03 de octubre de 2016
Crédito: Últimas Noticias
José Vicente Rangel | El Espejo
José Vicente Rangel | El Espejo
1 Que
los gobiernos de países donde se ha impuesto la extrema derecha,
radicalmente opuesta a los cambios sociales y económicos, violadora
permanente de los derechos humanos en Latinoamérica, como
ocurre con los que actualmente dirigen los destinos de Brasil y
Paraguay, o como el de Argentina que representa agresivas políticas
neoliberales, se acuerden para impedir que Venezuela asuma la
presidencia pro témpore de Mercosur, uno lo entiende. Hacen lo que
tienen que hacer: marchar en sentido contrario a la historia para
garantizar la supervivencia de anacrónicos privilegios. Lo cual
-repito- es comprensible y confirma que esa derecha hace lo que sea,
asesinar, explotar a los trabajadores, entregar la riqueza nacional,
violar la Constitución, desconocer la voluntad popular expresada en
comicios, para acceder y controlar el poder. Pero lo que no se
entiende, y no tiene explicación, salvo que aceptemos una concepción
canalla de la política, es que en el caso concreto de Mercosur,
cuando se defiende un derecho que asiste a Venezuela, al conjunto de
la sociedad -y no solo al Estado-, haya sectores que se plieguen a
los agresores. Que los secunden. Que defiendan el atraco a mano
armada de que es víctima Venezuela, cuando los gobiernos de Brasil,
Paraguay, Argentina, y el sinuoso de Uruguay, despojan a nuestro país
del derecho a ejercer un cargo como la presidencia de Mercosur, de
acuerdo a normas vigentes.
2 En
Venezuela la oposición está cegada por el odio. Optó por
renunciar a los más elementales principios de patria, soberanía,
defensa de lo nacional, por la sola circunstancia de adversar al
Gobierno, y, particularmente, al presidente Nicolás Maduro. Carece
de escrúpulos a la hora de alinearse con aquellos factores que en el
ámbito internacional utilizan los recursos que poseen para vulnerar
los derechos de los venezolanos. La oposición que tenemos adoptó la
actitud, repetida reiteradamente, de aliarse a las peores causas que
se mueven contra el Estado y Gobierno venezolanos. Sin
importarle para nada los peligros a que exponen el país y la
contribución que le dan al aceleramiento de los procesos que se
impulsan desde el exterior para colapsar al país.
3 El
propósito no es otro que cercar a Venezuela. Provocar el caos
interno y repetir la terrible experiencia vivida por naciones como
Irak, Libia y otras. Por eso la gravedad de la actual actitud de la
oposición, a la que no le importa hacer causa común con cualquier
iniciativa proveniente de centros de poder transnacionales. Jamás en
la historia venezolana existió algo parecido: una oposición
descaradamente cipaya, antinacional, tan subordinada a intereses
foráneos. Oposición que, incluso, llega a repudiar y a sancionar la
actitud digna de sus dirigentes que discrepan de la decisión de
negar el derecho que asiste al país a presidir Mercosur y la
pretensión de expulsarlo del organismo regional. Una vergüenza
que provoca náusea por su indignidad y por la negación que entraña
de la noción de patria y de soberanía nacional.
LABERINTO
Por
ahora, ¿qué le queda por hacer a la oposición? ¿Reactivará su
tradicional plan B, es decir, el atajo, que nunca abandonó, y
responderá a la dilemática situación que encara -luego de la
decisión del CNE-, pisando el acelerador de la violencia? La
respuesta de sus dirigentes, cargada de retórica subversiva,
invocando con vehemencia el recurso de presionar a las instituciones,
al CNE, al Gobierno, para que el revocatorio sea este año, hace que
el debate en la MUD esté al rojo vivo: un sector dispuesto a acatar
las normas del CNE y a pasar agachado, y otro que considera que están
dadas las condiciones para el asalto final, calentando previamente la
calle…
Además
pesa mucho el compromiso con los aliados en el exterior. Es
evidente la desesperación que estos muestran ante la posibilidad de
que el revocatorio se les escape de las manos y pierdan la
oportunidad de sacar este año a Maduro de Miraflores. La ofensiva
recrudeció en las últimas semanas en los centros de poder desde
donde proviene la andanada contra la soberanía nacional…
Esos
aliados de la oposición quieren revocatorio ya o si no sangre.
Viven el momento del pase de recibo. Están cobrando los servicios
prestados. Los voceros del entramado norteamericano, de la Casa
Blanca, Pentágono, Departamento de Estado, están muy activos
presionando el desenlace. No se van a conformar con la explicación
que dan los dirigentes de la MUD de que no fue posible el revocatorio
porque lo impidió el CNE y que, por tanto, es imposible defenestrar
ahora a Maduro. Con razón se preguntarán: ¿quién paga la
inversión?…
El
inefable Almagro se preguntará lo mismo, ¿tanto esfuerzo y
tanto desprestigio para nada? Igual Rajoy y otros metiches…
Por
eso las interrogantes sobre lo que pueda ocurrir en los tensos
días que corren. ¿Se impondrán en la dirección de la MUD los que
manejan la política con sensatez y toman distancia de las aventuras,
o acaso lograrán los partidarios de la violencia repetir
desafortunados episodios del pasado? En este ambiente de
conflictividad -con factores de la realidad nacional difícilmente
controlables-, los líderes opositores no tienen varias opciones a
qué apelar, sino una opción. No pueden escoger entre violencia y
paz; entre actividad legal, en el marco de la Constitución, e
insurrección. No están en capacidad de forzar salidas de fuerza en
las que hasta el presente han fracasado. Carecen de los recursos y
del músculo indispensable para imponer una opción
extraconstitucional. Sin el poder de convocatoria necesario para
competir con el chavismo en la calle, sin respaldo en la Fuerza
Armada Nacional Bolivariana (Fanb), sin la organización
indispensable para dar con éxito una batalla, esa vía es una
temeridad. Por consiguiente, la opción para la oposición no es otra
que la paz, el diálogo. ¿Lo entenderá? Hasta ahora parece que no,
pero los milagros existen…
Luego
de 40 años del asesinato en Washington de Orlando Letelier, ex
canciller de Allende, el Gobierno norteamericano reconoció que la
orden la dio Augusto Pinochet y que la CIA lo sabía todo. Como
siempre, EEUU reconoce las tropelías que comete en el mundo años
después. Los asesinatos y destrucción de naciones por orden de la
Casa Blanca quedan impunes. El consuelo es que tras varias décadas
hay la tácita admisión de responsabilidades. Es decir: puro
cinismo…
Falleció
Olga Luzardo, mujer ejemplar, dirigente del PCV, abogada,
escritora, luchadora de toda la vida. Paz a su alma…
Las
encuestas de la oposición -aparentemente contra Maduro- son
producto de la lucha por la candidatura presidencial entre Ramos
Allup -por cierto, sale mal parado-, Capriles y López. Encuestas de
encargo que presagian la lucha a cuchillo que recién comienza…
Urosa en
la misma línea de su antecesor: ¡jugando con fuego!
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