lunes, 9 de enero de 2017

CHINA ESTÁ ATRAVESANDO SU TERCER AÑO DE UNA GUERRA CONTRA LA POLUCIÓN

04 de enero de 2016
Crédito: La Jornada

Turistas, en la plaza de Tiananmen, usan cubrebocas ante la situación ambiental. Foto Ap

Pekín. La capital china emitió una alerta de alto nivel por segundo día consecutivo este miércoles, y mantenía cerradas las carreteras de Pekín y sus alrededores, por una nube de esmog que desde hace semanas expone a la población a una asfixiante contaminación ambiental.


En la provincia china de Henan, situada al sur de Pekín, se cancelaron hoy 180 vuelos por la falta de visibilidad en las pistas de despegue y aterrizaje de los aeropuertos como consecuencia del denso esmog que afecta desde hace varias semanas al norte del país, informó la agencia estatal de noticias Xinhua.

En Pekín fueron cerradas varias autovías por existir un mayor riesgo de accidentes. Con excepción de algunos días, la contaminación atmosférica en Pekín ha alcanzado desde principios de diciembre niveles considerados "perjudiciales para la salud" o "peligrosos". Todos los días ingresan en hospitales nuevos pacientes aquejados por problemas respiratorios.

El centro meteorológico de China advirtió que la visibilidad podría ser menor a 50 metros en algunas áreas, lo que llevó a la cancelación de vuelos en muchos aeropuertos.

Más de 2 mil turistas permanecían varados en un crucero cerca del puerto de Tianjín dos días más de lo previsto, ya que el esmog impedía que la embarcación atracara, según reportó Beijing Evening News.

La escasa visibilidad generó también que tres importantes puertos del norte suspendieran la carga de barcos el martes, informaron agencias de seguridad marítima.

Las alertas por contaminación son comunes en el norte de China, particularmente durante los inviernos fríos, que aumentan la demanda energética abastecida fundamentalmente con carbón.

La advertencia de esmog en Pekín se encuentra en su segundo nivel más alto, lo que generaba incertidumbre entre la población sobre la necesidad de evacuar. El Ministerio de Protección Ambiental dijo que no había emitido su máxima alerta roja por discrepancias en los pronósticos para diferentes áreas de Pekín.

China está atravesando su tercer año de una guerra contra la polución que apunta a revertir el daño generado al cielo, al agua y al suelo después de décadas de crecimiento económico sin límites. Sin embargo, las medidas tomadas hasta el momento prácticamente no han surtido efecto.

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