31 de enero de 2016
Germán Saltrón Negretti
Francisco
I ha despertado la ira del capitalismo extremo con su carta encíclica
Laudato Si’, sobre el cuidado de la casa común. Era previsible que
ante los primeros párrafos de su mensaje –de una dureza inusual en
estos temas - se produjera una reacción inmediata de rechazo por
parte de sectores conservadores cuyos intereses se oponen a la teoría
del calentamiento global y a los nocivos efectos de la actividad
industrial, agrícola y extractiva de sus compañías.
“Esta
hermana (tierra) clama por el daño que le provocamos a causa del uso
irresponsable y del abuso de los bienes que Dios ha puesto en ella.
Hemos crecido pensando que éramos sus propietarios y dominadores,
autorizados a expoliarla. La violencia que hay en el corazón humano,
herido por el pecado, también se manifiesta en los síntomas de
enfermedad que advertimos en el suelo, en el agua, en el aire y en
los seres vivientes. Por eso, entre los pobres más abandonados y
maltratados, está nuestra oprimida y devastada tierra, que «gime y
sufre dolores de parto”.
El
cambio climático se ha agravado durante la década de 2001 a 2010,
un periodo con muchas precipitaciones, con temperaturas extremas y
numerosos fenómenos meteorológicos extraordinarios, como lo asegura
la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Según el documento
elaborado a partir del análisis de los datos meteorológicos de 102
países, durante esta década se produjeron inundaciones en el 63% de
los países que participan en el estudio, mientras que en el 43% se
registraron problemas de sequía.
En
grandes zonas del hemisferio norte el volumen de precipitaciones se
situó por encima de la media de los años anteriores, especialmente
en el este de Estados Unidos, el norte y este de Canadá, Europa y
Asia central, Colombia, el norte y el sur de Brasil, Uruguay y la
zona norte de Argentina. Por el contrario, en el oeste de Estados
Unidos, el suroeste de Canadá, Alaska, el sur y el oeste de Europa,
en Asia, Centroamérica, África central y la zona de la Amazonía
las precipitaciones bajaron. Los fenómenos meteorológicos como las
inundaciones, sequías, ciclones y olas de calor y de frío,
afectaron prácticamente a todas la regiones del planeta, si bien el
informe recoge dos olas de calor “excepcionales” que azotaron
Europa y Rusia en los veranos de 2003 y 2010 que tuvieron como
consecuencia “miles de muertes e incendios”.
En
la XVII Conferencia de Cambio Climático de la ONU, celebrada en
sudafricana Durban, las primeras observaciones del Informe Anual de
2011 sobre el Estado del Clima Mundial, concluyó que ese fue el
décimo año más cálido desde 1850. La disminución de la
superficie del océano Ártico cubierta por hielo -que se observa
desde 1960- continuó ocurriendo entre 2001 y 2010, y el nivel
histórico más bajo de extensión de hielo sobre el Ártico se
registró en septiembre de 2007. El agujero de la capa de ozono, se
ha logrado reducir mucho la emisión de sustancias que la destruyen
pero “tardará entre 50 y 70 años en reducir la concentración de
éstas en la atmósfera y volver a la situación anterior al
agujero”.
Países
más contaminantes son: China, Estados Unidos, Rusia, Brasil,
Indonesia, Japón, México, India, Alemania, Australia, Canadá y
Perú. Las consecuencias son:
1.-Incremento del nivel del mar, porque
las temperaturas hace que los polos se derritan. Los niveles del mar
paulatinamente irá subiendo hasta provocar grandes inundaciones que
podrían sumergir a ciudades costeras enteras.
2- Aumento del calor
en todo el planeta y lluvias torrenciales. Las tormentas son más
violentas y desastrosas como las ocasionadas en EE.UU
recientemente.
3.- La sequía es un problema que tiene mucho tiempo.
Las reservas de aguas dulces se han reducido gravemente y las
explotaciones mineras, termoeléctricas e hidroeléctricas arrasan
con este recurso que es pilar de la agricultura y que incluso en
países escasea para el propio consumo humano.
4.-Especies en
extinción, ocurre también con la flora que está desapareciendo de
una manera alarmante.
5-Enfermedades
por altas temperaturas, que con inundaciones y sequías provoca un
ambiente ideal para la reproducción de las ratas, mosquitos,
bacterias y otras plagas portadoras de enfermedades como el cólera,
la rabia, virus hanta, virus del Nilo Occidental, la malaria, el
dengue.
6.-Desaparición de los glaciares.
7.- Guerras por la obtención
de los recursos naturales como el petróleo especialmente, como
ocurre actualmente en el Medio Oriente.
8.- La lucha por el agua
también será motivo de conflictos bélicos. 9.-Inestabilidad en
nuestra economía mundial, por los desastres naturales, tornados,
huracanes, aluviones, sequías, etc. Las naciones perderán millones
de dólares y el costo de vida de las personas aumentará en el
planeta.
9.- Destrucción de los ecosistemas: algunas especies están
pereciendo y otras emigrando a lugares que no son sus hábitats
naturales, esto puede causar graves problemas en algunas comunidades
y en la agricultura.
Finalizo
en París (Francia) la 21ª Cumbre de Naciones Unidas sobre Cambio
Climático (COP21) el 30 al 11 de diciembre de 2014, reunieron a 195
países con la intención de redactar algo mejor que el Protocolo de
Kioto. Pero los logros han, pocos. Se comprometieron a mantener la
temperatura media mundial por debajo de 2 grados centígrados. Los
acuerdos son vinculante, pero no la decisión que lo acompaña, ni
los objetivos nacionales de reducción de las emisiones. Solo 187 de
los 195 países que han participado en la COP21, han entregado sus
compromisos nacionales de lucha contra el cambio climático que
entrarán en vigor en 2020.Los países revisarán sus compromisos
cada 5 años, para asegurar que se alcanza el objetivo de mantener la
temperatura por debajo de 2 grados. No existen ninguna sanción, pero
habrá un mecanismo transparente de seguimiento del cumplimiento para
tratar de garantizar que todo el mundo lo cumpla.
El
acuerdo establece que los países desarrollados deben contribuir a
financiar, la adaptación de los Estados en desarrollo. Los países
ricos deberán aportar un mínimo de 100.000 millones anualmente
desde el 2020, para apoyar la mitigación de esos cambios climáticos
de los países pobres, así como revisarla para lograrla antes de
2025.
El
acuerdo identifica la necesidad de poner en marcha, lo que se ha
llamado el Mecanismo de Pérdidas y Daños asociados a los efectos
del cambio climático. El texto adoptado podrá ser ratificado
durante un año a partir del próximo 22 de abril, Día Internacional
de la Madre Tierra y para que sea efectivo será necesaria la firma
de al menos 55 países. Se señala que el acuerdo será depositado en
la sede de Naciones Unidas en Nueva York. Desiderátum obligatorio
para poder continuar la vida en el planeta.
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