sábado, 23 de enero de 2016

EN LA ENCRUCIJADA

16 de diciembre de 2015
Crédito: El Universal
Bernardo Klisberg

La economía mundial pasa por dificultades importantes que están impactando a América Latina. El crecimiento del producto bruto mundial será sólo de 2.5% en el 2015. En Estados Unidos 2.8%, en Europa sólo 1.6%. En China, menos del 7%. Eso implica retracción en la demanda de materias primas, con el petróleo a la cabeza, baja de sus precios, reducción sustancial de ingresos de los países que las proveen, descenso de las inversiones en ellos, y otros deterioros. América Latina, que creció en el 2014, sólo un 0.9%, tendrá en el 2015 una acentuación de la baja. 


Las consecuencias sociales pueden ser muy serias en un continente, que logró reducir la pobreza hacia el 2012, a un 28% de la población, del 42% del 2000, pero donde desde entonces se estancó en esa elevada cifra, que significa que 167 millones de pobres y entre ellos, 71 millones de indigentes. A ello se suma una muy delicada situación. Según el PNUD hay 200 millones de "vulnerables", personas que salieron de la pobreza, pero no tuvieron tiempo histórico para establecerse como clase media. 

Al grupo anterior, la recesión internacional, los está ya afectando. La OIT acaba de advertir que la desocupación ha subido en América Latina del 6.2% en el 2014, al 6.7% en el 2015, hay 1.9 millones de desocupados nuevos. Los más perjudicados son los jóvenes (pasó de 14.5% a 15.3%), y las mujeres (de 7.7% a 8.2 %). Entre el 2014 y el 2015, aumentó la pobreza en 3.2 millones de personas y se incrementó el trabajo informal, inestable y de muy bajos ingresos. 

¿Qué hacer frente a esta situación, y para evitar que los vulnerables se transformen en pobres? La experiencia indica que es muy fácil "empobrecer" con políticas inadecuadas, pero mucho más difícil "sacar a la gente de la pobreza" después. El PNUD afirma que son claves las redes de protección social, y los activos de los hogares. 

La Cepal resalta que "reducir la desigualdad es condición indispensable para erradicar la pobreza". 

Sigue siendo muy alta 

En educación en el 20% de mayores ingresos, sólo el 20% no termina la secundaria, en el 20% más pobre es el 66%. A pesar de avances, solamente el 42% de las edades mayores tienen pensiones. Se necesitan políticas anticíclicas para proteger a los vulnerables. Entre ellas, la promoción activa de las pequeñas y medianas empresas, las facilidades en la obtención de créditos, el impulso a la industria nacional, la democratización del acceso a las nuevas tecnologías, que desde la telefonía celular a las impresoras 3D pueden ser generadores de oportunidades productivas. La Cepal subraya que "pese a las restricciones que impone el contexto, actualmente existen espacios para el financiamiento del desarrollo social". La tributación total es en América Latina el 21.3% del producto bruto frente a 33.7% en los países ricos integrantes de la OECD. 

A ello se suman como posibles Fuentes de recursos, la evasión fiscal que es muy alta en la región, y lo que significaría eliminar todas las formas de corrupción. 

Por otra parte, todos los programas de transferencias condicionadas actuales, que son vitales para los 132 millones que los reciben, representan sólo el 0.39% del producto bruto regional. Si se los reduce, el impacto en la generación de pobreza sería gravísimo en términos humanos y muy explosivo. 

Son tiempos en que los países deberían estar más atentos que nunca a los llamados del Papa Francisco que dice "la pobreza es una violación de los derechos humanos", y a que "por los pobres se puede y se debe hacer mucho más".

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