26 de julio de 2016
Crédito: Aporrea.org
Paul Craig Roberts
Paul Craig Roberts
El
asalto alemán contra el Fondo Monetario Internacional
Habiendo
exitosamente utilizado a la Unión Europea para conquistar al pueblo
griego convirtiendo al gobierno de “izquierda” de Grecia en un
peón de los bancos alemanes, Alemania ahora se tropieza con el Fondo
Monetario Internacional, FMI en la vía de su plan para saquear a
Grecia y olvidarse de ella.
Las normas del FMI impiden a
la organización hacer préstamos a países que no puedan pagar el
préstamo. El FMI ha llegado a esta conclusión sobre la
base de hechos y análisis en el sentido que Grecia no puede pagar el
préstamo. Por lo tanto el FMI no está dispuesto a prestar a
Grecia el dinero para pagar a los bancos privados.
El
FMI sostiene que los acreedores de Grecia, muchos de los cuales no
son acreedores, sino que sencillamente compraron la deuda griega a un
precio de ganga con la esperanza de lucrar, deben cancelar parte de
la deuda griega con el objeto de rebajarla hasta una cantidad que la
economía griega pueda servir.
Los bancos no quieren que
Grecia sea capaz de servir su deuda, porque los bancos pretenden
utilizar la incapacidad de Grecia de servir la deuda con el objeto de
saquear los haberes del país y sus recursos, liquidar el sistema de
seguridad social estable durante todo el siglo XX. El
neoliberalismo pretende reestablecer el feudalismo, es decir, unos
pocos barones y muchos siervos: el uno por ciento y el 99 por
ciento.
Según cómo lo ve Alemania, supuestamente el FMI
prestará a Grecia el dinero con que esta pagará a los bancos
privados alemanes. Luego, al FMI habrá que pagarle obligando a
Grecia a reducir o abolir las pensiones de vejez, reducir los
servicios públicos y el empleo y utilizar los recursos ahorrados
para pagar al Fondo.
Como estas cantidades serán
insuficientes, medidas de austeridad adicionales serán impuestas que
requerirán que Grecia venda sus bienes nacionales tales como las
compañías de agua potable y los puertos y las protegidas islas
griegas a inversionistas extranjeros principalmente a los
mismos bancos o a sus clientes principales.
Hasta ahora,
los denominados “acreedores” solo han prometido alguna forma de
alivio de la deuda, cosa que no está decidida, a comenzar dentro de
dos años. Para entonces, la parte más joven de la población
griega habrá emigrado siendo reemplazada por inmigrantes que huyen
de las guerras africanas y del Medio Oriente patrocinadas por
Washington, quienes habrán rebasado el desfinanciado sistema griego
de seguridad social.
En otras palabras, Grecia está
siendo destruida por la Unión Europea en la cual confió y a la cual
tan tontamente ingresó. Lo mismo le está sucediendo a
Portugal y también está en desarrollo en España e Italia. El
saqueo ya ha devorado a Irlanda y a Latvia (también a un cierto
número de países latinoamericanos) y está avanzando en
Ucrania.
Los actuales titulares de prensa que informan que un
acuerdo está siendo alcanzado entre el FMI y Alemania en torno a una
reducción de la deuda de Grecia a un nivel que esta pueda servir,
son falsos. Ningún “acreedor” ha acordado aún cancelar un
uno por ciento de la deuda. Todo lo que le han dado al FMI los
denominados “acreedores” son “promesas” no específicas por
una cantidad no especificada de la deuda suscrita en dos años a
partir de ahora.
Los titulares de los periódicos
no son otra cosa que relleno que brinda cobertura para que el FMI
sucumba a la presión y viole sus propias normas. La cobertura
permite al FMI decir que a un futuro no especificado la deuda
rebajada permitirá que Grecia sirva el remanente de su deuda y por
ende el FMI podría prestar a Grecia el dinero para pagar a los
bancos privados.
En otras palabras, el FMI es ahora otra
institución occidental ilegal cuya carta constituyente no
significa más que la constitución de Estados Unidos o la palabra
del gobierno norteamericano en Washington.
Denominar el
pillaje de un país y a su pueblo “rescate” resulta Orwelliano.
El lavado cerebral ha sido tan exitoso que hasta los medios de prensa
y los políticos de la saqueada Grecia se refieren al imperialismo
financiero diciendo que Grecia está soportando un “rescate”.
En
todas partes, en el mundo Occidental, una variedad de medidas tanto
corporativas como gubernamentales han dado como resultado el
estancamiento del crecimiento del ingreso. Con el objeto de
seguir informando sobre las ganancias, los megabancos y las
corporaciones globales se dedican al saqueo. Los sistemas de
seguridad social y los servicios públicos –hasta el servicio
TSA de seguridad aeroportuaria—están para ser privatizados y el
endeudamiento tan precisamente descrito por John Perkins en su libro
“Confesiones de un Asesino Económico” está siendo utilizado
para preparar a países completos para ser saqueados.
Hemos
ingresado a la etapa del saqueo del capitalismo. Las
consecuencias serán desoladoras.
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