18 de noviembre de 2016
Crédito: 20 minutos
Una de las duras imágenes pubicadas por la policía de East LIverpool, en Ohio (EAST LIVERPOOL POLICE DEPARTMENT) |
El
director general de Salud Pública de Estados Unidos, Vivek Murthy,
alertó este jueves de que más de 20 de millones de personas padecen
un problema de abuso de sustancias como las drogas en el país.
Según
el informe del director general de salud pública publicado este
jueves en su página web, 20,7 millones de personas sufren de abuso
de sustancias, como el alcohol y las drogas, aunque solo uno de cada
10 reciben tratamiento para combatir su problema.
En la actualidad,
el número de personas con un trastorno por uso de sustancias supera
en 1,5 veces el número de personas diagnosticadas con cáncer,
mientras que más personas usan opiáceos recetados que tabaco.
Esto
significa que, por lo menos, uno de cada siete estadounidenses
desarrollará un problema de adicción en algún momento durante su
vida.
Murthy afirmó que, durante mucho tiempo, la gente ha pensado
en los trastornos por abuso de sustancias como una enfermedad por
elección propia, un defecto de carácter o un fracaso moral, lo que
llevó a subestimar cómo la exposición a sustancias adictivas puede
conducir a la adicción plena.
"Estos trastornos cambian los
circuitos en el cerebro del enfermo, afectan a su capacidad de tomar
decisiones y modifican su sistema de recompensas y su respuesta al
estrés. Ello nos indica que la adicción es una enfermedad crónica
del cerebro y tenemos que tratarla con la misma urgencia y compasión
que hacemos con cualquier otra enfermedad", añadió.
La
sobredosis mata más que el tráfico Casi 33.000 personas murieron a
causa de accidentes de tráfico en 2014, mientras que aproximadamente
50.000 personas lo hicieron a causa de una sobredosis: 30.000 por
sobredosis de opio, incluyendo heroína o medicamentos recetados, y
otras 20.000 por abuso de alcohol, cocaína u otro tipo de
medicamento recetado, según el informe.
Este trastorno cuesta más
de 420.000 millones de dólares al año en forma de costes de
atención médica, pérdida de productividad económica y costes para
el sistema de justicia penal, lo que supone un gasto muy superior al
del tratamiento de la diabetes.
Tras los graves efectos que causó en
la juventud de EE.UU. en las décadas de 1970 y 1980, la heroína
volvió a las calles estadounidenses desde 2014 como alternativa
barata y accesible a los analgésicos con receta derivados del opio,
cuyo acceso es más restringido ante los índices registrados de
adicción. Este informe es el primero de esta autoridad sanitaria en
tratar el abuso de sustancias, según Murthy, quien espera que
influya en los ciudadanos.
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