27 de octubre de 2015
Crédito: Rebelion
Eleuterio Gabón
Eleuterio Gabón
“El conflicto social colombiano se origina debido a los niveles de desigualdad que vive el país, con un 50% de la población viviendo en la pobreza y un 30% en condiciones de miseria. Hablamos del tercer país en el mundo con mayor nivel desigualdad, con un conflicto social que dura ya casi 70 años y al que se suma un conflicto político que ha generado más de 6 millones de desplazados, el 2º país después de Siria.” Jorge Molano es abogado defensor de derechos humanos, ha logrado procesar y encerrar a varios generales del ejército colombiano por sus crímenes. Vive amenazado y es sin duda un hombre valiente, cuya labor ha sido reconocida ampliamente a nivel internacional. Hablamos con él y con la compañera Luisa Vidal de Coordinación Valenciana de Solidaridad con Colombia , asociación valenciana que lleva más de 10 años colaborando en la defensa de los derechos humanos. Los años de conflicto.
Los
años de conflicto
En los años 50 una dictadura aupada
por las élites, termina cuando los empresarios paralizan la
industria para derrocar al dictador Gustavo Rojas Pinilla en 1957.
“Se establece entonces un bipartidismo que excluye a otros sectores
políticos. Durante 30 años, los partidos conservador y liberal se
alternan en el poder cada cuatro años. Para que una persona pueda
acceder a algún cargo público, debe acreditar su pertenencia a uno
de los dos partidos.” Este contexto da lugar a la aparición de las
FARC en 1964 y el ELN en el 65. Comienza el conflicto armado.
A
partir de entonces van a aparecer más movimientos armados derivados
de estas guerrillas. Ante esta situación, en 1961 el Pentágono pone
en marcha un plan integral para Latinoamérica que pretende recorrer
todo el continente con el fin de no repetir experiencias como la
cubana, es la llamada doctrina de Seguridad Nacional. “Los
ejércitos nacionales deben conformar organizaciones especiales de
carácter antiterrorista y anticomunista. La doctrina de la Seguridad
Nacional entiende que quien vive en zona guerrillera, es defensor de
los derechos humanos, opositor al gobierno o luchador reivindicativo,
es enemigo del Estado. Toda oposición y labor de crítica, toda
disidencia es criminalizada y comienza a ser destruida.” En esta
línea, en 1965 el gobierno colombiano autoriza a sus comandantes a
dar armas y recibir entrenamiento militar a la población civil, lo
que daría lugar a la formación de las Juntas de Autodefensa. Estos
permisos transitorios se convirtieron en permanentes y se prolongan
hasta 1989.
La ideología de la Seguridad Nacional se
apoya en teorías maoístas como: el agua es al pez como el campesino
es a la guerrilla. “Si le quitas el campesino, la guerrilla no
tiene agua, no puede existir. El objetivo es la vitoria
militar.”
Durante los años 80, en la Escuela Superior
de Guerras José María Córdoba lugar de formación de los altos
oficiales del ejército, se redactan manuales del ejército bajo el
título “conozcamos a nuestro enemigo”. “En estos manuales se
indicaba como las asociaciones civiles de campesinos, la organización
nacional indígena de Colombia, defensores de derechos humanos,
comité de presos políticos y juristas son parte del enemigo que
debe ser destruido. Un sistema antidemocrático que quiere eliminar a
la disidencia y generar sometimiento.”
Las modalidades
de represión empiezan a variar con el tiempo; la represión es
militar, jurídica, social, política, económica… En los 70 las
desapariciones forzadas se viven en Argentina y Chile, en los años
80 predominan las detenciones y torturas. A finales de los 80, es la
eliminación sistemática de líderes en el campo político, sindical
o de derechos humanos. “Es también en los 80 cuando comienzan a
crearse grupos paramilitares que hacen el trabajo sucio para el
gobierno, de este modo pueden mantener una buena imagen
internacional. A cambio hay impunidad para los paramilitares.”
Más
tarde se producen masacres abiertas contra pobladores de zonas
guerrilleras. “Estas experiencias de represión generan una
sensación de terror que sirve para desarticular a los movimientos
sociales y evitar que estos puedan desarrollarse y oponerse al
estado. Es el caso de la Unión Patriótica, parido político formado
por desmovilizados de las FARC, gente de los partidos tradicionales,
comunistas y otros, son asesinadas al menos 4500 personas en 7
años.”
Durante los 90 entra en juego el narcotráfico,
como catalizador y dinamizador del conflicto. “En Colombia se ha
ejercido durante años un terrorismo de Estado asociado al
narcotráfico. Se producen múltiples casos donde estructuras de la
fuerza pública se asocian con el narco para el control social, algo
que también ocurre internacionalmente como el caso de la contra
nicaragüense.” El narco es una máscara que sirve para justificar
la estrategia militar en el conflicto, así como estrategias de
represión más potentes. “Con el asesoramiento de los EEUU, se da
una especialización en el área de justica secreta; un entramado
legal que oscurece la labor de fiscales, jueces, testigos secretos y
la existencia de las pruebas. Los abogados no sabían quién
investigaba ni quien dictaba sentencia. El pretexto era que se
protegía del narco a fiscales y jueces pero funcionó para perseguir
a los dirigentes de la industria del petróleo que se oponían a cómo
se estaba saqueando su negocio. También a las huelgas de
trabajadores de telefonía, estudiantes y campesinos.” Se conforma
así un modelo de estado abiertamente autoritario.
En los
90 el movimiento social, está muy debilitado. Entre el 85 y el 95
hay 10 mil dirigentes sindicales asesinados. Durante el gobierno de
Uribe se producen detenciones masivas, unas 20 mil, bajo acusación
de pertenecer a la guerrilla. Mientras esto se daba en el plano
institucional, el paramilitarismo empieza a entrar en regiones
aisladas del país arrasando a la población y generando
desplazamiento. “En los 50 las tierras eran ocupadas por dirigentes
del bipartidismo, ahora se genera un proceso de contrarreforma
agraria donde el nuevo propietario es el paramilitar. Además de ese
control social que adquiere el paramilitarismo, el Estado comienza a
intervenir en esas zonas pretendiendo hacer ver que la llegada de
paramilitares supone un desarrollo para la sociedad.” Si en 1988
surgen los paramilitares, en 1995 son ya un actor político. “Pasaron
de tener el control social y económico a tener también el político
y a negociar con el ejército para que garanticen la seguridad en las
zonas que ellos controlan y así poder hacer inversiones; minería,
bancos, hidrocarburos...”
La lucha contra la
impunidad
La estrategia de los gobiernos ha sido permitir
la llegada a las comunidades indígenas y campesinas a los
paramilitares. “Estos entran con motosierras, violan a las mujeres,
juegan al fútbol con la cabeza del líder delante de todo el pueblo
para generar terror y la gente huye.” Entonces llegan las
multinacionales y explotan la tierra que dejan inservible aun cuando
años después la justicia decida que debe ser devuelta a los
campesinos. Pero a pesar de lo que muchas veces se nos ha querido
contar en los grandes medios, ésta no es una historia de campesinos
que apoyan a la guerrilla y multinacionales que hacen negocio con
paramilitares. “De lo que se trata aquí es de juzgar la actuación
de un Estado que permite las masacres para quitarse de en medio
cualquier rival político y gobernar con total autoridad.”
La
realidad en Colombia es la impunidad, no por deficiencia de la
justicia sino por las prácticas de las instituciones. “Los
crímenes han sido permitidos desde la justicia y por eso perduran
las torturas, desapariciones y masacres. Cuando los jueces o fiscales
deben investigar a sus superiores, la cadena de mando lo frena.
Quienes desde el Estado han cometido crímenes contra la población,
en vez de ser juzgados son condecorados a colocados en embajadas.
Tenemos el caso de Jorge Petrel, magistrado de la corte Suprema, a
quien se le adjudican la tierra de un campesino asesinado.” En los
pocos casos en que la justicia actúa, la atención se centra siempre
en la ejecución material, protegiendo a quienes dan la orden o
planifican las masacres. “Los jueces que se atreven a investigar y
denuncian a altos cargos militares son perseguidos, descalificados o
asesinados por parte del mismo Estado, como en los casos del
magistrado Carlos Horacio Orán o el abogado de derechos humanos
Eduardo Umaña.”
En el año 2000 Colombia empieza a
recibir denuncias de la comunidad internacional, la ONU, la Corte
Interamericana de DDHH, Amnistía Internacional y de varios gobiernos
que acusan al colombiano de haber creado a los paramilitares y piden
indemnizaciones para sus víctimas. “Entonces el gobierno plantea
desmovilizar a los paracos, un proceso esquizofrénico ya que son los
mismos.” Surge en 2005 la ley de justicia y paz, que plantea que
los paramilitares dejen las armas; deben decir la verdad, disolverse
y reparar a las víctimas. “Empezamos a encontrar contradicciones
de un gobierno que afirma hay 14 mil paramilitares en el país para
después asegurar que ya se desmovilizaron 35 mil. Y todavía sigue
habiendo más.” Se genera un proceso de impunidad. “Es una labor
de maquillaje, un lavado de cara público del gobierno, una limpieza
de capitales de los paramilitares provenientes del narcotráfico.
Únicamente 105 paramilitares han sido juzgados, la justicia colabora
así en el panorama general de impunidad.”
En lo
referente a la reparación a las víctimas, se reclaman entre 4 y 6
millones de hectáreas robadas a los campesinos. “En un plan
previsto para 10 años, el gobierno crea una ley para devolver
terrenos en la que más del 70% de la tierra no se devuelve. En 50
años tan sólo se han resuelto 1600 de las 60 mil denunciadas que se
han presentado por la restitución de tierras. Un porcentaje ridículo
que genera un modelo de negación de derecho de las víctimas,
legalización del despojo e impunidad para quienes han ejercido actos
criminales.”
En el año 2000 las multinacionales
pidieron 4 millones de hectáreas para explotar el oro. El 99% de los
territorios reclamados eran zonas de donde habían sido expulsados
pobladores de comunidades indígenas, campesinos y afro-
descendientes. “Así las empresas se desarrollan y benefician a
partir del terror y el crimen. A las empresas se les pone unos
impuestos muy bajos para que puedan invertir y se les pide que tengan
seguridad, esto hace que contraten al ejército para que les proteja.
Son pasos hacia la privatización de la fuerza pública y la
seguridad del Estado. En los casos en que líderes campesinos se han
opuesto a las multinacionales, han sido eliminados por el ejército
considerándolos como guerrilleros.”
Pese a todo, hay
que destacar la importancia del resurgimiento del movimiento
campesino que se ha movilizado contra el Tratado de Libre Comercio
que acaba con sus formas de vida. “Hace 2 años hubo grandes
movilizaciones que el gobierno calificó de ridículas teniendo
después que reconocer la realidad por la presión de los sindicatos,
estudiantes y otros sectores que han tomado conciencia.” Y es que
paralelamente a las agresiones constantes, la resistencia continua y
se reinventa. “La gente no deja de luchar, la población civil se
organiza y no para de sumar a pesar de sufrir el horror, siempre se
han movilizado. Son también 60 años de resistencia.”
La
Caravana y el proceso de Paz
Desde 2008 un grupo de
abogados se reúne en Londres para estudiar cuál es la situación y
las garantías de derechos humanos en Colombia. Se forma entonces la
Caravana Internacional de Juristas que recorrerá el país para
analizar su situación y estudiar medidas de presión a la comunidad
internacional. En un primer momento viajaron 14 juristas y abogados,
ya en 2014 fueron 75 los que recorrieron el país verificando la
situación real colombiana en materia de derechos humanos.
En
2014 hubo un asesinato cada 6 días, 626 agresiones diarias,
amenazas, lo que provoca una estigmatización que se mantiene desde
la presidencia y gobierno contra quienes defienden los derechos
humanos. Mucha gente se ha exiliado para poder salvar la vida y están
excluidos de cualquier proceso, hay medio millón de exiliados.
“Quienes defienden los derechos humanos son espiados por el
gobierno infiltrándose en sus oficinas y hasta en sus viviendas
particulares, son amenazados y también sus familiares. Lo mismo
ocurre con sindicalistas, periodistas, juristas. Una estrategia
llevada a cabo desde la presidencia, tanto en el país como fuera,
por ejemplo en Valencia. Quedan también muchos ataques a defensores
de DH que no se investigan.”
Los casos en que se llega a
juzgar a militares y altos cargos salen por la labor de los
defensores de DH, ya que la justicia ordinaria permite la impunidad.
“Mucha de estas condenas se consiguen en la Corte Interamericana de
DH, haciendo que fuera se condene para que dentro se pueda hacer
algo. La visibilidad internacional es importante porque la imagen de
Colombia queda dañada y se realizan menos inversiones en el país.
Es la fuerza que se puede hacer internacionalmente. Sin la visión
desde fuera no se hubiera podido resistir.”
La Caravana
está presentando estos informes y haciéndolos públicos, también
para reivindicar ante la UE y otras estructuras internacionales su
obligación de proteger a los defensores de derechos humanos. El
Parlamento Europeo ratificó el Tratado de Libre Comercio con
Colombia, lo que debería incluir una defensa de los derechos
humanos. “Organizaciones como la nuestra, Coordinación Valenciana
de Solidaridad con Colombia , denuncian a la comunidad internacional
por ignorar estas situaciones. Cuando tratamos de que nuestro
políticos presionen, lo que nos venden es que en el contexto de
crisis actual las empresas son lo importante, primero nosotros y
nuestra economía. Las empresas españolas están invirtiendo allí,
así que “si sólo os amenazan no es para tanto.”
Esta
respuesta está en sintonía con la línea que sigue el gobierno
colombiano en relación a los defensores de derechos humanos. “Ellos
hacen discursos como estos: Las acusaciones de los abogados de DH en
representación de víctimas, tiene como intención el hacer una
guerra jurídica contra el aparato militar que busca desmoralizar los
cuerpos armados del Estado e impedir la movilidad de las tropas. Se
trata de una estrategia contra el Estado en la que las guerrillas
serían la parte militar y los abogados los encargados de la guerra
jurídica.” De igual forma, oponerse al saqueo y la destrucción es
visto como oponerse al progreso del país. “Cuando planteamos que
los derechos de la población sean respetados y se les consulte sobre
el uso que se puede hacer de sus territorios, lo califican como actos
en contra del progreso y el desarrollo.”
Otra tarea
importante que realizan los defensores de derechos humanos es la de
representar a quienes siendo víctimas, se encuentran más
desfavorecidos por su condición social. “Cuanto más de base es
una persona más difícil tiene acceder a la justicia. La labor de
los defensores de derechos humanos es importante porque representa a
estas personas que no tienen acceso por lo complicado y vulnerable de
su situación. Muchas de estas personas vulnerables son perseguidas
para que no sean testigos. A las mujeres que se atreven a denunciar
las mandan a casa directamente.”
Ante esta situación el
actual proceso de paz que vive Colombia se ve con cierto
escepticismo, sin embargo hay coincidencia en que es necesario. “Es
una necesidad que se avance en la paz. La escalada de violencia entre
diciembre y marzo, donde las operaciones militares bajaron a 24, han
aumentado ahora a más de 100, con lo que de continuar esta escalada
se puede volver de nuevo a la guerra. El sector de poder en Colombia
habla de perdón y olvido de los asesinatos, de los robos, de los
beneficios económicos del terror. Para esto no puede funcionar así,
se debe hacer justicia, no puede ser que la justicia sea un obstáculo
para la paz. No habrá paz sin justicia.” Por ello se ha confirmado
una comisión de la verdad que está formada por 11 miembros elegidos
por las FARC y el gobierno. El problema es que tendrá un carácter
extrajudicial y un acceso restringido a información reservada.
El
gobierno exige también que la doctrina militar no se vea modificada.
“Si no se modifica ese aleccionamiento por el cual se ve a la
sociedad como enemigo, se permite que se mantengan la tortura y la
desaparición. Esto no puede consentirse.” Así mismo, el gobierno
quiere mantener el número de soldados en el ejército, actualmente
500 mil hombres en armas.” La excusa es que el ejército se va a
encargar de construir carreteras y hoteles. Esto podría llevar a una
transición sin transición, una sociedad militarizada.”
Para
que se dé una paz sólida debe haber ciertas garantías.”
Garantías de no repetición, de reparación a las víctimas y de
desarticulación de los paramilitares, ya que si se firma la paz con
las FARC pero se mantiene el paramilitarismo, no va a haber una paz
duradera. Eso es un fraude a la sociedad.” Debe haber también un
proceso de desmilitarización de la policía, actualmente dependiente
del ministerio de guerra y una solución al problema del narco. Del
mismo modo es necesario que se respeten ciertos derechos
fundamentales, como el derecho a la manifestación, a la protesta y a
la participación política.
La paz pasa también por una
redistribución de la riqueza y un desarrollo del mundo rural. “Es
fundamental acabar con la aberrante desigualdad aunque el gobierno ha
dicho que el modelo de desarrollo no está abierto a negociación. El
proceso de paz está orientado a que haya una calma que garantice
sobre todo las inversiones internacionales, eso demuestra que sólo
se quieren una paz de fusiles.”
Antes de terminar la
entrevista la compañera Luisa hace una reflexión que invita a
conectarnos con lo que ocurre en realidades que parecen remotas. “Es
importante visibilizar qué es lo que ocurre pero también como
ciudadanos tratar de presionar a nuestros gobierno para que se
cumplan los derechos humanos. Es importante reaccionar ante las
amenazas de forma rápida. Estas políticas de represión son
trasnacionales, el modelo de privatización de la policía y la
seguridad es exportable y un ejemplo es el paso que se está dando
aquí con la ley Mordaza. Quien tiene seguridad privada es quien
tiene dinero para pagarla. Por todo esto, apoyarles a ellos es
también poyarnos a nosotros.”
Rebelión ha
publicado este artículo con el permiso del autor mediante una
licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo
en otras fuentes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario