jueves, 29 de diciembre de 2016

LA DEUDA EXTERNA DE EE.UU NO TIENE SOLUCION.

26 de diciembre de 2016
Compilador: German Saltrón Negretti


EE.UU no tiene capacidad de pago para solicitar grandes préstamos durante mucho más tiempo. Tomemos en cuenta que en 2015, el Gobierno federal pagó 223.000 millones de dólares de intereses sobre su deuda. Un aumento de interés sobre los préstamos de solo el 1% sobre la deuda de EE.UU, que alcanza 19,8 billones de dólares, duplicaría este gasto. Por esta razón, desde el anuncio de los resultados de las elecciones en tan solo una semana, los tipos de interés sobre las obligaciones a 10 años aumentaron un 0,4%. Con Trump en la presidencia de los EE.UU, la tasa de interés inevitablemente tenderá al alza y la capacidad de pago se complicará con el transcurrir del tiempo.


Entre octubre de 2015 y 2016, los bancos centrales del mundo vendieron en masa bonos del Tesoro por un monto de 343 mil millones de dólares. Cuando la Fed- Reserva Federal- absorbe los bonos el Tesoro puede emitir dinero o crédito. Ese dinero quedaría libre en manos del Tesoro para entrar en otros proyectos. El efecto neto es como si fuera que ya no existen esos bonos. En realidad sí existen en la balanza de la Fed, eso es un pasivo y técnicamente hablando el Tesoro ha de pagárselos algún día a la Fed. Mientras tanto la Fed ha liberado dinero para que lo gaste el gobierno. Esto se llama ´monetizar´ deudas o incrementar la oferta de dinero.

Los grandes bancos norteamericanos retienen bonos del Tesoro por un valor de 4 billones de US dólares y actualmente los están comprando esperando poder sobrevivir de esta forma. Más allá de Japón no hay realmente compradores de bonos del Tesoro. La tasa de interés debería ser al menos entre 8% y 10%. ¿Y qué pasara cuando los grandes bancos norteamericanos ya no quieran comprar más bonos? En ese caso la Fed los compra sacándolos de la circulación. De esta forma baja la oferta evitando la baja brusca de los precios. Al evitarlo no precisa aumentar la tasa de interés y puede manipularse hacia abajo incluso. La Reserva federal pero también, el Banco de Japón, el Banco de Inglaterra y el Banco Central de Europa, han tenido que comprar en sus mercados esos bonos del Tesoro, que fueron ofrecidos masivamente a la venta por los países asiáticos.

Ante esta situación económica no se puede descartar que Trump contemple suspender el pago de la deuda. Que harían los mercados financieros para cobrarle a los EE.UU, si éste no puede funcionar sin préstamos, por los grandes proyectos en marcha. Si existiere un plan para sabotear la administración Trump, sería entonces mediante un alza de las tasas de interés. Por eso el interés de Trump de intervenir directamente la FED que de hecho ha funcionado como una banca privada controlado por el capital financiero globalizado. Esto ocasionaría un caos y treparía el terreno para que el dólar perdiera su estatus de moneda de reserva internacional.

Un nuevo dólar tendría que estar anclado en oro. Existen grandes y serias dudas que EE.UU ya no dispone de reservas de oro que en los libros aún dice tener. Este oro en parte podrá haberse ido físicamente o está comprometido por leasing a terceras naciones como China. Hasta la fecha el gobierno de EE.UU ha rechazado la oferta china de recibir bajo el concepto de ´leasing´ 10 mil toneladas de oro para crear un nuevo dólar anclado. Si Donald Trump aceptara este préstamo tendría otra deuda gigantesca. En conclusión, la economía norteamericana con Trump de una u otra manera irá en un espiral con precios en alza, falta de oferta y desorden social. Ver www.alainet.org/es/articulo/182448

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