las más grandes del
planeta, debidamente certificadas. LA PATRIA VENEZOLANA NO SE NEGOCIA
SE DEFIENDE HASTA CON LA VIDA.
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