18 de agosto de 2016
Crédito: alai
Agencia Latinoamericana de Información
Pasqualina Curcio
Agencia Latinoamericana de Información
Pasqualina Curcio
Sin
pretender restar importancia al malestar que implica el tener que
hacer colas para adquirir algunos de los bienes de la canasta
básica[1],
consideramos que es la inflación el principal problema que ha estado
afectando a más del 80% de la población ocupada en Venezuela, es
decir, a la clase trabajadora quienes perteneciendo a estratos
socioeconómicos bajos, medios o altos, son asalariados.
El
factor determinante de la inflación en Venezuela ha sido,
históricamente, el valor de la moneda, es decir, el tipo de cambio.
Y en los casos en los que han regido políticas con tipo de
cambio fijo, el valor que ha influido sobre los niveles de precios
internos, es aquel que marca el mercado paralelo e ilegal. En el
gráfico se observa cómo los niveles de precios en Venezuela han
seguido la tendencia del tipo de cambio paralelo e ilegal.
El
hecho de que en Venezuela el tipo de cambio del mercado ilegal
determine los niveles de precios internos, está asociado a por lo
menos dos razones: en primer lugar, a la alta dependencia a las
importaciones tanto de bienes de consumo final, como de maquinarias,
repuestos, insumos, materias primas y tecnología. Alrededor del 20%
de los bienes importados se dirige al consumo final, es decir, se
refiere a los bienes listos para el consumo que no pasan por un
proceso de producción interno sino que van directamente a los
mercados. El 58% corresponde a importaciones para el consumo
intermedio, las materias primas e insumos necesarios para los
procesos de producción. Y el 21% se destina a la formación bruta de
capital fijo, es decir, se refiere a las maquinarias y equipos
necesarios para la producción.
Por
lo tanto, el 79% de los bienes importados se incorporan a los
procesos de producción y forman parte de las estructuras de costos
de las empresas. El porcentaje que han representado las importaciones
con respecto al total de la producción nacional es otro indicador
del peso de los bienes importados en la economía. Desde 1999 hasta
2013, las importaciones representaron en promedio, el 35% del PIB.
En
segundo lugar, a la alta concentración de las importaciones en pocas
empresas constituidas como monopolios u oligopolios, las cuales
teniendo el poder de marcar los precios de los bienes importados,
realizan la conversión de dólares a bolívares tomando como
referencia el tipo de cambio más alto (el del mercado ilegal) aunque
los hayan adquirido a tasa preferencial.
En
Venezuela, las importaciones dependen de pocas empresas. De acuerdo
con cifras del último censo económico realizado por el Instituto
Nacional de Estadística en 2008, el total de unidades económicas a
nivel nacional era 322.845. Por otra parte, según información
publicada por la Comisión de Administración de Divisas, organismo
encargado de la asignación de divisas para la importación, entre
2004 y 2012, las divisas fueron entregadas a 10.374 empresas, es
decir, el 3% del total de unidades económicas censadas.
De
estas razones se desprende la afirmación que el tipo de cambio
paralelo e ilegal en Venezuela ha servido de marcador y de referencia
para la fijación de los precios internos de la economía. Mientras
más alto sea este tipo de cambio, más altos serán los niveles de
inflación (Ver Ejemplo más abajo).
Estas
condiciones, como hemos mencionado, son históricas y estructurales.
Han constituido, sin duda, un problema y una debilidad para la
economía venezolana. Debilidad que pareciera estar siendo
aprovechada por parte de quienes, conscientes de la relación de
determinación del tipo de cambio ilegal sobre la inflación, han
estado posicionando mediáticamente, a través de portales web,
valores del tipo de cambio paralelo que no guardan relación ni con
las variables económicas, ni con los niveles de reservas
internacionales, ni con la cantidad de bolívares que circulan en la
economía venezolana[2].
Alterando, de esta manera, los niveles de precios en la economía
e induciendo la inflación.
No
deja de sorprender el comportamiento de este tipo de cambio paralelo
e ilegal a partir de finales de 2005, momento en que comienzan a
posicionarse, con distintos nombres, marcadores del valor de la
moneda a través de portales web y redes sociales. En el Gráfico 2
se muestran las variaciones intermensuales del tipo de cambio ilegal
desde el año 2003, momento en el que inicia el control de cambio en
Venezuela, hasta julio 2016.
El
tipo de cambio paralelo e ilegal muestra un patrón en su
comportamiento. Resalta el hecho de que las variaciones
intermensuales son positivas y cada vez mayores los meses previos a
aquellos en los que se celebraron procesos electorales o en los que
el pueblo venezolano vivió momentos de alta tensión política.
Inmediatamente después del evento político o de haber acudido a las
urnas electorales, se registran variaciones que se van haciendo cada
vez menores, aunque generalmente positivas, y en algunos casos llegan
a ser negativas.
¿Habrá
alguna intencionalidad de influir sobre el comportamiento de los
votantes y de los resultados electorales por la vía de la
manipulación del tipo de cambio paralelo e ilegal y su consecuente
efecto sobre la inflación?
Desde
mediados de 2012 este patrón se ha intensificado. A partir de ese
momento, las variaciones fueron, la mayoría de las veces, positivas,
pero además muy elevadas. El dólar paralelo e ilegal aumentó
10.940% entre agosto 2012 y junio 2015, pasando de 9,42 Bs/US$ a
1.040 Bs/US$. Las variaciones más altas se registraron los meses de
octubre 2012 (momento que coincide con las elecciones presidenciales
en las que vence Hugo Chávez), diciembre del mismo año (cuando se
realizaron los comicios para elegir gobernadores en los 24 estados
del país), abril 2013 (al realizarse nuevamente elecciones
presidenciales como consecuencia del fallecimiento del presidente
Hugo Chávez), diciembre 2013 (durante las elecciones municipales). A
partir de finales del año 2013, el incremento del dólar paralelo ha
sido sostenido y desproporcionado hasta enero de 2016.
Llama
la atención, que luego de los comicios para elegir los Diputados a
la Asamblea Nacional el 6 de diciembre de 2015, comenzó a descender
la velocidad de variación del tipo de cambio paralelo a pesar de la
importante disminución de los precios del barril de petróleo,
principal ingreso en divisas en Venezuela. En este contexto de caída
del precio del crudo, era de esperar, por el contrario, un aumento
del tipo de cambio paralelo. Eso no ocurrió. Lo que si se evidenció
fue un comportamiento similar al patrón histórico, es decir, un
alza importante en los momentos pre y electorales y una disminución
de la velocidad de las variaciones luego de los comicios.
Podría
pensarse que estas variaciones del dólar paralelo e ilegal responden
a las expectativas al alza del tipo de cambio en procesos
electorales. Sin embargo, y si así fuese, por qué no se evidenció
este fenómeno durante el Referendo Revocatorio de agosto de 2004, o
las elecciones Regionales de octubre de 2004, o las Municipales de
agosto de 2005. Durante el período 2003-2005 ya se encontraba
vigente la política de tipo de cambio fijo, no obstante, las
variaciones del dólar paralelo que se registraron entre esos años
coinciden exclusivamente con las devaluaciones. ¿Será quizás
porque en ese momento no estaban posicionados mediáticamente los
portales web que han tenido el poder de incidir sobre la publicación
de un tipo de cambio paralelo e ilegal?
La
causa del problema no ha sido el control de cambio, sino la brecha
entre el tipo de cambio controlado y el paralelo e ilegal que hemos
estado observando, muy especialmente desde agosto de 2012. Brecha
que se hace cada vez mayor en momentos electorales y políticos,
consecuencia de las manipulaciones mediáticas del dólar paralelo.
Si
el problema no ha sido el control de cambio, pues liberar el mercado
cambiario en Venezuela no es la solución. Entre otras razones porque
el 99% del total de las divisas que ingresan al país corresponden a
las exportaciones petroleras. Las divisas son propiedad de todos los
venezolanos por el hecho de habitar sobre tierras que cubren la mayor
reserva de petróleo del Planeta. Liberar el mercado cambiario traerá
como consecuencia la apropiación por parte de unos pocos de dichas
reservas, quienes históricamente han concentrado las grandes
riquezas y capitales. Estos pocos harán uso de las divisas de
acuerdo con sus intereses individuales. Es por esta razón, que en
Venezuela, las divisas deben ser administradas y asignadas de manera
controlada por el Estado, atendiendo a los intereses de todos los
venezolanos. En este marco, el Estado debe establecer mecanismos
transparentes en la asignación y sobre todo ejercer mayor control al
momento de la liquidación y de la solicitud de rendición de cuentas
a los importadores.
La
manipulación del tipo de cambio paralelo e ilegal pareciera estar
actuando como un arma que de manera masiva ha hecho daño a un pueblo
entero en el marco de la guerra no convencional. Estrategias de este
tipo, posiblemente han sido probadas y usadas en otros contextos. Al
respecto, sería interesante hacer un análisis similar del
comportamiento del dólar blue en Argentina desde el año
2011, y analizar si existe relación entre los valores de este dólar
y las elecciones legislativas, bianuales o presidenciales.
Para
finalizar, y con el anhelo de equivocarnos, alertamos que ante
próximos eventos electorales o de mayor tensión política en
Venezuela, el dólar paralelo e ilegal, de mantener el patrón
histórico en su comportamiento, podría iniciar una nueva escalada,
repercutiendo sobre la inflación y consecuente pérdida del poder
adquisitivo de los venezolanos.
Para
controlar la inflación en Venezuela se hacen necesarias acciones
políticas que garanticen que los enemigos del pueblo depongan la
manipulación del dólar paralelo e ilegal.
Ejemplo. Si
el importador de repuestos para vehículos de transporte pagó 100,00
US$ por el producto en el mercado internacional y el tipo de cambio
paralelo e ilegal es 1.100,00 Bs/US$, colocará el repuesto en el
mercado nacional en 110.000,00 Bs., aunque los dólares los haya
recibido, de parte del Gobierno a tasa preferencial de 10,00 Bs/US$,
siendo lo correcto vender el repuesto en 1.000,00 Bs. La diferencia
de precios será cada vez mayor dependiendo de la brecha entre el
tipo de cambio paralelo y el preferencial. Los repuestos de vehículos
para transporte forman parte de las estructuras de costos de la
mayoría de los procesos productivos, por no decir todos. De allí, y
aguas abajo, se modifican todos los precios internos de la economía.
Al igual que los repuestos, las maquinarias, los insumos y la materia
prima, en su gran mayoría importados por monopolios u oligopolios,
tienen un peso importante en las estructuras de costos de producción
nacional.
Referencias
[1] Curcio,
P. (2015) Desabastecimiento e Inflación en
Venezuela. http://idea.gob.ve/admin/img_noticias/desa.pdf y
Curcio, P. (2015). La Mano Visible del Mercado (II). Guerra Económica
en Venezuela (2012-2016). ¿Control de precios o boicot en el
suministro? https://es.scribd.com/doc/310376048/La-Mano-Visible-Del-Mercado-II
[2] Para
más detalles, ver Gráfico 3 del trabajo de Curcio, P. (2015). La
Mano Visible del Mercado (I). Guerra Económica en Venezuela
(2012-2016). Manipulación del tipo de cambio e inflación
inducida. https://es.scribd.com/doc/307118877/La-Mano-Visible-Del-Mercado-i-Trabajo-completo.
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