15 de febrero de 2016
Crédito: Aporrea.org
Toby Valderrama
Antonio Aponte
Toby Valderrama
Antonio Aponte
En
los últimos años se habla de una "guerra económica" que
se presenta difusa, sin enemigos, sin objetivos; la situación del
país se deteriora cada día y la crisis económica sobrevuela a la
sociedad como un fantasma, es difícil asirla, comprenderla. Algo
anda mal en esta formulación, la crisis se agrava y la tal guerra no
sirve para explicar nada. Veamos.
La
verdadera guerra es la guerra entre el capitalismo y la posibilidad
socialista, estos son los adversarios. Este
enfrentamiento explica todo lo que está pasando, posibilita
organizar las fuerzas de la Revolución, del Chavismo. Conocer las
características propias y las características del enemigo
posibilita el triunfo, de otra forma sólo puede haber derrota.
La
guerra comenzó cuando el capitalismo entendió que el Comandante
Chávez no era comprable. Por el camino de su amor a los humildes,
por su sinceridad y su formación cristiana auténtica tenía que
llegar a la idea socialista complemento directo de la fe cristiana.
Rápidamente comenzaron a atacarlo: golpe, saboteos y, finalmente, lo
asesinaron. Es así, su asesinato fue una acción dentro de la guerra
del capitalismo contra el Socialismo. No se entendió así, se
subestimó al enemigo explotador que desde hace siglos usa el crimen
como arma política, larga es esta lista, no es necesario traerla. La
Revolución, cándidamente, evitó hablar de esta pérdida en
combate, esquivó la radicalización de la lucha y se entregó a la
democracia burguesa. Hablar del asesinato de Chávez era mal visto,
se acusaba de sospecha a quien lo mencionara, María León durmió
sorpresivamente aquellas firmas pidiendo investigación del
magnicidio.
Esta
guerra no es convencional, podía llamarse especial, escapa a todos
los esquemas. Ocurre desde afuera y es de fácil detección, pero
sucede también dentro de la Revolución y es de más difícil
comprensión, reclama unidad y tras ella se resguarda. Para entender
estos dos frentes es necesario precisar dónde se desarrolla el
principal combate. Veamos.
El
principal combate entre el capitalismo y el Socialismo es en la
conciencia, en la cultura, en los valores. El
capitalismo se sustenta en el egoísmo, en la visión individualista,
en la fragmentación. De esta manera justifica su sistema de
competencia, de lucha de todos contra todos, de búsqueda del lucro
por sobre cualquier otra consideración. Una sociedad así, dividida,
donde cada uno se importe sólo por sus intereses es incapaz de
entender que su suerte, su calidad de vida, depende de la
organización social; es incapaz de percibir que su vida miserable,
de humano incompleto, la angustia de una existencia azarosa, está
determinada por el mercado que es una fuerza que le es ajena.
Consideran, por ejemplo, que los precios de las mercancías que
afectan su vida de forma dramática son normales, que las crisis
periódicas del capitalismo son naturales, castigo de un dios que
desconocen y que algunos llaman mercado. No atinan a percibir los
defectos inhumanos del capitalismo.
El
Socialismo se sustenta en la conciencia de pertenencia a la sociedad,
en el principio de que la suerte del individuo depende de la suerte
de la sociedad, que la humanidad es un todo, que debe existir en
armonía entre los humanos y de estos con la naturaleza. Es la toma
de conciencia de pertenencia a la sociedad y de que sólo el
individuo se puede realizar dentro de ella, armonizando sus intereses
con los intereses sociales, el convencimiento de que el beneficio del
individuo debe ser el beneficio de la sociedad, y el bien social
redunda en el bien individual. Para resumirlo con Martí: el
Socialismo es "de todos por el bien de todos".
Ya
estamos en condiciones de entender la batalla entre capitalismo y
Socialismo, es la guerra entre el egoísmo y el amor.
En
esta batalla el objetivo principal, la principal colina, es la
conciencia, la ética, la cultura que se instale. Si el egoísmo se
hace hegemónico la Revolución está perdida; si al contrario el
espíritu de sociedad prevalece la Revolución es invencible. Se
deduce que las acciones que conducen a la elevación del egoísmo son
triunfos del capitalismo y derrotas del Socialismo. De aquí que las
alianzas con los capitalistas, los llamados a que dirijan la economía
son derrotas del Socialismo; el estímulo con dádivas materiales,
taxis, viviendas sin ninguna organización, sin ninguna
contraprestación a la sociedad son derrotas del Socialismo. Estas
derrotas se manifiestan en lo político.
La
guerra verdadera la estamos perdiendo por no saber cuál es el
enemigo y cuál es la esencia de la confrontación.
Para
entender mejor esta confrontación entre clases sociales, debemos
tener claro que se entiende por ideología. Para algunos la ideología
es un conjunto de valores sociales, ideas, creencias, sentimientos,
representaciones e instituciones mediante el que la gente, de forma
colectiva, da sentido al mundo en el que vive. Todo el mundo debe
tener un conjunto de valores, sentimientos, creencias que ‘tenga
sentido’ para ellos. Todo aquello que hacemos —ir a trabajar,
visitar un amigo, leer un libro— debe tener algún sentido. Por
supuesto, es posible que comencemos a hacer algo que no tiene sentido
y dejemos de hacerlo. Hay ocasiones en que ponemos en duda nuestra
ideología y pensamos que ha dejado de tener sentido atenerse a ella
de la misma forma en que veníamos haciéndolo. Claros ejemplos de
esto podrían ser el nacimiento de un hijo, la pérdida del trabajo o
de un amor, o una tragedia en nuestra comunidad. Si cambiamos
entonces nuestro comportamiento, habremos encontrado una nueva forma
de acción social que vuelve a tener sentido; habremos adoptado un
nuevo conjunto de sentimientos, creencias y valores.
En
ocasiones, las ideologías parecen algo de sentido común. Por
ejemplo, si deseo obtener un préstamo lo solicito en un banco,
recibo el dinero y abono los intereses. Parece de sentido común. Sin
embargo, durante la Alta Edad Media, en Gran Bretaña, los cristianos
tenían prohibido prestar dinero. Hacerlo era usura, un pecado
terrible. El préstamo de dinero se convirtió así en el oficio de
los judíos, que no estaban sujetos a las leyes cristianas. Hoy en
día, los bancos prestan dinero y obtienen a cambio un beneficio,
pero se le llama interés y nadie se para a pensar en ello. Hay que
explicarles a los trabajadores, que los seres humanos durante siglos
las sociedades se han ido transformando, primero existieron las
comunidades primitivas, trascurrieron varios milenios, los indígenas
donde todos eran iguales en sus necesidades de subsistencias y no
existían diferencias de clase entre ellos, excepto el chamán. Todos
buscaban el bien común con la pesca y la caza. Posteriormente,
siguen evolucionando y se presentan las confrontaciones entre las
diferentes tribus y las guerras donde los vencidos eran sometidos a
la esclavitud. Comienzan las clases sociales y la acumulación de
riquezas. Surgió la primera división del trabajo entre ganadería y
agricultura.
Surgió
la primera sociedad de clases de la historia, y abarco un periodo de
3.500 años. Conocida por la historia como el Imperio Romano. En esa
época los esclavistas poseían no solo los medios de producción
sino al hombre mismo. Las personas se comercializaban como cualquier
producto. El esclavo era considerado un hombre sin derechos y por lo
tanto podía ser dado de muerte por su dueño cuando este quisiera.
Los señores romanos probaban sus venenos con sus esclavos. El
esclavo no tenía ningún derecho con sus hijos, quienes podían ser
vendidos y traslados a cualquier lugar como animales. Aparece la
división entre los oficios y la agricultura originando una división
entre los oficios y la agricultura diferenciando el trabajo
intelectual y el físico. Esto creo las diferencias sociales y generó
enfrentamientos entre explotados y explotadores. El desinterés de
los esclavos por el trabajo producto de la falta de respeto y
dignidad con los que eran tratados, limito su trabajo y comenzaron
las rebeliones. Con el tiempo, esta civilización se hace inoperante
porque los esclavos comienzan a rebelarse y los esclavistas que los
utilizaban como ejércitos para conquistas nuevos territorios se le
hacían muy costosos su mantenimiento.
Evolucionamos
hacia la sociedad Feudal o Feudalismo con una duración aproximada de
2.000 años que predominó en Europa entre el siglo X y XIII. La
sociedad de clases estaba dividida entre los monarcas, seguidos por
los vasallos y finalmente los siervos y esclavos. El señor feudal le
otorgaba al vasallo la posesión de una extensión de tierra o feudo
que este debía trabajar y la cosecha debía repartirla entre él y
el señor feudal. Dentro del feudo vivían campesinos, conocidos como
siervos de la gleba que no eran propiedad del señor feudal pero
tampoco hombres libres. El nombre de gleba define la porción de
tierra que se levanta con el arado en la actividad agrícola. La
servidumbre de la gleba fue un estado intermedio entre la esclavitud
y la libertad. El siervo no podía salir de su campo, debía trabajar
allí toda su vida y estaba ligado a la tierra sobre la cual tenía
derecho. Si esta se vendía él estaba incluido en la venta. Era
propietario de su casa y una parte de las tierras que cultivaba. No
era asalariado, su situación era mejor que las de algunos obreros de
hoy.
Tenía
derecho a la familia, no podían matarlo y en cuanto a castigos
físicos estaba sujeto más o menos al régimen establecido para los
infractores de ley de nuestros días. Este modo de producción les
rendía mejores frutos a los señores feudales. Cuando los señores
feudales conquistaron el nuevo mundo llegaron a Europa grandes
cantidades de metales preciosos trastoco el régimen feudal por
cuanto comenzó a predominar lo comercial o mercantil cuyo principal
objetivo era intercambio de los bienes, con lo que la producción
rural y las tierras feudales pasaron a un segundo plano, cediendo el
paso al cuarto tipo de histórico de formación económico social
conocida como capitalismo.
Este
sistema económico se sustenta en la acumulación de capital y la
explotación del hombre por el hombre. Preconiza la propiedad privada
sobre los medios de producción, la tierra y otros bienes
estructurales. Promueve el comercio libre de toda prohibición, el
valor basado en la oferta y la demanda, la libre competencia, el
aumento de la plusvalía y el liberalismo económico que es la base
del neoliberalismo contemporáneo. El régimen capitalista promueve
también la privatización de la educación y la cultura como aparato
ideológico de dominación, así como la utilización de la ciencia y
la tecnología como medio de explotación del hombre, mientras que
las virtudes, el amor, las convicciones y la conciencia se convierten
en objeto de comercio. La evolución del capitalismo se sintetiza en
cuatro fases.
Capitalismo
comercial, Capitalismo industrial, Capitalismo financiero y
Capitalismo transnacional. Constituye el capitalismo sin fronteras.
Responde a un proyecto estratégico de desarrollo y acumulación
expansiva del capital financiero transnacional. Está sustentado por
dos pilares fundamentales. La especulación financiera informatizada
y la tecnológica de última generación. Este modelo fue impulsado
en la década del noventa por el llamado Consenso de Washington con
el nacimiento de la globalización financiera. El dinero comenzó a
considerarse como productor de más dinero y circulando sin barreras,
se convirtió en un producto en sí mismo. El dinero informático se
reproduce a velocidades increíbles en la comunidad internacional. De
esta manera se instauró el proceso de acumulación y concentración
capitalista más asombrosa de toda la historia, representada en su
fase superior por el imperialismo o capitalismo militarista y
monopolista. Por otra parte, también surge la integración
imperialista en bloque de países desarrollados. El capitalismo
mundial se encuentra en su fase terminal, con graves crisis
financieras y con una desigualdad social descomunal, el 1% de la
población tiene en su posesión la riqueza del 99% del resto.
El
SOCIALISMO constituye la fase inferior del sistema comunista. Emerge
como un proceso de superación del capitalismo, pero aún conserva
reminiscencias de la sociedad capitalista en los aspectos económicos,
moral e intelectual. Está basada en la propiedad social sobre los
medios de producción. Procura la igualdad entre las clases sociales
y se opone a la explotación del hombre por el hombre. Propone que
las relaciones laborales sean de colaboración, solidaridad y mutua
ayuda. Considera que la relación entre los miembros de una misma
comunidad debe caracterizarse por la unidad política, social e
ideológica. La economía nacional y el desarrollo de las fuerzas
productivas desde estas perspectivas, requieren planificarse para
satisfacer las necesidades materiales, culturales y espirituales del
pueblo.
El
Comunismo constituye el grado superior del socialismo, se considera
una necesidad histórica que resulta del conflicto entre las fuerzas
productivas crecientes y las relaciones de producción carentes de
vigencia. Es una fase superior del socialismo, de allí, la premisa
comunista afirmada por Marx que dice. A cada cual según su
capacidad, a cada cual según sus necesidades. Ningún Estado en este
planeta tierra ha vivido esa experiencia social todavía.
Si
tenemos claro todas estas evoluciones sociales que han experimentado
nuestra sociedad, y las etapas sociales que nos faltan por alcanzar,
podemos comprender lo difícil que resulta explicarle a un
trabajador, este proceso de transformación que debemos transitar
para pasar del capitalismo al socialismo, de allí el trabajo
ideológicos que deben emprender los partidos de la revolución para
alcanzar nuestro objetivo. Los errores de todas las revoluciones en
el mundo, es el descuidar la formación ideológica de los pueblos.
La
tarea que se nos presenta es difícil y compleja pero es
imprescindible, requiere del concurso de todas y todos para hacer
realidad los cambios revolucionarios previsto en nuestra Constitución
Bolivariana y avanzar al socialismo. Conclusión, el capitalismo
agoniza, pero sus élites ponen en riesgo la supervivencia de la
humanidad con las amenazas de una guerra nuclear, debemos
concientizar a nuestro pueblo de la urgencia de avanzar redoblando
nuestras fuerzas, porque no hay tiempo que perder. Socialismo o
Barbarie como afirmó nuestra insigne Rosa Luxemburgo.
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