12 de enero de 2017
Crédito: alai
Agencia Latinoamericana de Información
Miguel Ángel Barrios
Agencia Latinoamericana de Información
Miguel Ángel Barrios
Los
últimos años estuvieron impregnados del debate sobre qué
características tomaba la política mundial a partir de la posguerra
fría. La mayoría de los grandes analistas del mundo académico
político angloamericano no dejaba dudas que nos desplazábamos hacia
la conformación de un mundo unipolar dominado por los EEUU. Las
evidencias de la invasión a Afganistán y a Irak, fundamentadas
durante el gobierno de George W Bush (h) en un documento bajo el
nombre Proyecto para un Nuevo Siglo Americano, no dejaban margen para
debatir. Esto, agravado también por la crisis política del
sistema político occidental y la anglosajonizacion de las Relaciones
Internacionales, que repiten los discursos "científicos"
de los gurúes, ya sean por dar ejemplos Kaplan, Kagan, Nye,
Fukuyama, etc.
En
el año 2008 sacamos entre varios expertos un Diccionario
Latinoamericano de Seguridad y Geopolítica (1), donde con mucha
soledad advertíamos que nos dirigíamos hacia un mundo multipolar a
contramano de los gurúes y además, mientras existía una gran
expectativa mundial por el nuevo Presidente de los EEUU, decíamos
que nada señalaba un cambio de la política exterior con respecto a
Bush (h).
Hoy,
a menos de 10 días de dejar la Presidencia Obama (el Premio Nobel de
la Paz que bombardeo 7 países en menos de 6 años), de paso,
aprovechamos para decir que ser Nobel de la Paz no implica ninguna
garantía. Alfred Nobel fue el inventor de la dinamita. El Presidente
Wilson aplicó la diplomacia del dólar en el Caribe, T. Roosevelt la
política del garrote y Kissinger el llamado "Plan Cóndor"
y todos fueron Premios Nobel. O sea, que lo de Obama es una
confirmación una vez más, que hay que mirar de reojo cuando un
presidente norteamericano es Premio Nobel.
A
pesar que empezó con promesas de retirar a su país de conflictos
internacionales tras el mandato de Bush (h), Obama deja el cargo
habiendo mantenido a la nación norteamericana en conflicto durante
más tiempo que cualquier otro presidente de los Estados Unidos.
Expandió
las guerras aéreas y el uso de las fuerzas especiales en todo el
mundo. El número de países que cuentan con fuerzas especiales
norteamericanas desplegadas ha crecido desde los 60 en 2009 hasta los
138 en 2016 (el 70 %de los países del mundo), según los datos del
Mando de Operaciones Especiales de EEUU.
Para
analizar el legado del Presidente Obama, el Consejo de Relaciones
Exteriores de los EEUU (CFR, por sus siglas en ingles), que se
especializa en política exterior y asuntos internacionales del país,
presentó datos sobre los ataques aéreos lanzados sobre países
extranjeros. Solo en el 2016, el gobierno de Obama arrojó al menos
26171 bombas.
Mientras
la mayoría de los bombardeos se produjeron en Siria e Irak, las
bombas estadounidenses alcanzaron Afganistán, Libia, Yemen, Somalia
y Pakistán, siete de los países musulmanes más grandes.
Durante
los ocho años de mandato de Obama, su gobierno no solo ordenó
numerosos ataques aéreos, sino que también alcanzó una cifra
record de venta de armas desde la segunda guerra mundial, llegando a
los 265.471 millones de dólares (2).
Todo
lo explicitado nos lleva a comprender un hecho importantísimo que ha
ocurrido el pasado 9 de enero de 2017 bastante desapercibido y que
nos parece central. El Consejo Nacional de Inteligencia de los EEUU
en su Informe de Inteligencia para el nuevo presidente de los EEUU,
Trump, reconoce en forma implícita el fracaso de la diplomacia de
guerra de Obama, y nuestro lejano Diccionario (seguramente tomado
como "ensayo político ideológico" por parte de la mayoría
del arco "científico neutral" argentino) se halla en total
sintonía, con el Informe del 9 de enero. Si habría juicio por mala
praxis en las ciencias sociales, muchos de los monstruos sagrados
tambalearían. Esto no significa una ironía vulgar, sino una
profunda reflexión que debemos realizarnos todos desde las ciencias
sociales y el mundo universitario sobre el devenir y acontecer del
sistema mundo.
Durante
casi dos décadas, Global Trends Report del Consejo Nacional de
Inteligencia (3) ha estado dando forma a conversaciones
estratégicas dentro y fuera del gobierno de los EEUU. Desde que el
Primer Informe Tendencias Mundiales fuera lanzado en 1997, un nuevo
Informe se publica cada cuatro años después de las elecciones en
EEUU.
Tendencias
Globales constituye un importante y estratégico Informe de la
evaluación de los servicios de inteligencia de las fuerzas
-y elecciones- que configuran el mundo durante las próximas dos
décadas.
La
última edición del Informe "Tendencias Globales: paradojas del
progreso" del Consejo Nacional de Inteligencia, fue presentada
el 9 de enero de 2017, explorando tendencias y escenarios en los
proximos20 años.
Fundamental
para su comprensión y pertinencia han sido las reuniones en todo el
mundo con una amplia gama de interlocutores, incluyendo funcionarios
de gobiernos, empresarios, académicos, representantes de la sociedad
civil y otros, en los talleres e intercambios. Allí se examinan las
prospectivas de la economía, la demografía, la ecología, la
energía, la salud, la gobernabilidad, la identidad y la geopolítica
y es vital entender sus consecuencias para la paz y la seguridad del
mundo.
El
NIC cristaliza las ideas extraídas de estas reuniones así como de
una amplia investigación condensada en el Informe Tendencias
Mundiales que se publica cada cuatro años, entre el día de la
elección presidencial de EEUU y el día de la inauguración.
En
líneas generales, el Informe del 9 de enero alerta sobre un futuro
"cercano oscuro y difícil" debido al aumento de
hostilidades entre Naciones en niveles no vistos desde la Guerra
Fría, a medida que se desacelera el crecimiento global, se erosiona
el "orden” posterior a la segunda guerra mundial y a la
potenciación de los nacionalismos en los marcos de la globalización.
La
incertidumbre sobre EEUU, junto a un "Occidente que mira hacia
adentro" y el debilitamiento de los derechos humanos
internacionales y los estándares de prevención de conflictos,
animarán a Rusia y China a poner a prueba la influencia
norteamericana”, dice el Informe.
Y
agrega, "...estos retos estarán bajo el umbral de la guerra
caliente, pero generarán riesgos profundos de errores de cálculo".
Rusia
y China aparecen ya como actores a disputarle influencia reconociendo
pérdida de hegemonía, así como conflictos regionales, terrorismo y
aumento de la desigualdad.
El
organismo ha publicado el 9 de enero -repetimos- el Informe de 226
páginas y alerta "que el nuevo panorama mundial está poniendo
fin a la época de dominación estadounidense que siguió a la guerra
fría" y que, por lo tanto, los próximos cinco años "pondrán
a prueba la resiliencia de los EEUU". Por otro lado, el NIC
prevé un crecimiento del populismo en el terreno político a nivel
mundial, lo que "representara una amenaza para el liberalismo”.
Aquí agregamos que no distinguen en el informe a partidos
xenofóbicos que aparecen en Europa de nacionalismos regionales de
preservación de la soberanía, como ocurre en Irán o pueden tomar
nuevamente fuerza en América del Sur.
Más
que nunca debemos buscar desde la Patria Grande un Poder Ético
Político Estratégico y la tensión que ya convive con nosotros
es Patria Grande en serio o la nada. Aquí reside
nuestro por-venir, al decir de Manuel Ugarte.
Notas
(1)
Barrios Miguel Ángel (Director), Diccionario Latinoamericano de
Seguridad y Geopolítica. Biblos, BsAs, 2008.
Miguel
Ángel Barrios -Argentina- es doctor en educación y en ciencia
política. Autor de reconocidas obras sobre América Latina.
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