25 de julio de 2016
Crédito: RT
Aunque
en lás últimas décadas el arsenal nuclear en el mundo se ha
reducido en casi 10 veces, esto ha generado, paradójicamente, un
mayor riesgo de guerra nuclear.
"Si
en los años 80 la principal amenaza era que en el mundo había
demasiadas armas nucleares, en el siglo XXI el problema es que Rusia
y EE.UU. tienen muy pocas", escribe el economista Noah Smith
para Bloomberg. En
el auge de la Guerra fría los arsenales nucleares de la URSS y de
EE.UU. sumaban unas 64.000 unidades de armas nucleares y ahora ambos
países tienen 'solo' alrededor de 7.000 unidades cada uno, de las
que menos de 2.000 están desplegadas y listos para ser usadas.
Es
decir, si hace 30 años ambos países contaban con armas suficientes
para aniquilar el mundo a través de un apocalipsis nuclear, ahora
las armas existentes son suficientes para cobrarse las
vidas de cientos de millones o incluso de miles de millones
de vidas y aniquilar Rusia y EE.UU., pero no son suficientes para
desencadenar un fin del mundo, señala el experto.
¿Dónde
reside el problema?
La
estrategia nuclear de la Guerra Fría pivotaba en torno al concepto
de la destrucción mutua asegurada, es decir, cuando cada una de las
superpotencias estaba segura de que si apretaba primero el 'botón
rojo' desencadenaría un contrataque absolutamente destructor contra
sí misma. Es decir, no había forma de empezar una guerra
nuclear sin perderla.
Aquel
era entonces el principal factor de contención y es ahí donde
reside el peligro de no disponer de armas suficientes para asegurar
la destrucción mutua. Cuando un país empieza a pensar que el
arsenal nuclear de otro país se ha reducido demasiado para asegurar
el segundo ataque destructor, entonces la situación se vuelve
"inestable".
La
'Teoría del Loco'
Otro
factor de contención es la llamada 'Teoría del Loco', uno de los
rasgos principales de la política exterior del expresidente
estadounidense Richard Nixon. Según esta teoría, si un líder de un
país nuclear actúa como un 'loco', dando a entender que pese a
todos los riesgos puede lanzar un ataque nuclear en cualquier
momento, los demás países harán lo posibile para no provocarlo en
ningún momento.
Sin
embargo, el presidente 'loco' se vuelve mucho más peligroso cuando
los países cuentan con menos capacidades nucleares, ya que existirá
la tentación de intentar ganar la guerra con el primer ataque
nuclear y tratar de sobrevivir a un eventual contraataque. "En
vez de, sencillamente, disuadir al enemigo, un presidente errático
puede decidir tirar los dados e intentar eliminar a los enemigos de
EE.UU. con consecuencias desastrosas tanto para EE.UU. como para todo
el mundo", reza la publicación.
¿El
final de la civilización a la vista?
En
este sentido, cabe mencionar la advertencia del escritor Tony
Schwartz, coautor de las memorias de Donald Trump 'Trump: The Art of
the Deal'. "Creo, sinceramente, que si Trump gana [las
elecciones presidenciales] y tiene acceso a los códigos nucleares,
habrá una posibilidad excelente de que esto conduzca al fin de la
civilización", dijo en una reciente entrevista a la revista
'The
New Yorker'.
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