24 de enero de 2017
Crédito: RT
Un
alto funcionario del Ministerios de Exteriores chino declaró que su
país se verá obligado a asumir el liderazgo global si EE.UU.
materializa su política de 'Estados Unidos primero'.
Un
alto funcionario del Ministerio de Asuntos Exteriores chino ha dado a
entender que Pekín podría recoger la antorcha del liderazgo
global si
ninguna de las otras potencias se decide a hacerlo.
Estas
declaraciones hacen referencia al
hipotético caso de que los Estados Unidos liderados
por Donald
Trump decidieran abandonar sus tradicionales políticas
internacionalistas para centrarse
en asuntos domésticos.
"Si
alguien dijera que China está desempeñando un papel de liderazgo en
el mundo, yo contestaría que esto no sucede porque nuestro país
luche por el primer puesto, sino más bien porque los principales
candidatos han dado un paso atrás,
dejando ese lugar a China", dijo este lunes Zhang Jun, director
general del Departamento de Economía Internacional del Ministerio de
Asuntos Exteriores chino, informa la agencia Reuters.
El
funcionario agregó que, de producirse ese escenario, China no
rechazaría la oportunidad de dirigir el mundo si fuera necesario y
sirviera para el bien común.
Zhang
hizo estos comentarios tras el discurso del presidente de China, Xi
Jinping, en el Foro Económico Mundial de Davos la semana pasada. En
su intervención, Xi defendió los beneficios de la
globalización y advirtió sobre los peligros del aislamiento a
los que Washington se podría enfrentar si el presidente
estadounidense, Donald Trump, decidiera materializar su política de
'Estados Unidos primero' declarada en su discurso de investidura.
Ese
día, Trump
prometió a sus ciudadanos que Washington no sacrificaría las
necesidades de los estadounidenses de a pie por
el bien de las naciones extranjeras.
En
respuesta a estas declaraciones, el presidente chino comparó las
políticas proteccionistas prometidas por el mandatario
estadounidense con "encerrarse
a sí mismo en un cuarto oscuro"
sin luz y sin aire.
Xi
también declaró que China no usaría la devaluación de la moneda
como herramienta para obtener ventajas competitivas sobre otros
países, respondiendo así a las numerosas acusaciones de Donald
Trump de competencia desleal.
Las
tensiones entre EE.UU. y China han ido en aumento después de que
Trump se convirtiera en el primer presidente de Estados Unidos, desde
1979, en contactar directamente con un líder taiwanés, tras
mantener una conversación telefónica con la presidenta Tsai Ing-wen
después de su victoria en las elecciones norteamericanas.
Aunque
Trump insistió en que la conversación que habían mantenido no tuvo
ningún significado político, el hecho provocó un escándalo
diplomático que no parece mostrar signos de amainar.
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