26 de agosto de 2016
Crédito: alai
Agencia Latinoamericana de Información
Miguel Angel Núñez
Agencia Latinoamericana de Información
Miguel Angel Núñez
Las
exageradas e irresponsables declaraciones de Banki Moon en Argentina,
de fortalecer el guion de “crisis humanitaria en Venezuela”,
presagia que “la Toma de Caracas”, es el preámbulo, para que la
oposición política venezolana, active nuevos hechos de terrorismo y
violencia desplegándose a lo largo y ancho del país.
Como
bien se recoge en el documento, “Venezuelam Freedom Two”; esta
desquiciada aventura, ha de propiciar condiciones para materializar
una intervención militar extranjera en nuestro país. Acá
comenzamos a entender mejor, los diferentes estados de desequilibrio
mental y emocional que algunos líderes y sectores de la oposición
vienen fomentando.
Podemos
afirmar, que “La Toma de Caracas”, será otra gruesa acción, que
alimentara el dañino prontuario social de esta casta política, que
nos ha conducido en sus 17 años de improvisaciones, de diversionismo
ideológico y de andanzas desmedidas. A saber: desde el inicio de
este nuevo siglo, terrorismo de todo tipo; en el (2002) golpe de
estado y sabotaje petrolero; en los años siguientes: guerra
mediática, provocaciones violentas, des-calificaciones y boicot a la
gestión de gobierno, amenazas de muerte, (2008) saboteos electorales
e inicio de actos para-vandalismos, denominados “guarimbas”
asesinatos selectivos consumados; (2013) violencia electoral; (2014)
“la salida” preámbulo de guerra civil e impunemente ejecutado
por el paramilitarismo vene-colombiano; (2013) consolidación del
Dollar Today (atacando la moneda) y como bisagra de la injustificada
guerra económica, la cual ha tenido sus múltiples expresiones por:
el contrabando de extracción, inflación inducida, acaparamiento,
especulación, escases de alimentos y artículos de primera
necesidad.
Además
de este compendio anterior, le agregamos nuestra dependencia de
lidiar con una economía rentista, la cual históricamente ha sido
creada y auspiciada por la oligarquía venezolana.
Podemos
afirmar, que en los 17 años, no recordamos debates, ideas, discursos
críticos y propositivos para la construcción de un proyecto
político de país, distinto a lo que humanamente, nuestro Gobierno
Bolivariano, le ha otorgado a nuestro pueblo. Con todos los errores
que se le puedan incriminar, el ignorar los aciertos; las propuestas;
los avances; nuestras oportunidades y aspiraciones; que como, seres
sociales y pueblo tenemos, son acciones de banalización y
subestimación, destinadas irresponsablemente a desconocer a las
instituciones y el poder que ello representan.
Podemos
afirmar que esta falta de propuestas, la banalización y
subestimación de la revolución, no debería preocuparnos. Después
de todo, el proceso revolucionario sí ha sacado adelante propuestas
novedosas, a nivel de trabajo, de alimentación, de educación, de
salud, de cultura, de deporte, en fin, en todos los ámbitos
posibles. Pero, si debe preocuparnos, porque, aunque la revolución
mayormente les ha dejado sus privilegios económicos intactos, su
frustración, ante el avance del proceso revolucionario, se traduce
en odio, por haberles quitado el privilegio de decidir el futuro de
todos, a favor de ellos; y porque, el proceso revolucionario pudiera
convertirse en ejemplo para otros países sometidos.
Podemos
afirmar, que en estos 17 años, otro nefasto saldo, que sin cause y
corresponsabilidad social se ha consolidado; ha sido el alimentar, el
carácter de odio y revanchismo entre los sectores políticos.
Condiciones que se enmarcan, entre distintas patologías sociales.
Por ejemplo, no podemos entender, ¿cómo? a través de las redes
sociales, vimos con estupor; los distintos niveles de desprecio, asco
y denigración que han sido objeto, nuestros medallistas olímpicos.
Quienes, independientemente de sus condiciones y apoyos de
entrenamientos, con mucha humildad, perseverancia y valentía,
modestamente cumplieron, dándonos muchas dosis de buenas emociones y
alegrías para todo nuestro país.
Podemos
afirmar, que esta permanente condición de odio y revanchismo social
exacerbado, se encubre en lo que el psicólogo Roger Walsh (1984) ha
denominado la “impotencia interiorizada”. Afirma que toda
patología cae dentro de los tres “venenos” siguientes: aversión,
adicción o engaño (ilusión engañosa).
Desde
esta premisa; Boff, Hathaway y Capra (2014); interpretan que la
aversión, puede manifestarse en una serie de modos: el rechazo
compulsivo, la ira, el miedo, el ponerse a la defensiva o a la
agresión. La aversión en forma de miedo se pone especialmente de
manifiesto en dos formas clave de impotencia interiorizada: la
negación y la opresión interiorizada. En nuestro caso, esta
negación-engaño colectivo, elocuentemente se nos manifiesta, cuando
el 57% (64 de 113) UN (2016) de los diputados líderes de la
oposición, se han negado en firmar, a favor de la solicitud del
referéndum revocatorio que ellos mismos están convocando.
La
adición que tiene que ver con la codicia, apego y demás modelos
ego-ideológicos, en este análisis, está relacionada con la
aversión en la medida, en que es, una manera más de escapar de
nuestros miedos, también puede verse en ella un intento, de llenar
un vacío de una vida vivida con el engaño de algo, de cualquier
cosa que alivie el dolor de la desesperanza. Al mismo tiempo, la
adicción se combina con la aversión para ensombrecer aún más,
nuestras percepciones y sumirnos más en la ilusión engañosa.
Condición que son aprovechadas por los medios de comunicación para
arreciar la guerra mediática y afianzar la confusión e
incertidumbre en la población. (Ver análisis de la Misión Verdad,
sobre la gramática escuálida que resulta del desorden expresado en
los niveles de toxicidad, ambigüedades, fraseología peligrosamente
vacías....2016).
Podemos
afirmar, que ahora, en Septiembre de 2016, tenemos el llamado a “La
Toma de Caracas”, una manifestación más de las patologías
individuales-sociales de esa “impotencia interiorizada” que
caracterizan a los sectores oligárquicos-imperiales. Estos siguen
empeñados en vías violentas, porque no les importa una solución
pacífica de los conflictos que deje intacta a la base social
chavista. Ante su falta de propuestas alternativas sólo les importa
destruir, porque creen firmemente en la necesidad de asesinar a
cientos de miles de personas, de acabar con el país, de provocar una
intervención extranjera para prevalecer sobre todos nosotros, para
acabar con el chavismo. No podemos permitírselo. Ni mucho menos,
aceptar las tantas imposiciones políticas y sociales que han venido
asumiendo a nivel nacional e internacional.
Podemos
concluir, que por nuestras razones soberanas; por nuestras
generaciones que vienen en camino y por los tantos valores que
nuestra propuesta bolivariana hoy día nos representan, no tenemos
otra opción, que salir a la calle y por distintas vías, acciones y
encomiendas promover la paz y la tolerancia. Saber responder con la
fuerza que sea necesaria, con la confianza y seguridad, que esta
despierta entre nosotros y nos motiva a defender nuestros logros,
legados y razones de patria.
Vamos
a “La Toma de Venezuela” con paz y amor, con ese amor grande que
caracteriza al pueblo noble de Chávez.
Referencias
Bibliográficas
Boff,
L.; Hathaway M.; Capra F, (2014) El Tao de la Liberación. Una
ecología para la Transformación. Ed. Trotta. Madrid, España.
La
"Toma de Caracas" y las chapuzas del camino. El choque de
discursos de la oposición alumbra la violencia para el 1 de
septiembre. (2016) Misión Verdad. En
línea. http://misionverdad.com/la-guerra-en-venezuela/
Rodríguez,
J. (2016) 57% de los opositores no firmaron. Últimas Noticias, lunes
22 de Agosto de 2016. En línea: elpaís@grupo-un-com
Walsh,
R. (1984) Staying Alive: The Psychology of Human Survival, Shambhala
New Science Library, Boston. US
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