12 de enero de 2016
Crédito: Aporrea.org
En
el contexto de las nuevas realidades que estremecen a Venezuela a
partir de la instalación de la nueva Asamblea Nacional en ese país,
el Embajador de la República Bolivariana de Venezuela en Cuba, Alí
Rodríguez Araque, participa en un programa en vivo de la Mesa
Redonda, programa de la televisión cubana, conducido por el
periodista Randy Alonso.
La oposición va a recibir justa
respuesta
“El rencor, el odio y el rechazo a Simón
Bolívar es históricamente conocido desde los tiempos de Santander y
la gran colonia, lamentablemente esos rencores han tenidos herederos
de generación en generación”, comenzó su intervención el
Embajador venezolano.
La encarnación de todo ese odio
está en lo que acabamos de ver, añadió. “Podemos imaginar por
donde van las cosas, viene de una parte de la posición de la
Asamblea. Están confundiendo una parte del asunto con otra. El
Estado está bajo control de las fuerzas populares, y lo más
importante es que el sentimiento chavista esta enraizado. Si siguen
en ese punto van a recibir la justa respuesta del pueblo venezolano”,
afirmó.
Conflictos internos de la oposición
Esa
alianza opositora tiene muchos conflictos internos porque representa
muchos intereses y tendencias, no representan un todo. Por el momento
vemos arrogancia de la Asamblea Nacional, pero hay que esperar un
tiempo para ver cuál es la realidad de esa alianza, aseguró
Rodríguez Araque, al comentar el acto de desprecio de Ramos Allup,
quien retiró imágenes del Presidente Hugo Chávez y de Simón
Bolívar del recinto parlamentario.
“De alguna manera
ahí hay muchas negociaciones que uno no conoce”, y añadió el
político venezolano: “Lo que no cabe la más mínima duda es que
es el resultado de una negociación de la MUD, de la oposición
política venezolana”.
Es un componente más de todo ese
desarrollo que ha venido desplegando la oposición. Detrás de la
oposición hay un poder económico y político. Lo que uno puede
observar es que se ha desplegado una gran contraofensiva para
recuperar las posiciones que perdieron en décadas pasadas, así es
en el caso de Argentina y en esto que estamos viviendo en
Venezuela.
“No es una disputa por la presidencia del
Parlamento; el objetivo es Maduro“, aseguró.
Vendrán
nuevos conflictos
Van a venir sucesivos conflictos por las
distintas posiciones de poder que se enfrentan en Venezuela, es un
episodio de la guerra que se inició en Venezuela desde la derrota
que sufrieron. Esos conflictos están ahora muy avivados,
aseveró.
El diplomático dijo a Randy Alonso, director de
la Mesa Redonda, que la oposición va a utilizar ese poder que
lograron en la Asamblea y desde ahí van a cañonear el poder. “La
Asamblea Nacional puede colocar muchos obstáculos para la buena
marcha y puede generar un conflicto de poder que llevaría al
chavismo a movilizar al pueblo que está en la calle. No ha sido
necesario hacer un llamamiento a movilización, pero estoy
completamente seguro que la circunstancia lo exige”, dijo.
Estamos
en un proceso de ajuste de la situación pero lo fundamental es que
la inmensa mayoría del pueblo es chavista.
La guerra
económica se va a acentuar
La guerra económica se va a
acentuar este año, aseguró Alí, que recordó la reducción de los
precios petroleros y la demanda creciente de la población, en
comparación con el auge que vivimos hace veinte años. Venezuela ha
sido desde 1940 un país importador de alimentos, y en este momento
enfrentamos por un lado la caída del ingreso en dólares, que afecta
la importación de alimentos.
Todo esto ha generado
problemas de abastecimiento e inflación en un terreno tan sensible
como el de alimentos. El escenario es superable, pero el proceso se
enlentece en comparación con 15 años atrás, dijo.
Recordó
la presencia en este escenario de la hostilidad de Estados Unidos y
su apoyo a los sectores de oposición. A todo esto se añade, que el
poder legislativo tiene un conjunto de competencias para aprobar
créditos y maniobrar con el presupuesto, y en consecuencia puede ser
un factor obstaculizador de la gestión del presidente
Maduro.
“Nuestra fuerza ha radicado siempre en el
pueblo, en los jóvenes campesinos y sectores productivos, de tal
manera que de ser necesario habría que apelar a la movilización de
estos sectores”, concluyó.
La fuerza está en el
pueblo
En el contexto actual del país, el Presidente
Nicolás Maduro debe apostar, en primer lugar, a la fuerza, que está
en el pueblo.
“La fuerza natural de nosotros, de la
izquierda venezolana y del proceso revolucionario tiene que estar en
el pueblo. No por gusto la apuesta más importante que hizo Hugo
Chávez en el orden estratégico fue que la estructura del Estado
venezolano fuera comunal”, recordó.
En buena medida,
todavía el pueblo venezolano es la base de la República y por ello
ahora cambió el Gobierno, pero no el Estado. El gobierno no es el
Estado. El Estado sigue siendo comunal, aseveró Alí.
“Las
antiguas instituciones deben presentarse con un nuevo rostro y tienen
que desarrollarse en el nuevo contexto. Si no, ya vimos lo que pasó
en el Parlamento. Eventos similares pueden suceder. Por lo tanto, los
nuevos cambios apuntan hacia el énfasis en las misiones
fundamentales de la Revolución, pero esto debe ir de la mano con la
movilización del poder comunal, y en esa capacidad de movilización
está el destino de la revolución venezolana.”
Sin
movilizar al poder comunal es muy fácil predecir que el proceso
revolucionario fracasará, enfatizó el Embajador. Y
añadió:
“Mientras no se integre al pueblo en el
ejercicio real y diario de la política, no se les haga saber su
protagonismo, será muy difícil llegar a alguna parte. En la
dirección política ya hubo un balance de lo que ha ocurrido, un
balance general de la gestión bolivariana. En este momento el
proceso exige una serie de correcciones. Se debe colocar el énfasis
de la movilización política no solamente desde el gobierno, sino
desde el partido, y tiene que haber una movilización muy profunda
entre la unidades básicas de lucha, el partido y la
izquierda.”
Crisis del petróleo
Al comentar
las prioridades en la economía doméstica, el Embajador venezolano
aseguró que si cae el ingreso en un 30 por ciento, como ocurrió en
Venezuela, “hay que ver de qué vas a prescindir para concentrar el
gasto en lo que es indispensable para el desempeño normal de la vida
cotidiana. Hay que establecer un orden de prioridades: lo primero en
la sociedad es la alimentación”.
Teníamos un déficit
de 3 millones de viviendas y se ha reducido a 800 mil, un esfuerzo
que se va a enlentecer, porque la primera prioridad es la
alimentación, el transporte y todo aquello que es indispensable para
el desarrollo de la economía y el pueblo: “Lo que hay que
establecer es estricto orden de prioridades del gasto. Un uso
eficiente del ingreso. Esto va a ser bueno como pedagogía para
nosotros, después de una época de abundancia en los precios del
petróleo”.
Para los próximos 10 años el petróleo va
a oscilar entre 35 y 40 años y quizás 50 dólares. Con el petróleo
es muy difícil hacer un pronóstico de precios porque están
mediados por factores extraeconómicos, y no dependen solo de la
oferta y la demanda. “Vamos a estar oscilando entre 35 y 40
dólares, pero tenemos que manejarnos en el caso de Venezuela con un
presupuesto pequeño y, como decía, con un orden de prioridades”,
enfatizó.
Maduro no está aislado
El primer gran
error es pensar que Maduro es una persona aislada del quehacer
político de Venezuela, ignorar que Maduro está ahí. Hay una fuerza
organizada que todavía no se ha desplegado en el país y es lo que
ellos están subestimando, dijo Alí.
En segundo lugar,
(han subestimado) la relación entre Maduro y el pueblo. “Maduro es
la continuación de lo que ha significado la transformación del país
en el chavismo. El chavismo acató unánimemente la propuesta de
Chávez”, dijo el diplomático.
Reconoció como un hecho
muy importante la cohesión interna del chavismo. No se han expresado
tensiones, hay debates en el seno de una coalición democrática. Se
mantiene el liderazgo de Maduro y del equipo que lo
acompaña.
Iniciar esta realidad económica delicada
implica una caída del ingreso y un sacrificio de un grupo, implica
ciertas redefiniciones en el orden social, económico y político,
aseveró.
Sectores populares en Venezuela
La
política de ingresos de la Revolución ha elevado los niveles de
vida de una parte de la población venezolana, recordó.
El
cambio de estatus económico genera posiciones ideológicas. No es
igual lo que piensa quien vive en un rancho propio que tiene que
pensar en la alimentación diaria, a quien tiene un trabajo, ingresos
y requerimientos de salud cubiertos por el Estado. Eso hay que
entenderlo y estudiarlo, porque la realidad social y económica del
país ha cambiado por la Revolución bolivariana. Eso conduce a
redefiniciones en la política, no para renunciar a lo
revolucionario, sino para tener en cuenta esas realidades y avanzar
al objetivo de transformación, añadió Alí.
Es
fundamental el Poder Popular, los consejos populares, las comunas.
Gobernar desde abajo, porque si no se va colocando una separación
entre el Estado y el pueblo, y la sociedad se puede ir
burocratizando, aseveró.
Buscan la división del
pueblo
El trabajo constante de las fuerzas de oposición
interna, que intenta dividir al pueblo, se centra lógicamente hacia
la búsqueda de división en el seno de la Fuerza Armada. “No dudo
que haya conspiraciones allí -añadió-. Pero lo que uno siente en
la Fuerza Armada es mucha cohesión… Debemos tener en cuenta la
identidad que hay entre los militares y el pueblo. Hoy es común ver
en Venezuela que las fuerzas armadas trabajen conjuntamente con el
pueblo en disimiles tareas”, dijo.
Vivimos en medio de
un conflicto, de una guerra del poder político en Venezuela, la
Cuarta República busca restauración y la Revolución intenta seguir
su proceso social:
“Uno puede imaginarse a los expertos
estadounidense desplegando movimientos en una sala de mapas.
Venezuela guarda en este mapa un lugar privilegiado por su reserva
petrolera. Recordemos que el mundo se mueve por energía y dentro de
ella el petróleo es un elemento fundamental, por eso Venezuela está
allí en la sala de mapas bajo el análisis constante del
capitalismo. Todos los esfuerzos que hay por revertir el proceso
revolucionario en Venezuela, Ecuador, como ya lo lograron en
Argentina. Para ello destinan esfuerzos económicos y políticos
enormes.”
Fortalecer la unidad latinoamericana
En
el contexto de hoy, hay que revitalizar todas esas estructuras que
surgieron para fomentar y fortalecer la unidad de los pueblos
latinoamericanos, aseguró
Alí en los últimos
minutos del programa.
Aunque no se puede decir que haya
desaparecido ni mucho menos esa unidad, se empieza a notar que han
perdido algo de su impulso y su vigor: “Ninguno de nuestros países
puede sobrevivir aislándose del resto de América Latina, porque
esta es una gran nación, fragmentada, pero una gran nación. La
capacidad de andar todos juntos va a definir esta batalla.”
Dijo
que “estos procesos no son una línea recta, son ondulados, con
avances y retrocesos. Pero en el balance general que podríamos hacer
en este punto del desarrollo, los avances han estado por encima de
los pequeños retrocesos. Sin embargo, ahora más que nunca hay que
garantizar la unidad de las fuerzas progresistas”.
Recordó
que “América Latina ha vivido un gran cambio: ya no es el patio
trasero de los Estados Unidos y eso difícilmente tenga marcha atrás.
Pero hay que revitalizar eso cambios y avanzar hacias nuevos logros,
hacia la integración, hacia la independencia total política y
económica. Por ahí va la lucha del hoy”, concluyó.
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