07 de abril de 2016
Crédito: RT
Desprendiéndose
de la imagen de poder regional, Rusia ha reforzado su posición, no
solo en Siria, sino también en toda la región de Oriente Medio.
Con
el presidente Vladímir
Putin al frente, Rusia ha logrado "cambiar el orden
mundial" existente y, al mismo tiempo, su propia imagen, escribe
Eugene Rumer, director del programa de Rusia y Eurasia de la
Fundación Carnegie para la Paz Internacional y exempleado de la
Comisión Nacional de Inteligencia de EE.UU., en un artículo
publicado por 'The
Financial Times'.
"Siria ha demostrado que Rusia, que fue dada de baja en los años 90 como una potencia regional regular, tiene una capacidad militar significativa y el deseo de usarla si se da la oportunidad"
La
imagen de Rusia como país débil y poder regional que influye poco
en los acontecimientos del mundo, resultó ser errónea, asegura el
columnista. Los acontecimientos en Siria así lo evidencian. No en
vano, según Rumer, Putin ha demostrado un gran "determinación"
en esta crisis. La participación de las Fuerzas Aéreas rusas en las
operaciones militares en territorio de la república árabe "cambió
el curso del conflicto", sostiene en su artículo.
El
operativo ruso antiterrorista "abrió el camino para el primer
alto el fuego serio en la guerra y para posibles conversaciones
reales de paz", señala Rumer. "Siria ha demostrado
que Rusia, que fue dada de baja en los años 90 como una potencia
regional regular, tiene una capacidad militar significativa y el
deseo de usarla si se da la oportunidad", escribe. "Al
Assad fue salvado y todas las partes en la guerra civil
fueron disuadidas de que una solución militar al conflicto fuera
posible", indica Rumer.
Según
él, Rusia reforzó su posición, no solo en Siria, sino también en
Oriente Medio en su conjunto. "Moscú no puede resolver los
problemas de la región (¿quién puede?); sin embargo, ahora no se
los puede resolver sin su participación", continúa Rumer.
Sin
embargo, según el columnista, esto no significa que Rusia haya
entrado en una "nueva era de la aventura militar". "Putin
se ha acercado a la línea roja de la OTAN,
pero no la ha cruzado", subraya el analista. Hoy en día, Moscú
tiene suficiente "ambición, recursos y disposición" para
repeler a sus oponentes si le lanzan una llamada, concluye.
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