04 de mayo de 2017
Jesus R. Silva
Desertor
es todo aquel que abandona un movimiento político y empieza a
mostrar una conducta disfrazada de crítica que únicamente favorece
al enemigo, y que a la vez aspira confundir a sus excamaradas para
que copien el mal ejemplo traidor del desertor.
Ellos no
actúan así por error, sino que saben lo que hacen pero el cinismo
es parte de su libreto y del pacto secreto con el imperialismo y la
burguesía. Con la excusa de que quieren cambiar a los dirigentes
revolucionarios por "nuevas caras" (sus caras), en el fondo
buscan matar la revolución matando la esperanza del pueblo.
Por
eso siempre aclaro mi postura como revolucionario de las bases... Ver
video en YouTube (debate en Globovisión): Yo propongo la
rectificación del chavismo, no su disolución:
Ahora
bien revisemos el expediente de algunos desertores:
1) En
preaviso, la actual Fiscal General Luisa Ortega Díaz, nunca se
destacó en el Derecho Penal, ni como teórica, ni docente ni abogada
litigante, ni en la militancia o ni en la intelectualidad de
izquierda. Llegó al cargo sólo por su amistad íntima con quien la
antecedió como Fiscal General. Luego de 7 años, se ganó el cargo,
ahora si, por adulancias propias, pero no por hacer nada notable
desde su despacho, salvo perpetuar a la mafia (adeco copeyana
primerojusticiera leopoldera) que reina allí desde siempre. Ese
error de regalarle 7 años más en el poder lo está pagando bien
caro el Estado actualmente.
2) Exministra Maripili
Hernández, fue inhabilitada por la Contraloría General de la
República al ser encontrada culpable por delitos de corrupción. Y
debido a esa sanción, le fue prohibido ejercer la función pública
por largo tiempo. Su polémico viaje España (viralizado en video que
circula en redes sociales) con Jesús María Casal, abogado de Ramos
Allup, (junto a los también opositores Hiram Gaviria y Pedro Nikken)
levanta una enorme estela de dudas y preguntas. De la señora
deseamos saber quién pagó el viaje y cuáles fueron las metas del
mismo.
3) Exdefensora del pueblo Gabriela Ramírez,
extrañamente llegó al cargo sin ser abogado. Sus escandalosas
interpretaciones del Derecho no se hicieron esperar en esa oficina.
"La tortura tiene un sentido para obtener la confesión" es
tristemente la frase más notoria de su vida y la acompañará
imborrablemente hasta la eternidad.
4) Exdiputado William
Ojeda, en su vida sólo se destaca que hizo un libro conocido en
Venezuela. Luego no hizo más nada. Fue chavista, luego fue opositor,
en rueda de prensa se abrazó con Ramos Allup y el adeco le dijo:
"William eres como nosotros" (cosa grotesca ser como un
adeco). Luego fue otra vez chavista y finalmente hace poco retomó
sus raíces antichavistas. Es el militante del zig zag.
5)
Exalcalde Juan Barreto. Luego de su paso por la Alcaldía
Metropolitana de Caracas, el pueblo no quedó complacido, se comenta
de sus grandes rumbas con arcoiris de colores. No lo hizo bien, tanto
así que desde entonces el chavismo nunca más vio luz electoralmente
en esa alcaldía (Aristóbulo y Ernesto Villegas pagaron los platos
rotos). El fiasco de los fantasiosos teledirigibles con cámara para
atrapar malandros fue tan inmenso como el peso que ahora ostenta este
acérrimo crítico disidente.
6) Exministro Jorge
Giordani, aspirante a economista, estuvo al frente del gabinete
económico durante una década con Chávez, y en tan largo tiempo fue
incapaz de sembrar el petróleo o industrializar el país para lograr
la autosuficiencia productiva. Bajo su asesoría surgieron ideas
románticas como cultivos organóponicos y gallineros verticales como
oferta de modelo económico productivo en el siglo XXI.
7)
Exministro Héctor Navarro: prefiero no comentar porque lo conozco y
siento gran aprecio por este decente y honesto caballero. Solo
confieso la profunda tristeza que me causan sus declaraciones cada
vez más destempladas. Me atrevo a decirle solamente: Héctor, hay
que ser espiritualmente grandes y sacudirse el ego, tanto como para
apoyar la revolución aunque su cúpula tenga mil defectos y nos vete
y margine injusta e implacablemente.
La lista sigue pero
es como llover sobre mojado. Todos son iguales, no vale la pena
darles publicidad
Reflexión: el punto es, todos ellos
prestaron durante años exhaustivos servicios de adulancia a la alta
dirigencia del gobierno. Algunos pudieron haberlo hecho de noble
corazón. Callaron frente a los errores del Estado a cambio del goce
de privilegios burocráticos o protagonismo egocéntrico.
No
faltará una lengua implacable que diga que fue por esa vía adulante
que llegaron a esos importantes cargos y se mantuvieron en ellos, a
pesar de sus grandes fallas, tropiezos, debilidad ideológica,
coqueteo con la derecha y gestión mediocre.
Unos dirán:
el que no jale, no tendrá ascenso en este régimen. Yo respondo:
pues yo nací en el día de los que NO jalan y acepto gustosamente mi
destino.
Moraleja: sólo si el Estado revolucionario y sus
dirigentes se vacunan contra la adulancia de oportunistas e
hipócritas, evitará que aparezcan más desertores en el
futuro.
Sugerencia: más vale un chavista de a pie con
sólidos principios que te dice la dolorosa verdad cuando hace falta,
que un jalamecate que aplaude tus errores pero que mañana te odiará
cuando ya no pueda sacar provecho de ti.
Necesario es
tolerar la crítica y la autocrítica revolucionaria. Feliz me siento
como militante chavista de a pie, de la mano con el pueblo y sin
aspiración de ningún cargo. Me basta el afecto de mis seguidores
(pueblo de a pie).
Conclusión: para aplastar al
terrorismo de la MUD, vamos todos UNIDOS con la Constituyente.
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