04 de marzo de 2017
Paul Nyhan
El
día 20 de enero, el Presidente Donald Trump no perdió el tiempo en
atacar al establecimiento político y prometer que los olvidados
estarán en el centro de su presidencia. Su discurso inaugural estuvo
repleto de promesas generalizadas y escasez en políticas
específicas.
Aun
cuando no proporcionó detalles, tras un lapso de horas de haber
tomado posesión, el Presidente Trump actuó rápidamente,
enviándonos una señal de cómo visualiza él los Estados Unidos de
América. Aparentemente, el sitio web de la Casa Blanca
actualmente no hace referencia alguna sobre los temas LGBT. El
Departamento Federal de Vivienda y Desarrollo Urbano suspendió la
reducción de las tasas de las primas de seguro de hipoteca planeadas
por la Administración Obama, una medida que estaba diseñada para
hacer más asequible la compra de una vivienda.
“Todos
están escuchándoles a ustedes”, el presidente número 45
manifestó en su discurso inaugural, lleno de afirmaciones dramáticas
que tiraban a hipérbole. “Esta catástrofe norteamericana
termina aquí y termina ahora”.
De
este discurso presidencial, la incógnita que prevaleces es: ¿A
quién se refiere cuando habla de los olvidados? En los primeros 100
días de su presidencia, ¿sus políticas ayudarán a las personas de
bajos ingresos? ¿a la comunidad LGBTQ? ¿a las familias de la clase
media? ¿Creará más trabajos y una mayor igualdad en las ciudades
estadounidenses olvidadas y los pueblos rurales empobrecidos?
Al
final de cuentas, la pregunta es ¿podrán sus ideas y políticas
crear más riqueza o pobreza en una nación donde 43 millones de
personas – quienes, oficialmente, viven por debajo del límite de
la pobreza federal – por lo general son olvidadas?
Estas
son las cinco cosas que necesita saber y estar al pendiente con
respecto a las familias – trabajos, inmigración, reforma de la
justicia penal y el cuidado de la salud. Conforme el Presidente Trump
actúe aceleradamente en los próximos 100 días, hay algo que
definitivamente es claro que salta a la vista: Espere lo inesperado e
impredecible.
Trabajos: Es
posible que el presidente no cumpla con las promesas hechas durante
la campaña sobre la economía estadounidense.
Él
prometió traer muchos trabajos a los Estados Unidos.
“Una
por una, las fábricas cerraron y abandonaron nuestras tierras, sin
pensar por un minuto en los millones de estadounidenses que fueron
dejados atrás. La riqueza de la clase medio ha sido arrancada
de sus hogares y redistribuida por todo el mundo”, manifestó
Trump. “Toda decisión sobre los impuestos, la inmigración o
asuntos exteriores se tomará teniendo en mente el beneficio a los
trabajadores y las familias estadounidenses”.
A
pesar de estas promesas dramáticas, en la práctica no es nada fácil
crear trabajos. Cuando la administración Trump divulgue su
primer presupuesto, las familias y los organizadores de base querrán
verificar si los detalles efectivamente estarán diseñados para
atraer trabajos a las ciudades, los vecindarios olvidados y las
comunidades rurales pobres.
Después
de hacer una descripción de una economía estadounidense deprimida,
la cual en realidad aparentemente está relativamente saludable y
cuenta con un bajo desempleo e inflación, tendremos que ver si a la
larga Trump no atribuye esa salud económica a sí mismo.
En
su discurso inaugural, el presidente también prometió: “Nuestra
gente ya no necesitará beneficencia social y regresará a trabajar
para reconstruir un país, y esto se hará con las manos y el trabajo
de los estadounidenses”. La reforma de beneficencia social es
un laberinto de políticas complicadas. Una cosa es hacer
promesas generalizadas y otra cosa es ejecutar ideas con equidad.
Educación: Se
aproxima una perturbación.
Con
el ataque virulento en contra de la educación pública en su
discurso inaugural y la controversial nominación de la Secretaria de
Educación Federal, Betsy DeVos, Trump sin duda va a presionar para
obtener cambios dramáticos en los fondos y políticas educativas con
un énfasis en más cupones y posiblemente las escuelas
subvencionadas charter.
Manifestó:
“Un sistema educativo que disfruta de una bonanza de dinero, pero
que deja a los jóvenes y hermosos estudiantes privados de todo
conocimiento”.
Inmigración: Esté
atento a las amenazas a las comunidades inmigrantes y espere lo
inesperado.
Durante
su campaña presidencial, Trump hizo promesas sobre la construcción
de un nuevo muro a través de la frontera entre México y los Estados
Unidos; se reporta que tanto los planes para la creación de este
muro, así como las deportaciones masivas ya se han emprendido.
En una entrevista reciente en Fox News, Trump prometió un plan de
inmigración grande y audaz en sus primeros 100 días. Este
plan podría aspirar a iniciar deportaciones masivas. Sin
embargo, el presidente señaló que podría existir un posible
ablandamiento sobre las políticas de los soñadores (“DREAMers”),
quienes arribaron con sus padres a los Estados Unidos de pequeños y
quienes lograron asegurar algunas protecciones bajo el Presidente
Barack Obama.
Sin
embargo, en su primer discurso como presidente, Trump no tuvo mucho
que decir sobre el asunto.
“Recuperaremos
nuestra frontera. Recuperaremos nuestra riqueza y recuperaremos
nuestro sueño”.
La
reforma de justicia penal: Esté
atento a ver un vacío.
En
su discurso, Trump expresó frases imprecisas, alabando a las
autoridades y atacando la delincuencia, las pandillas y las drogas.
Sin embargo, en los congresos locales alrededor del país, existe un
interés bipartidista de reformar las sentencias y otros aspectos del
sistema jurídico penal. Inmediatamente después de la toma de
posesión Trump añadió su compromiso para con las políticas de la
ley y el orden como una parte de lo que se va a rehacer en el sitio
web de la Casa Blanca.
“Nuestro
país necesita más fuerzas del orden, más participación
comunitaria y una mayor acción policial que resulte más efectiva.
Nuestro trabajo no es el hacerles la vida más fácil a los
alborotadores, saqueadores o los que interrumpen violentamente”.
La nueva administración comentó en la sección de temas
nuevos de su sitio web “Lucharemos a favor de la comunidad de las
fuerzas del orden”.
Es
posible que sea una labor silenciosa, pero si escucha cuidadosamente,
podría escuchar a los legisladores estatales, y a lo mejor a los
legisladores federales, trabajar en estos temas a finales de este
año, especialmente si el nuevo presidente hace un poco más de lo
que prometió en su toma de posesión. “Haremos que los
Estados Unidos sea un lugar seguro otra vez”.
Cuidado
de Salud: El
congreso podría asumir el cargo y después caer.
El
tema del cuidado de la salud brilló por su ausencia durante el
discurso de la toma de posesión de Trump. Aunque es todavía
muy temprano para llegar a una conclusión definitiva, tendremos que
ver si el Presidente Trump permite que el Congreso se encargue de los
detalles y asuma la totalidad de las repercusiones políticas por
revocar la Ley de Cuidado de Salud Asequible, lo cual podría poner
en peligro el cuidado de salud de cientos de miles, y llevando a cabo
reformas en una industria compleja y crucial.
Tal
parece que, en su discurso de toma de posesión, el presidente atacó
tanto al establecimiento Republicano como el Democrático.
Ultimadamente,
las familias juzgarán al Presidente Trump usando su propio métrico:
Ganar.
“Los
Estados Unidos de América empezará a ganar nuevamente, ganará como
nunca antes”, manifestó.
En
los Estados Unidos de América de Trump, ¿quiénes serán los que
obtendrán y se beneficiarán de los nuevos trabajos, la reforma
educativa, el cuidado de la salud, la equidad y la justicia penal?
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