20 de agosto de 2016
German Saltrón Negretti
De
allí preceden las especies de homínidos que dieron lugar a los
seres humanos, y que fueron expandiéndose por el resto de los
continentes, incluido el Homo sapiens hace cerca de 190.000 anos. Los
primeros relatos históricos datan de la antigüedad y cuentan de los
nómadas que crearon el comercio entre Leptis Magna y el Chad. Este
comercio vivió su primer auge en el siglo I Adc, con el ascenso del
Imperio Romano. Se comerciaba con oro, esclavos, marfil y animales.
En el siglo VII los árabes invaden el África del norte. El imperio
Kanem-Bornu existió en África entre el siglo XIII y la década de
1840. En su momento incluyo el área de los actuales países del sur
de Libia, Chad, noreste de Nigeria, este de Níger y norte de
Camerún. La repartición de África por las potencias europeas tuvo
lugar, entre 1880 y el comienzo de la Primera Guerra Mundial, época
en la cual los imperios coloniales en África sé extienderon mas
rápidamente.
Es
ejemplo del imperialismo generado por las necesidades de los países
europeos, de obtener materias primas para el rápido crecimiento de
su producción manufacturera, después de la revolución industrial
iniciada en Inglaterra a fines del siglo XVIII. Al final de la
Segunda Guerra Mundial los aliados no logran ponerse de acuerdo,
sobre el futuro de la antigua colonia italiana de Libia. En ese
momento es un territorio mas de cinco veces mayor que la propia
Italia, la población no pasaba de un millón de habitantes, lo que
permitió colocar la población desplazada de Italia por la guerra.
Los
conflictos entre occidente y la Unión de Republicas Socialistas
Soviéticas (URSS) deciden darle la independencia a Libia. Esta fue
la primera colonia africana en lograr su independencia, después se
arrepintieron porque ayudo a lograr la independencia de los demás
países. Argelia logra su independencia en 1962, después de varias
guerras. La emancipación del África negra encontró menor
resistencia por parte de los países europeos. La independencia de
Marruecos y Túnez fue negociada, aunque ocurrieron episodios
violentos.
En
caso marroquí, el partido Istiqlal agrupó a los nacionalistas que
consiguieron que en 1956 franceses y españoles abandonaran el país
y se proclamara la monarquía bajo el rey Mohamed V. Túnez logro su
independencia en 1956. En el África dominada por Gran Bretaña la
figura pionera fue N'Krumah, quién lideró el proceso de
independencia de Ghana en 1957. En África francesa destacó la
figura de Sedar Senghor.
Para
lograr la independencia de los dos países más importantes del
África Negra, el Congo y Nigeria pasaron por cruentas guerras
civiles. En el Congo, tras romper sus lazos con Bélgica en 1960, la
rica provincia minera de Kananga proclamó su independencia con el
apoyo de los colonos blancos que quedaron en el territorio. La guerra
civil que le siguió termina con un cruel dictador, el general Mobutu
y con el retorno de Katanga al nuevo estado congoleño. Nigeria,
vivió un conflicto secesionista similar en Biafra (1966-1970) que
causó un enorme daño humano.
La última etapa
descolonizadora tuvo lugar en los años setenta y afectó a las
colonias ibéricas. España cedió precipitadamente el Sahara
Occidental a Marruecos y Mauritania en 1975. La agonía de Franco
aceleró un proceso en el que no se contó con la población
saharaui. La caída de la dictadura en Portugal en 1973 precipitó la
independencia de Angola y Mozambique. La descolonización de las
colonias portuguesas se produjo en un marco internacional
caracterizado, por el recrudecimiento de la guerra fría, lo que
explica en gran medida las largas guerras civiles como Angola.
Al
terminar el siglo XX, el balance de la trayectoria política y
económica del África poscolonial es bastante negativo y trágico. A
la pobreza endémica de un continente incapaz de alimentar a su
población y apartado de todo el proceso de globalización, se le ha
unido una gran inestabilidad política con múltiples conflictos. El
genocidio de Ruanda que costó la vida a miles personas.
Sudáfrica
es un caso grave en la colonización europea en África. Los
holandeses de profundas convicciones calvinistas en el siglo XVII, se
asentaron en torno a la ciudad del Cabo. Esta población se vino en
conocer como los afrikaaners y su lengua neerlandesa original
evolucionó en la lengua afrikaans. Sudáfrica estuvo bajo el dominio
británico desde el siglo XIII. La discriminación racial se inició
en el régimen colonial y en 1923, los británicos aprobaron diversas
leyes configurando un país dividido en grupos raciales con
diferentes derechos y organizados de forma segregada. La mayoría
blanca tomó el control del país, cuando el régimen del apartheid
en 1948. Se prohibió el matrimonio interracial, con las
instalaciones (escuelas, lavabos, playas, autobuses, hospitales)
segregados por raza, y se prohibió el ejercicio de los derechos
políticos a la mayoría negra y a otros grupos no blancos.
La
resistencia negra se articuló en torno al Congreso Nacional Africano
con Nelson Mándela como figura política. Pese a reprimir duramente
las protestas de la población negra (Matanzas de Soweto,1976). El
fin de la guerra fría facilitó terminar el régimen del
apartheid. Estados Unidos cesó en su apoyo velado al régimen
sudafricano. Tras pasar veintiocho años en la cárcel, Nelson
Mándela fue liberado en 1990, y se inició una transición negociada
que llevó a que en 1994 se celebraran las primeras elecciones libres
y multirraciales en el país. El Congreso Nacional Africano de
Mándela formó gobierno y puso fin al régimen racista sudafricano.
Esto
es una síntesis de la tragedia histórica que vive todavía el
continente Africano, es el tercer más extenso del mundo
tras Asia y América. Está situado entre los
océanos Atlántico al oeste e Indico al este;
el mar Mediterráneo lo separa al norte del continente
europeo, donde su máxima proximidad es el estrecho de
Gibraltar con 14,4 km; el mar Rojo lo separa al este de
la península arábiga y queda unido a Asia a través
del istmo de Suez en territorio egipcio. Posee una
superficie total de 30 272 922 km² (621 600 km2 en
mar insular) representa el 20,4 % del total de las tierras
emergidas del planeta. La población es de mil millones de
habitantes, menos del 15 %. El continente se divide en 54 países
organizados en la Unión Africana a excepción
de Marruecos, además de 4 territorios no reconocidos y 23
territorios dependientes.
Además
de privilegiada geopolíticamente con una cuádruple circunvalación
marítima, por el Mediterráneo, el Atlántico, el Indico y el Mar
Rojo, tiene un potencial energético hasta ahora insospechado. De
allí que, por sus reservas petrolíferas y minerales, sea pretendida
por muchos y disputada entre dos poderosos: China y EE.UU. Tanto, que
el Pentágono creó el Africom un mando militar regional cuyos
principales objetivos serán «la prevención de conflictos y las
operaciones humanitarias y de entrenamiento» ¿Qué cualidades
hacen a África tan atractiva? No sólo tiene más reservas
energéticas que toda América del Norte sino que EE.UU. es su primer
comprador, seguido, claro por China. Pero además, en el continente
negro se halla un tercio del uranio, la mitad del oro, y 90% del
cobalto y platino del mundo. ¿Se repite entonces una nueva carrera
por África, semejante a la que a fines del siglo XIX instalara el
canciller alemán Otto von Bismarck? Sin duda. Aunque en el primer
reparto de África, fueron las potencias europeas, necesitadas de
materias primas agrícola-forestales, las que dibujaron un mapa
colonial que prosperó hasta la Primera Guerra Mundial. En la carrera
actual, en cambio, ya están instalados otros factores, además de
China y EE.UU.
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