24 de diciembre de 2016
Crédito: LaIguanaTv
El
portavoz de Unidad Democrática, Jesús Torrealba, remitió este
sábado un documento a monseñor Pietro Cardenal Parolin, con la
finalidad de contestar la carta que le consignó la Santa Sede al
secretario general de Unasur, Ernesto Samper, y a representantes del
Gobierno venezolano.
En
la comunicación, el punto 4 señala: “Es evidente que al no estar
satisfechas aun las demandas que la Santa Sede consideraba
indispensables para antes del 6 de diciembre, no existen condiciones
para restituir el próximo 13 de Enero un diálogo directo entre las
partes. Pero si es muy importante que a través de los mecanismos que
considere eficientes y oportunos la Santa Sede (y ojalá también los
demás ‘facilitadores’) puedan verificar sobre el terreno el no
cumplimiento de los acuerdos”, reza parte del texto.
A
continuación el texto íntegro:
Su
Excelencia
Monseñor
Pietro Cardenal Parolin
Secretario
de Estado de Su Santidad
Ciudad
del Vaticano
Su
Despacho
Hemos
esperado mucho para dar respuesta a su amable y al mismo tiempo
contundente comunicación de fecha 1-12-2016, dirigida por triplicado
al Secretario General de UNASUR Ernesto Samper, a Jorge Rodríguez
como representante del Gobierno en la Mesa de Diálogo y a mi persona
como representante de la Unidad Democrática, en la que expone
importantes observaciones al llamado “Proceso de Diálogo
Nacional”.
La
prolongada espera obedeció a que quisimos que el mundo viera, sin
interferencia de nuestra parte, como planteamientos tan claros,
respetuosos y sobre todo tan solidarios con el pueblo venezolano como
los que -a instancias del Papa Francisco- formula usted en la
mencionada comunicación, eran respondidos desde la prepotente
soberbia por el régimen que preside el señor Nicolás Maduro. En
efecto, a pesar de que usted marcó su comunicación como
“CONFIDENCIAL”, el país y la opinión pública internacional
conocieron no sólo los términos de su carta sino también las
expresiones poco respetuosas y ciertamente insolentes de la respuesta
enviada a El Vaticano por el representante oficialista. Ante esta
situación, nos permitimos emitir esta respuesta utilizando el
formato de Carta Abierta, en virtud de que sus contenidos pudieran
efectivamente revestir algún interés público. En ese sentido, nos
dirigimos respetuosamente a usted, y por su intermedio al Santo
Padre, para expresar lo siguiente:
1.
Coincidimos plenamente con lo expresado por usted en el primer punto
de su comunicación, cuando afirma que “los derechos se respetan,
no se negocian”. Sabemos que ese ha sido siempre el ánimo que ha
signado la participación del Vaticano en la búsqueda de resolución
pacífica al conflicto venezolano: Procurar alcanzar el “bien común
del pueblo” mediante un diálogo que no sea un “ejercicio estéril
y frustrante”, sino que se caracterice por “la voluntad seria de
respetar los eventuales acuerdos alcanzados y su puntual aplicación”.
Si bien para la opinión pública internacional puede resultar
insólito que razonamientos como estos, de corrección y buena fe,
puedan ser considerados como “injerencismo” por el régimen de
Nicolás Maduro, a los venezolanos no nos sorprende pues tenemos
muchos años recibiendo respuestas como esas, agresivas y
desconsideradas, a las justificadas exigencias de trabajo y respeto,
de alimentos y medicinas, de democracia y libertad que nuestro pueblo
le hace a un gobierno que ha manejado la más alta cantidad de dinero
que ningún gobierno venezolano haya manejado jamás en toda la
historia de la República.
2.
Igualmente le manifestamos que la inmensa mayoría del pueblo
venezolano se siente fielmente expresado en las cuatro “DEMANDAS”
que “respetuosamente pero con firmeza” formula la Santa Sede en
su comunicación, y que a continuación citamos:
2.1.:
“Implementación urgente de las medidas destinadas a aliviar la
grave crisis de abastecimiento de comida y medicinas que está
sufriendo la población”, medidas que la Unidad ha resumido como la
necesidad urgente de abrir un CANAL HUMANITARIO para atender a las
más urgidas víctimas de la crisis.
2.2.:
Que “las partes CONCUERDEN el calendario electoral que permita a
los venezolanos decidir sin dilaciones su futuro”
2.3.:
Que “se tomen las medidas necesarias para restituir cuanto antes a
la Asamblea Nacional el rol previsto en la Constitución”
2.4.:
Que “se apliquen los instrumentos legales para acelerar el proceso
de liberación de los detenidos”, es decir, de nuestros hermanos
PRESOS POLÍTICOS, demanda a la que agregamos el regreso de todos los
exiliados por motivos políticos y la anulación de todas las causas
judiciales abiertas con propósito de persecución política.
Estas
demandas que a través de su comunicación la Santa Sede planteó
fueran satisfechas “antes del encuentro del 6 de diciembre”, aun
hoy no lo están. Por el contrario, en materia electoral se han
producido retrocesos (al ratificar el régimen a través de un ardid
judicial la composición de un Consejo Electoral sesgado
políticamente e ilegalmente constituido) e igualmente se han
producido retrocesos en el respeto a la soberanía popular expresada
en la Asamblea Nacional, cuya instalación el próximo 5 de Enero
está rodeada de amenazas de desconocimiento y agresión por parte de
voceros oficialistas. En áreas igualmente importantes, como la
libertad de los presos políticos y la atención a las víctimas de
la crisis humanitaria, se han producido gestos tímidos,
insuficientes, que no representan ni una real reparación a los daños
inferidos ni un auxilio a las víctimas de las dimensiones y seriedad
que la crisis reclama.
3.
Igualmente queremos destacar ante su atención, Cardenal Parolin, que
en los 24 días transcurridos desde el momento en que emitió usted
su comunicación hasta el instante en que le escribo esta respuesta,
la crisis económica y social sobre la cual cabalga el conflicto
político venezolano se ha hecho aún más veloz e inflamable:
Hambre, tristeza y crimen son las tres palabras que resumen el perfil
de la Navidad venezolana 2016. Al adoptar medidas de carácter
monetario en forma desordenada e improvisada el régimen provocó una
serie de protestas populares espontáneas que degeneraron en masivas
agresiones del hampa común contra la ciudadanía, las cuales fueron
perpetradas sin que la fuerza pública defendiera la vida y los
bienes de la población inerme. Varias personas fallecidas y cientos
de comercios saqueados fueron el resultado de tan inexplicable
proceder oficial. Es así como cierra este 2016 venezolano, y esa es
la preocupante perspectiva de inicio del 2017.
4.
Es evidente que al no estar satisfechas aun las demandas que la Santa
Sede consideraba indispensables para antes del 6 de diciembre, no
existen condiciones para restituir el próximo 13 de Enero un diálogo
directo entre las partes. Pero si es muy importante que a través de
los mecanismos que considere eficientes y oportunos la Santa Sede (y
ojalá también los demás “facilitadores”) puedan verificar
sobre el terreno el no cumplimiento de los acuerdos reuniéndose con
los familiares de los presos políticos, con las víctimas de la
crisis humanitaria, con los representantes de la Soberanía Popular
expresada en la Asamblea Nacional, con los trabajadores que quedaron
sin empleo tras los saqueos inducidos por la irresponsabilidad
oficial, con los empresarios empujados a la quiebra por un gobierno
que los obligó a vender por debajo de sus costos de producción, y
con todos los demás actores de esta compleja hora venezolana, que no
tienen posibilidad de interlocución alguna con un gobierno que no
sabe dialogar respetuosamente ni siquiera con algunos de los
facilitadores internacionales que él mismo invita.
5.
Monseñor Pietro Cardenal Parolin: Esta noche es Noche Buena, y
mañana es Navidad. La Humanidad celebra en estas horas como Jesús
Niño, eludiendo a Herodes y sus asesinos, logra nacer y traer a los
hombres su mensaje de justicia y redención. Por eso creemos oportuna
precisamente esta fecha para enviarle esta misiva, porque deseamos
también evadir y vencer a los Herodes de la violencia para que así
Venezuela pueda renacer como el país de oportunidades, pesebre de
perseguidos y auxilio de necesitados que durante décadas fue. Para
ello los venezolanos seguimos necesitando la ayuda espiritual,
política y diplomática de toda la Comunidad Internacional. Reciba
usted, Cardenal, la certeza de nuestro agradecimiento, nuestra
profunda estima y total consideración, y rogamos transmita al Santa
Padre nuestros votos porque Dios lo siga bendiciendo con la salud y
la lucidez necesaria para que continúe exitosamente su apostolado,
siendo referente espiritual y moral para millones de hombres y
mujeres de buena voluntad.
Atentamente,
quedo de usted,
Jesús
Torrealba
Secretario
Ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática
24/12/2016
1:46pm
No hay comentarios:
Publicar un comentario