16 de octubre de 2016
Crédito: Correo del Orinoco
El
Presidente de Estados Unidos terminará su mandato en enero de 2017 y
muchas de sus promesas en campaña no se han cumplido. Barack Obama
fue electo por primera vez en los comicios de 2008, asumió la
Presidencia el 20 de enero de 2009 y su segundo mandato en 2013. Un
breve resumen, en su discurso sobre el Estado de la Unión que
realizó el 13 de enero 2013 aseguró que había trabajado para
reducir la pobreza que en 2010 alcanzó la cifra récord de 46,2
millones de habitantes. Desde 2007, el salario mínimo por hora está
en 7,25 dólares, insuficiente para el 70% de estadounidenses, que
desde 2013 solicitan el aumento del salario mínimo a 10,10 dólares
la hora. Once millones de trabajadores estadounidenses viven en el
umbral de la pobreza.
El
crecimiento de la riqueza de EEUU es de 60%, en los últimos seis
años, mas de 30 billones de dólares, pero estuvo acompañado por un
aumento también del 60% del número de niños sin hogar. El plan de
energía limpia de Obama pero ¿y el fracking? Una forma de
extracción del petróleo que viene generando una contaminación sin
precedentes. La falsa guerra de EEUU contra el Estado Islámico fue
evidenciado al entrar Rusia en el conflicto sirio, probándose el
financiamiento y la entrega de armamento a los terroristas que desean
derrocar al presidente Bashar al-Asad.
Obama
se convirtió en el primer presidente negro de EEUU; sin embargo, eso
no sirvió para reducir las muertes por racismo en el país. Tan solo
en el año 2015, la policía estadounidense asesinó 1.134 personas
en ese país, de las cuales los mas afectados fueron los
afroamericanos y latinos. Obama informó que tomaría medidas sobre
el control de armas para disminuir la proliferación y tenencia en el
territorio estadounidense. Indicó que a pesar de la negativa del
Congreso, él tomará acciones para limitar la compra y posesión de
armas de fuego por vía de la acción ejecutiva. El número de grupos
que instigan el odio racial sigue en aumento, entre 2014 al 2015 se
registraron 260 mil crímenes cometidos por racismo, xenofobia o
ataques contra las minorías ideológicas o étnicas.
Recordemos
que Obama entró en la Oficina Oval prometiendo trabajar por un
“mundo libre de la amenaza nuclear”. En el 2009 viajó a Praga
para decir conmovido: “…Entonces, hoy dejo sentado rotundamente y
con convicción el compromiso que Estados Unidos asume en la búsqueda
de la paz y la seguridad en un mundo sin armas nucleares. Acabando
con la mentalidad de la Guerra Fría, reduciremos el papel de las
armas nucleares en nuestra estrategia de seguridad nacional y
exhortaremos a otros países para que hagan lo mismo”. Ese mismo
año, él recibió el Premio Nobel de la Paz, en gran medida por lo
que aun estaba por hacer, particularmente en lo atinente a las armas
nucleares. Por supuesto, ¡todo esto quedó en el olvido!
Después
de casi dos periodos presidenciales, “nuestro Presidente de la
Paz”, el único en la historia que llamó a la “abolición” del
arma nuclear y cuya Administración retiró menos armas de nuestro
arsenal nuclear que cualquiera otra, una vez acabada la Guerra Fría,
ahora está promoviendo las primeras etapas de un programa de
modernización de un billón de dólares. El programa incluye un
importante trabajo de diseño y puesta a punto de armas nucleares
“guiadas de precisión” en las que se incluye la opción de
moderar la capacidad de destrucción de esos ingenios. Este tipo de
armas tiene la potencialidad de llevar la guerra nuclear al campo de
batalla como primera opción, algo de lo que EEUU se jacta de ser un
pionero. Por supuesto, que podríamos continuar enumerando errores
sobre la Administración Obama, pero como esta de salida pidamos a
Dios que no prometa mas.
Lo
grave es que ni Donald Trump ni Hillary Clinton prometen nada mejor.
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