martes, 2 de febrero de 2016

PAPA FRANCISCO LLAMA A CUIDAR NUESTRA CASA COMÚN

31 de enero de 2016
Germán Saltrón Negretti

Francisco I ha despertado la ira del capitalismo extremo con su carta encíclica Laudato Si’, sobre el cuidado de la casa común. Era previsible que ante los primeros párrafos de su mensaje –de una dureza inusual en estos temas - se produjera una reacción inmediata de rechazo por parte de sectores conservadores cuyos intereses se oponen a la teoría del calentamiento global y a los nocivos efectos de la actividad industrial, agrícola y extractiva de sus compañías.

Esta hermana (tierra) clama por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso de los bienes que Dios ha puesto en ella. Hemos crecido pensando que éramos sus propietarios y dominadores, autorizados a expoliarla. La violencia que hay en el corazón humano, herido por el pecado, también se manifiesta en los síntomas de enfermedad que advertimos en el suelo, en el agua, en el aire y en los seres vivientes. Por eso, entre los pobres más abandonados y maltratados, está nuestra oprimida y devastada tierra, que «gime y sufre dolores de parto”.

El cambio climático se ha agravado durante la década de 2001 a 2010, un periodo con muchas precipitaciones, con temperaturas extremas y numerosos fenómenos meteorológicos extraordinarios, como lo asegura la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Según el documento elaborado a partir del análisis de los datos meteorológicos de 102 países, durante esta década se produjeron inundaciones en el 63% de los países que participan en el estudio, mientras que en el 43% se registraron problemas de sequía.

En grandes zonas del hemisferio norte el volumen de precipitaciones se situó por encima de la media de los años anteriores, especialmente en el este de Estados Unidos, el norte y este de Canadá, Europa y Asia central, Colombia, el norte y el sur de Brasil, Uruguay y la zona norte de Argentina. Por el contrario, en el oeste de Estados Unidos, el suroeste de Canadá, Alaska, el sur y el oeste de Europa, en Asia, Centroamérica, África central y la zona de la Amazonía las precipitaciones bajaron. Los fenómenos meteorológicos como las inundaciones, sequías, ciclones y olas de calor y de frío, afectaron prácticamente a todas la regiones del planeta, si bien el informe recoge dos olas de calor “excepcionales” que azotaron Europa y Rusia en los veranos de 2003 y 2010 que tuvieron como consecuencia “miles de muertes e incendios”.

En la XVII Conferencia de Cambio Climático de la ONU, celebrada en sudafricana Durban, las primeras observaciones del Informe Anual de 2011 sobre el Estado del Clima Mundial, concluyó que ese fue el décimo año más cálido desde 1850. La disminución de la superficie del océano Ártico cubierta por hielo -que se observa desde 1960- continuó ocurriendo entre 2001 y 2010, y el nivel histórico más bajo de extensión de hielo sobre el Ártico se registró en septiembre de 2007. El agujero de la capa de ozono, se ha logrado reducir mucho la emisión de sustancias que la destruyen pero “tardará entre 50 y 70 años en reducir la concentración de éstas en la atmósfera y volver a la situación anterior al agujero”.

Países más contaminantes son: China, Estados Unidos, Rusia, Brasil, Indonesia, Japón, México, India, Alemania, Australia, Canadá y Perú. Las consecuencias son: 

1.-Incremento del nivel del mar, porque las temperaturas hace que los polos se derritan. Los niveles del mar paulatinamente irá subiendo hasta provocar grandes inundaciones que podrían sumergir a ciudades costeras enteras. 

2- Aumento del calor en todo el planeta y lluvias torrenciales. Las tormentas son más violentas y desastrosas como las ocasionadas en EE.UU recientemente.

3.- La sequía es un problema que tiene mucho tiempo. Las reservas de aguas dulces se han reducido gravemente y las explotaciones mineras, termoeléctricas e hidroeléctricas arrasan con este recurso que es pilar de la agricultura y que incluso en países escasea para el propio consumo humano.

4.-Especies en extinción, ocurre también con la flora que está desapareciendo de una manera alarmante.

5-Enfermedades por altas temperaturas, que con inundaciones y sequías provoca un ambiente ideal para la reproducción de las ratas, mosquitos, bacterias y otras plagas portadoras de enfermedades como el cólera, la rabia, virus hanta, virus del Nilo Occidental, la malaria, el dengue.

6.-Desaparición de los glaciares.

7.- Guerras por la obtención de los recursos naturales como el petróleo especialmente, como ocurre actualmente en el Medio Oriente. 

8.- La lucha por el agua también será motivo de conflictos bélicos. 9.-Inestabilidad en nuestra economía mundial, por los desastres naturales, tornados, huracanes, aluviones, sequías, etc. Las naciones perderán millones de dólares y el costo de vida de las personas aumentará en el planeta. 

9.- Destrucción de los ecosistemas: algunas especies están pereciendo y otras emigrando a lugares que no son sus hábitats naturales, esto puede causar graves problemas en algunas comunidades y en la agricultura.

Finalizo en París (Francia) la 21ª Cumbre de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP21) el 30 al 11 de diciembre de 2014, reunieron a 195 países con la intención de redactar algo mejor que el Protocolo de Kioto. Pero los logros han, pocos. Se comprometieron a mantener la temperatura media mundial por debajo de 2 grados centígrados. Los acuerdos son vinculante, pero no la decisión que lo acompaña, ni los objetivos nacionales de reducción de las emisiones. Solo 187 de los 195 países que han participado en la COP21, han entregado sus compromisos nacionales de lucha contra el cambio climático que entrarán en vigor en 2020.Los países revisarán sus compromisos cada 5 años, para asegurar que se alcanza el objetivo de mantener la temperatura por debajo de 2 grados. No existen ninguna sanción, pero habrá un mecanismo transparente de seguimiento del cumplimiento para tratar de garantizar que todo el mundo lo cumpla.

El acuerdo establece que los países desarrollados deben contribuir a financiar, la adaptación de los Estados en desarrollo. Los países ricos deberán aportar un mínimo de 100.000 millones anualmente desde el 2020, para apoyar la mitigación de esos cambios climáticos de los países pobres, así como revisarla para lograrla antes de 2025.
El acuerdo identifica la necesidad de poner en marcha, lo que se ha llamado el Mecanismo de Pérdidas y Daños asociados a los efectos del cambio climático. El texto adoptado podrá ser ratificado durante un año a partir del próximo 22 de abril, Día Internacional de la Madre Tierra y para que sea efectivo será necesaria la firma de al menos 55 países. Se señala que el acuerdo será depositado en la sede de Naciones Unidas en Nueva York. Desiderátum obligatorio para poder continuar la vida en el planeta.

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