La intervención militar en el estado de Río de Janeiro fue aprobada en la Cámara Federal el pasado martes por la mayoría de los parlamentarios con la justificación de contener la crisis de la seguridad pública en el estado. Sin embargo, para los habitantes de las favelas y áreas de conflicto de la capital, que tuvieron experiencias anteriores con operaciones de las fuerzas armadas, la medida significa violación de derechos para los más pobres y está lejos de ser la solución a la crisis.
Para la moradora de Maré, Gizele Martins, la presencia del ejército oprime y modifica el cotidiano de los habitantes de las favelas. “La gente sabe que cuando tiene una intervención como esa, las interrupciones de nuestras vidas pasan a ser diarias, perdemos el derecho de ir y venir. Y la violencia continúa. En 2016, tuvimos personas asesinadas, nuestras casas invadidas y hasta casos de violaciones en la Maré. “Vamos a sufrir todo de nuevo”, afirma.
Como recuerda Gizele, las fuerzas armadas participaron de diversas operaciones militares en Río otras veces, como en la ocupación del Complejo del Alemán y de la Maré, en 2007, 2010 y 2016, y también durante la Copa y las Olimpiadas. Pero esta es la primera intervención militar decretada por el gobierno federal desde 1988. Con ella, hasta diciembre de este año, el general del ejército Walter Souza Braga Netto tendrá el mando de la Secretaría de Seguridad, Policías Civil y Militar, Cuerpo de Bomberos y del sistema carcelario en el estado de Río.
Tainã de Medeiros, habitante del Complejo do Alemão, cuenta que las operaciones anteriores con la presencia del ejército trajeron más violencia e inseguridad para los habitantes de las zonas de conflicto. “En el alemán, mientras el ejército estaba allí hubo mucho silenciamiento, casas invadidas y tortura. Eso es lo que el estado nos pone a cambio de esta supuesta paz. Los intercambios de tiros acaban, pero la población sufre y el crimen organizado sigue actuando “, explica.
Tainã cuenta que una de las mayores preocupaciones de los habitantes de las favelas con la intervención es la posible autorización de mandatos de búsqueda y aprehensión colectivos. De acuerdo con el ministro de Defensa, Raul Jungmann, las operaciones van a funcionar con mandatos colectivos que van a incorporar calles o barrios en vez de una casa.
Para Felipe de los Ángeles, secretario general de la Federación de las Asociaciones de Favelas de Río de Janeiro (Faferj), la propuesta de los mandos colectivos es otra medida que hiere los derechos de los habitantes de las favelas.
“Nosotros cuestionamos la eficacia de las intervenciones militares. Las operaciones con ejército nunca trajeron beneficios ni para las favelas, ni para Río ni para el país. En la Maré, el gobierno gastó R $ 1,7 millón por día e involucró a 2,5 mil militares en 2016, y la comunidad se encuentra en disputa de facciones. Los habitantes continúan acuñados allí dentro “, afirma.
Faferj organizó esta semana un debate sobre la intervención militar con moradores de las favelas de Río. La idea es fortalecer una red de vecinos para cuestionar y resistir la represión militar, además de reivindicar que el Estado esté presente en esos espacios a través de políticas públicas de educación , la salud y la vivienda.
Edición: Raquel Júnia
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