07 de diciembre de 2016
Crédito: Aporrea.org
La
directiva del Senado brasileño se rebeló ayer contra una cautelar
dictada por un juez del Supremo que suspende de su cargo al
presidente de ese órgano, Renán Calheiros, por su condición de reo
en una causa penal por corrupción.
El embrollo jurídico
llevó al Senado a ratificar a Calheiros en su cargo y a suspender
las sesiones previstas, añadiendo más incertidumbre a la delicada
situación política de Brasil y causando “preocupación” en el
gobierno de Michel Temer, que podría ver frenada su intención de
recortar el gasto público por 20 años.
Calheiros es
dirigente del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (Pmdb),
que lidera Temer, quien confía en su formación para impulsar la
votación de impopulares medidas de un severo ajuste fiscal, que
mantienen a Brasil bajo constantes protestas.
Si Calheiros
sale del cargo, su sustituto será el actual vicepresidente del
Senado, Jorge Viana, del Partido de los Trabajadores (PT), al que
pertenece la destituida ex presidenta Dilma Rousseff, que califica a
Temer y al Pmdb de “golpistas”.
Según el diario O
Globo, Viana dijo en privado que suspenderá las votaciones sobre las
reformas claves del Gobierno, como la propuesta constitucional de un
tope al gasto público.
A siete meses de su mandato, Temer
decepciona a sus seguidores pues, además de la corrupción, su
gobierno no logra arrancar la economía. Adicionalmente, el Gobierno
propuso elevar la edad mínima de jubilación en 65 años,
actualmente en 55, como parte de una reforma al sistema de pensiones.
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