lunes, 12 de diciembre de 2016

Ataque a la moneda venezolana, otro intento de golpe de Estado

06 de diciembre de 2016
Crédito: PSUV.org


Ante la victoria de la Revolución con el logro del acuerdo establecido en la OPEP,  la derecha apátrida ha afilado sus garras con la intención de asfixiar la economía nacional con el fin último de derrocar el gobierno del presidente Nicolás Maduro. En lo últimos días, hemos visto un ataque brutal a la moneda venezolana, auspiciado desde Colombia y sus colaboradores en Miami, a través de operaciones sin rostros y silenciosas para dejar al país sin papel moneda; pues no en vano se han encontrado en Cúcuta galpones llenos de billetes venezolanos provenientes de transacciones ilícitas en la frontera colombiana.

Acciones aunadas al ataque a la plataforma tecnológica de la banca nacional y el exacerbado aumento del dólar paralelo, a través de la página terrorista Dólar Today, basados en una tasa de cambio ficticia y especulativa que corresponde con el valor del flujo de divisas y bienes que circulan producto de actividades criminales, con el único objetivo de demoler la economía venezolana y en consecuencia abrir las puertas para el derrocamiento del gobierno revolucionario.

Estamos hablando de unos delincuentes amparados bajo un sistema de cambio no regulado, legalizado en el norte de Santander por el mismísimo gobierno de Colombia, bajo la resolución 8 firmada en el año 2000, que involucra directamente al bolívar venezolano y al peso colombiano; hechos que demuestran el desespero de la ultraderecha por intentar escalar, a través del sabotaje, lo que no han podido por la vía política, reflejando la verdadera intención de estos facinerosos de inducir la inflación para que el pueblo sufra y generar un estallido social para acabar con la revolución bolivariana.

Esa es la verdad oculta detrás de este juego macabro de la derecha, que pretende liquidar al gobierno bolivariano, amén del sacrificio del pueblo y de hacer más ricos a los ricos, que están en esta jugada especulativa, creando un escenario cambiario en la frontera que les permite justificar la tenencia de unas divisas que obtuvieron a través del delito. Una especie de paraíso fiscal donde el tenedor de capitales ilegítimos recibirá más bolívares, el cambista tendrá un mayor volumen de operaciones y los importadores y contrabandistas aumentarán su margen de utilidad. Un hecho que de lógica hace inevitable la tendencia constante y acelerada para la devaluación del bolívar.

Es una guerra financiera que ocurre en medio del acuerdo entre países de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y No OPEP, donde la nación es calificada, de manera irónica y hasta absurda, con un alto  nivel de riesgo por parte del sistema financiero internacional, aun cuando Venezuela ha pagado puntualmente sus compromisos internacionales con una balanza de pago que ronda los 60 mil millones de dólares; sin contar que tenemos la mayor reserva petrolera del mundo con una cifra que supera los 299 mil millones de barriles, de acuerdo al último balance de Petróleos de Venezuela; lo que sin duda, simboliza uno de los capítulos más detestables de la historia financiera del mundo entero, una agresión contra todas y todos los venezolanos que rechazamos con contundencia por tratarse de una nueva escalada imperialista.

Son tan claras las intenciones que la derecha, aglutinada en la MUD, ha amenazado con no asistir a la mesa de diálogo planteada para este 6 de diciembre, negándose incluso a rechazar el ataque artero contra la moneda, cuando ellos acordaron trabajar de forma conjunta para combatir todo proceso de sabotaje o agresión a la economía venezolana.

Entendemos que tengan sus marcadas y evidentes diferencias internas, pero el pueblo venezolano ha apostado por la Paz, el Diálogo y el Entendimiento y por ese camino seguiremos enrumbados, por eso en respuesta al boicot, el presidente Maduro anunció la ampliación del cono monetario con la pronta circulación de manera progresiva, en todo el país, de seis nuevos billetes y tres monedas, como parte de las medidas que hará más eficiente de pago y para facilitar el flujo del sistema monetario nacional, que se traducirá en beneficios para la banca, el comercio y nuestro pueblo que llegó al mes de diciembre  incólume, de pie, trabajando y conquistando triunfos como el acuerdo establecido en la OPEP.

A quienes ven en la quiebra de la economía el salvavidas para acabar con la Revolución, les recordamos que aquí está un Gobierno serio, responsable trabajando junto a su pueblo para vencer  y garantizar la marcha victoriosa de la revolución. Estamos para cumplir con nuestro pueblo que lo que quiere es vivir en Paz.

Las y los revolucionarios queremos paz y la vamos a lograr

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