05 de agosto de 2017
Crédito: Aporrea.org
El
Congreso de los Estados Unidos envió una carta al presidente Donald
Trump advirtiendo de los impactos que pudieran tener las sanciones
impuestas a Venezuela.
En
la misiva advierte de los efectos inmediatos que pudieran tener las
sanciones en el tema petrolero, puesto que Venezuela es el tercer
mayor proveedor de crudo a los Estados Unidos, después de Canadá y
Arabia Saudita.
"Sin
acceso al crudo venezolano, las refinerías de la Costa del Golfo de
los Estados Unidos se verían obligadas a obtener petróleo crudo de
lugares más lejanos a mayores costos de transporte y con una calidad
menos óptima, lo que resultaría en menores rendimientos del
producto y mayores costos para los consumidores", dice la carta.
A
continuación el texto completo:
CONGRESO
DE LOS ESTADOS UNIDOS
Washington, D.C.
28 de Julio de
2017,
Presidente Donald J. Trump
La
Casa Blanca
1600
Pennsylvania Avenue
Washington,
DC 20500
Querido
Presidente Trump:
Estamos
preocupados por los impactos a los ciudadanos de los Estados Unidos
que resultaran debido a cualquier sanción relacionada con el sector
energético que pueda imponerse a Venezuela. Las consecuencias
imprevistas afectando a la población estadounidense ya han sido
percibidas en una variedad de esfuerzos bien intencionados a través
de los años, incluso con nuestro propio embargo petrolero
recientemente redimido. Tememos que las posibles sanciones
perjudiquen la economía de Estados Unidos, perjudiquen la
competitividad global de nuestros negocios de energía, y aumenten
los costos para nuestros consumidores.
Compartimos
su preocupación acerca de la intención del Gobierno de Venezuela de
celebrar una votación el 30 de julio de 2017, permitiendo la
formación de una Asamblea Constituyente para reescribir
ostensiblemente la constitución. Tal resultado consolidaría aún
más el poder bajo el presidente Maduro, quebrantaría la
constitución y erosionaría los vestigios de las instituciones
democráticas. Tememos que más venezolanos sufran de una crisis
económica aún más profunda, de continua escasez de alimentos y
medicinas, de continua corrupción del gobierno y el encarcelamiento
político, y del aumento de la violencia contra los grupos de la
oposición.
Al
formular una respuesta apropiada, creemos que es vital reconocer el
papel del sector de refinación estadounidense a nuestro interés
nacional y económico. Los remedios potenciales deben tener en cuenta
las instalaciones energéticas en la Costa del Golfo de los Estados
Unidos, que están específicamente diseñadas para procesar grados
más pesados de crudo venezolano como una porción significativa de
su materia prima. Solicitamos su consideración atenta de los
siguientes puntos:
• Cincuenta
y uno por ciento de la capacidad de refinación de los Estados Unidos
se encuentra en la costa del Golfo de los Estados Unidos en tres
estados: Luisiana, Mississippi y Texas.
• La
industria de refinación en estos estados de la Costa del Golfo
emplea a 32.000 trabajadores directamente, más 49.000 trabajos
indirectos e inducidos, sumando 525.000 trabajos relacionados con
refinación.
• Venezuela
es el tercer mayor proveedor de crudo a los Estados Unidos, después
de Canadá y Arabia Saudita. El 90% del crudo venezolano importado a
los Estados Unidos es procesado en la Costa del Golfo. El
desplazamiento de esta cantidad de crudo aumentaría los costos del
refinador, reduciría la eficiencia y elevaría los precios de los
combustibles para el consumidor. Además, podría desestabilizar los
mercados de crudo en todo el mundo, elevar los precios mundiales del
petróleo, y reforzar las economías de Irán y Rusia.
PRINTED
ON RECYCLED PAPER
• El
desarrollo del crudo de esquisto en los Estados Unidos ha reducido la
dependencia de las importaciones de petróleo del país; sin embargo,
hay una diferencia marcada en el carácter del petróleo crudo
producido en Estados Unidos con el crudo venezolano pesado. Debido a
factores de diseño, las refinerías de la Costa del Golfo producen
el mayor volumen de productos al menor costo para los consumidores
procesando crudo pesado. Por lo tanto, el crudo de esquisto de los
Estados Unidos no es un sustituto adecuado del crudo venezolano en
muchas refinerías de la Costa del Golfo.
• Sin
acceso al crudo venezolano, las refinerías de la Costa del Golfo de
los Estados Unidos se verían obligadas a obtener petróleo crudo de
lugares más lejanos a mayores costos de transporte y con una calidad
menos óptima, lo que resultaría en menores rendimientos del
producto y mayores costos para los consumidores. Las proyecciones
actuales esperan un aumento inmediato de cinco a diez centavos por
galón de gasolina en la bomba, con expectativas de que ese número
aumentará rápidamente con el tiempo.
• El
cese de las importaciones de crudo venezolano sería muy perjudicial
en el corto plazo, al mismo tiempo que se arriesgará la
competitividad de algunas refinerías de la Costa del Golfo en el
mediano y largo plazo. Las refinerías de exportación en Europa y
Asia obtendrían los beneficios.
• Si
el crudo venezolano no es procesado en los Estados Unidos,
probablemente será producido y vendido en otros países -como la
India y China- lo que limita cualquier impacto a el gobierno
venezolano, sin embargo sí que crea dificultades para las refinerías
de los Estados Unidos.
Aplaudimos
sus esfuerzos para contrarrestar el inquietante declive de la
democracia y el bienestar social en Venezuela. A medida que su
Administración considere medidas adicionales para detener esta
declinación y finalmente revertirla, instamos a que los métodos
empleados protejan la fortaleza de nuestras refinerías de la Costa
del Golfo que son tan vitales para la seguridad energética de
Estados Unidos.
Sinceramente,
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