15 de diciembre de 2015
Crédito: Correo del Orinoco
Motivado
por las recientes declaraciones de los más conspicuos dirigentes
opositores, Rodríguez acepta conversar sobre algo que él conoce
mucho porque ayudó a “parirla”: la Constitución Bolivariana,
aprobada en referendo consultivo el 15 de diciembre de 1999.
El
actual embajador de Venezuela en Italia, constituyente Isaías
Rodríguez, advierte que el 6 de diciembre el pueblo votó para
elegir uno de los cinco poderes públicos, es decir, un parlamento y
no una “dictadura parlamentaria”.
Pareciera, a juzgar por ciertas amenazas, que no solo algunas leyes
están en la mira de la “nueva mayoría” electa sino que también
la Carta Magna corre el peligro de desaparecer. Además, se atribuye
a la Asamblea Nacional, y así ha sido difundido, más poder que el
que le consagra el texto constitucional y qe trascendería al del
propio Presidente de la República. La desinformación huelga y la
confusión está a la orden del día.
– La
oposición puede tener no solo mayoría calificada, sino los 167
asientos de la Asamblea Nacional y no puede hacer sino lo que le está
permitido. De lo contrario sus actos son nulos. Dentro de las
facultades que le otorga el artículo 187 de la Constitución puede a
través del voto de censura, ajustándose al procedimiento
establecido destituir ministros y hasta al Vicepresidente Ejecutivo.
Puede dictar una Ley de Amnistía, autorizar el nombramiento del
Procurador (si aún no ha sido designado) y a los jefes de las
Misiones Diplomáticas (si no han sido designados) autorizar la
salida del Presidente cuando su ausencia fuere mayor de cinco días
consecutivos, pero aunque quiera no puede destituirlo.
Un sistema
político constitucional implica la interacción del conjunto de
instituciones y procesos que permitan en forma coordinada tomar las
decisiones del Estado a través de sus Poderes Públicos sin que
ninguno de ellos prevalezca u obstaculice el desarrollo o funciones
de los otros. No solo no pueden hacer lo que les dé la gana sino que
están sujetos al control de la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia y al famoso 350 de la Constitución tan invocado
por la oposición contra el Presidente Chávez.
Henry
Ramos Allup ya asomó volver a la Constitución de 1961 porque la
considera “más decente”
– La
reforma de la Constitución de 1999 bien pudiera iniciarla el
Parlamento que acaba de ser elegido. Tiene los votos para ello, pero
luego deberá someterla a un referéndum aprobatorio por parte del
pueblo venezolano. Entiendo, sin embargo, que la pregunta va más
allá de la reforma de la Constitución. Entiendo que lo que se
quiere es ir a la Constitución de 1961. Para ello tienen los votos
correspondientes a “la iniciativa de convocar la Asamblea Nacional
Constituyente”, óigase bien “la iniciativa”, pero el
“depositario del poder constituyente originario” es el pueblo de
Venezuela y no la Asamblea Nacional. Por esta razón aprobada la
Constitución “más decente” tendrá que ser sometida a un
referendo aprobatorio y será el pueblo quien tome la decisión
definitiva. En caso de que al pueblo le dé vergüenza lo que ha
aprobado esta Asamblea Nacional no les quedará más remedio que
aceptar con recato y modestia el “impudor” de la Constitución de
1999.
Derogar,
reformar, modificar, pulverizar leyes
¿Cómo
puede el Presidente de la República blindar las leyes que ya fueron
sancionadas y promulgadas como la Ley Orgánica del Trabajo o la Ley
de precios justos?
– El
Presidente no tiene competencia constitucional para blindar ninguna
ley. Esta competencia es de la Asamblea Nacional quien podrá
modificarla porque legislar es una de sus funciones. En el caso de la
LOTTT la situación es más compleja para el Parlamento, porque la
Asamblea Constituyente de 1999 cuando aprobó la Constitución previó
esta circunstancia y la blindó. ¿De qué manera? Colocó en la
Constitución la mayoría de las disposiciones contenidas en dicha
ley y, en este caso, si se pretenden dejar sin efecto normas de ella
que están presentes en la Constitución y que la LOTTT solo
reproduce, tendría la Asamblea Nacional que modificar la
Constitución y someter a referendo popular la aprobación de la
nueva ley que fuere sancionada por el neoliberalismo.
Sobre
el tema de la frontera y del estado de excepción decretado por el
presidente Maduro, el diplomático venezolano considera que la
decisión será de carácter político aunque admite que prolongar la
medida en el tiempo restringe derechos. En su opinión, los
parlamentarios opositores tendrán la oportunidad de demostrar si
están o no dispuestos a resolver los problemas fronterizos que han
afectado al país desde el punto de vista económico, social y de
seguridad ciudadana.
Objetivo:
Nicolás Maduro
Si
durante 16 años el presidente Hugo Chávez debió gobernar ante una
oposición hostil, con Nicolás Maduro la situación no ha sido
diferente. Por esta razón la elección parlamentaria se convirtió
en un símbolo para romper ataduras del “castro-comunismo” y la
Mesa de la Unidad logró para ello un importante apoyo internacional.
Se
ha difundido la idea de que la Asamblea Nacional también puede
convocar un referéndum revocatorio del mandato presidencial ¿esto
es correcto?
– En
el artículo 187 no hay ninguna atribución que autorice a la
Asamblea Nacional a convocar referéndum revocatorio. Posiblemente,
con el propósito de burlar la Constitución o de hacer una
interesada interpretación de la norma, con el peligro de incurrir en
lo que técnicamente se conoce como “desviación de poder”, quien
haya hecho tal afirmación le da al referéndum revocatorio una
analogía con lo previsto en el artículo 233 de la Constitución.
Son situaciones distintas. Esta norma ubica la falta absoluta del
Presidente de la República y el tratamiento que la Asamblea debe
darle, pero nada tiene que ver con el referéndum revocatorio. Los
órganos o Poderes Públicos solo pueden hacer lo que les está
permitido. A nuestro juicio solo puede revocar quien elige y la
revocatoria de mandato es un instrumento de control popular, no de
control legislativo. La legitimidad de origen o cualidad para revocar
es de quienes eligieron. Aquí no es aplicable el aforismo de “quien
puede lo más puede lo menos”. Si se accede al poder por la vía
del voto se pierde el mandato por la misma vía. Es más, el
constituyente se cuidó de diferenciar mandato del funcionario de un
cuerpo colegiado y de un cuerpo no colegiado. Por lo demás el
artículo 72 es demasiado claro se refiere a “electoras o
electores”. Mantiene la coherencia de lo que técnicamente se llama
“cualidad jurídica”. La revocatoria del mandato, igualmente está
definida por este artículo 72 “como un mecanismo de democracia
directa” orientado a la consulta de los electores o electoras a
opinar sobre la interrupción del mandato de una autoridad electa por
ellos. Es clara la norma cuando expresa que la ciudadanía lo activa
a través de la recolección de firmas. No habla, por ninguna `parte
la Constitución de que se trata de un acto de “democracia
indirecta” que permita la activación de la solicitud de
revocatoria a través de cuerpo deliberante o legislativo. El derecho
es lógico 2 y 2 son cuatro, no 22.
Hay
quienes proponen que Maduro puede disolver la AN. ¿Qué opina de
esto? ¿Cuáles serían las ventajas y desventajas?
– El
Presidente tiene dispositivos de control que están unos en el
Parlamento y otros en el Judicial. Cada Poder está sujeto a
funciones perfectamente determinadas en la Constitución. No hay, en
consecuencia, el ejercicio del poder por un solo órgano y más lo
sería pretender desviar el régimen presidencial hacia el
parlamentarismo. Yendo a tu pregunta el caso es que además del
presidencial y del parlamentario existe un “sistema mixto”,
mezcla francesa del parlamentario y del presidencial. Tuvo su origen
en una reacción socio política contra “el asambleísmo francés”
y la “partidocracia”. En la Quinta República francesa lo
impusieron como “un sistema para la cohabitación política”. En
el diseño y modo de funcionamiento de las instituciones políticas
juega un papel determinante la situación histórica de cada
república, la idiosincrasia y la cultura política.
Explica
el también ex fiscal general de la República que en este sistema
mixto el Presidente se elige por votación directa y el Parlamento no
debe obstruirlo. “El Presidente en este sistema tiene facultades
para disolver el Parlamento. La disolución es una forma de evitar la
obstrucción por parte de los partidos. Su propósito es propiciar
mayorías parlamentarias coherentes. El presidente debe garantizar el
funcionamiento de las instituciones y cuidar la estructura
institucional y su funcionamiento sin obstrucciones. En dos ocasiones
Francois Mitterrand disolvió la Asamblea Nacional francesa. Lo hizo
porque en anteriores elecciones la mayoría de los escaños los
detentaba una coalición de la derecha”.
El
pueblo nos dio una lección
Isaías
Rodríguez analiza los resultados electorales desde una perspectiva
crítica teniendo el cuidado de no juzgar a quien en esta ocasión no
respondió como se esperaba, es decir, al pueblo.
Palabras
como “castigo” “traición” “lección” minan el discurso
de dirigentes chavistas para buscar una explicación a lo ocurrido.
¿Qué
fue, entonces? ¿castigo? ¿lección?
– A
mi juicio las dos cosas. O tres: Advirtió, castigó y nos dio una
lección. Nos preguntó si se nos olvidó el socialismo. Nos puso
contra la pared. Nos castigó como lo hace un buen padre o madre de
familia con un hijo para que aprenda por las malas o por las buenas
(la metáfora es una expresión romana del derecho que crearon). Pero
si el propósito de la pregunta es indagar la diferencia entre uno y
otro vocablo. Nos impuso una sanción y prisioneros de esa sanción
nos ha dado una clase sobre lo que es “consciencia” y de cómo
hay que luchar para derrotar las hegemonías y construir una
verdadera sociedad alterna al capitalismo.
En
su opinión ese pueblo “no se cambió de traje ni ha brincado la
talanquera” y rechaza de manera contundente que se le tilde de
“traidor” a quien, según dice, “ha sido demasiado leal”.
– Veo
– remata Rodríguez- a un pueblo indignado ante tanto maltrato,
tanta indolencia y tanta traición que nos dice Chávez nos enseñó
a leer, a escribir, a pensar, a reflexionar, a ser y con esa
personalidad que nos ha dado el chavismo queremos preguntarles a
ustedes si siguen siendo chavistas con nosotros o contra nosotros. El
comandante nos enseñó a ser leales, pero también nos dijo que no
nos dejáramos utilizar por nadie y que ante una situación confusa o
de incertidumbre fuésemos leales con nosotros mismos. Vendrán más
Chávez y si tenemos que hacerlos los vamos a hacer con aciertos y
equivocaciones como Simón Rodríguez se lo enseñó al Libertador.
Lo
que falló
Formación
y construcción de una identidad consciente con la revolución
Ni
el gobierno ni el PSUV dieron un debate de ideas, todo se concretó a
culpar de la crisis a la llamada “guerra económica”
No
hubo un plan estratégico contra esa guerra donde se involucrara toda
la estructura revolucionaria para confrontar el sabotaje, la escasez
y el acaparamiento.
La
impunidad contra los grandes beneficiarios de la corrupción (Caso
Cadivi denunciado por una ministra que fue destituida por denunciarlo
y la ineficaz lentitud de la Fiscalía en esta investigación) – La
ineficiencia en el manejo de la economía.
La
torpe gestión comunicacional que optó por comprar medios y hacer
propaganda panfletaria en lugar de crear consciencia política e
informativa.
La
escogencia de candidatos y candidatas pasando muchas veces por encima
de la voluntad popular y las primarias para colocar familiares
cercanos a los gobernadores en las primeras opciones.
La
burocratización y el visto bueno del PSUV a esta peligrosa
complacencia que desmoralizó la dirigencia de base y le restó
autoridad a la hora de exigir organización y compromiso político.
El
irrespeto al comandante Chávez al tratar de hacer con su credo y su
legado una religión política que lo dejó en su mausoleo y no lo
colocó codo a codo con la acción revolucionaria y popular
¿Murió
la revolución? ¿Murió el chavismo?
– Están
una y otro más vivos que nunca gracias a ese pueblo que nos ha
sacudido con este revolcón. Nos ha sacado de la comodidad y del
individualismo con que muchos ven su futuro personal y el de su
familia y sus amigotes sin mirar hacia abajo. Hay que ser humildes y
autocríticos, dejar la borrachera de poder, la arrogancia, la
soberbia, el empoderamiento personal y el afán de prestigio mal
habido, de ambiciones desmedidas, del desprecio a todo cuanto
signifique solidaridad o sacrificio. A pesar de ellos, de quienes han
tratado de matar con su ejemplo y su conducta a la revolución y al
chavismo casi seis millones de chavistas, con muy pocos argumentos
convincentes para hacerlo, muchos con un pañuelo en la nariz han
votado por las listas que les han impuesto. Hay Chavismo y revolución
para rato.
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